SITUACION DE HAMBRE Y MISERIA EN BATEYES CAÑEROS
Situación de hambre y miseria en bateyes azucarero,s, incluyendo los del ingenio Barahona.
Gran parte de los esclavos que cortan la caña de azúcar en la parte oriental de la Española son haitianos. Tráfico de seres humanos en la frontera: entran sin derechos, terminan la zafra y salen deportados. Y son pobres, muy pobres: antes de morir arrancan unas tablas a sus casuchas e inventan un ataúd.
Desde hace años sacerdotes y personas que sienten por sus semejantes, han hecho ver a los nativos, en gran parte haitianos, que hay Dios, que "sois hijos de Dios", con "derechos humanos" y "libertades". Barahona, Bahoruco e Indepenencia al igual que otros lugares donde hay ingenios azucareros, son zonas cañeras, transformados en guetos de pobreza extrema, en los que sobreviven unas cuarenta mil familias. Para el cultivo, según las denuncias, se emplea a niños de seis años; luego para la siembra y corte de la caña de azúcar, es decir, para cada zafra, los ingenios (fábricas) alquilan –en ningún caso contratan– el sudor de unos 25.000 inmigrantes haitianos y acuerdan con los buscones (traficantes de seres humanos) el precio.
Este régimen esclavista de las compañías azucareras en la RD ha sido siempre y será denunciado por los que se oponen a los empresarios abusadores y esclavistas.
Hace falta tener cuajo para no denunciar el tráfico de seres humanos, braceros vendidos (o alquilados) como ganado, el trabajo infantil, la discriminación racial, los déficits sanitarios y de educación (el 61% de la población de los bateyes es analfabeta), los fraudes y abusos laborales de los oligarcas locales y los empresarios que administran centrales azucareros en el pais.
Gran parte de los esclavos que cortan la caña de azúcar en la parte oriental de la Española son haitianos. Tráfico de seres humanos en la frontera: entran sin derechos, terminan la zafra y salen deportados. Y son pobres, muy pobres: antes de morir arrancan unas tablas a sus casuchas e inventan un ataúd.
Desde hace años sacerdotes y personas que sienten por sus semejantes, han hecho ver a los nativos, en gran parte haitianos, que hay Dios, que "sois hijos de Dios", con "derechos humanos" y "libertades". Barahona, Bahoruco e Indepenencia al igual que otros lugares donde hay ingenios azucareros, son zonas cañeras, transformados en guetos de pobreza extrema, en los que sobreviven unas cuarenta mil familias. Para el cultivo, según las denuncias, se emplea a niños de seis años; luego para la siembra y corte de la caña de azúcar, es decir, para cada zafra, los ingenios (fábricas) alquilan –en ningún caso contratan– el sudor de unos 25.000 inmigrantes haitianos y acuerdan con los buscones (traficantes de seres humanos) el precio.
Este régimen esclavista de las compañías azucareras en la RD ha sido siempre y será denunciado por los que se oponen a los empresarios abusadores y esclavistas.
Hace falta tener cuajo para no denunciar el tráfico de seres humanos, braceros vendidos (o alquilados) como ganado, el trabajo infantil, la discriminación racial, los déficits sanitarios y de educación (el 61% de la población de los bateyes es analfabeta), los fraudes y abusos laborales de los oligarcas locales y los empresarios que administran centrales azucareros en el pais.