Leptospirosis ratas y culebras
Leptospirosis enfermedad infecciosa bacteriana grave, llamada también ictericia hemorrágica. Los síntomas principales son fiebre, dolores musculares, de cabeza, vómitos y diarrea, escalofríos, boca seca, y color amarillento.
Esta es transmitida por ratones, perros, caballo y aguas infectadas a través de la piel. El ratón, al caminar deja siempre una rayita de orina en toda su ruta, es el principal transmisor.
Las inundaciones de la Hoya del Lago llenan las cuevas de los ratones, desaparecen los alimentos y se van alrededor de los pueblos.
Nuestra educación en la escuela y el hogar ha descansado muchas veces en criterios falsos confundimos a nuestros enemigos al cual muchas veces nos aliamos tal es el caso de los ratones y sus enemigos más tenaces las culebras, 24 horas diarias cazando ratas y ratones.
Las culebras dominicanas son todas inofensivas y beneficiosas al humano, en Venezuela, Suramérica y China son venenosas y las protegen, en este último país las crían en las alcantarillas como predactores de ratas. La llegada de los europeos a nuestra isla trajo consigo los primeros ratones y la educación con todos sus prejuicios y creencias que son parte del ser nacional.
Hay una anécdota que cuenta que en los primeros 50 años del siglo de 1400 a 1500. Los cristianos y los turcos no cristianos un ejercito pequeñísimo, estaban en guerra y los cristiano tenían la creencia de que cuando apareciera un eclipse lunar debían de para la guerra y ponerse a orar, así lo hicieron al aparecer este. Los no cristianos encontraron la asesoría de un vagabundo húngaro que le fabrico un cañón muy criminal, ganando la guerra, impidiendo el paso por Constantinopla, En Argelia y Turquía, donde hoy esta Estambul, interrumpiendo el paso por agua y mar de los países de Europa occidental a la ruta de las especias con la que conservaban y condimentaban sus alimentos “hasta llegar a India y China.”
Es la razón que lleva a Colón a buscar la ruta hacia el oeste, llega a América y nos llama Indios, creía haber llegado a la India. Junto con el llegaron creencias, ratas y ratones.
Recordemos la fabula de la culebra serpiente que llevo al pecado a Adán y Eva, de cuyo fruto nacimos nosotros, mediante un acto tan hermoso y bueno.
Las culebras son símbolo del pecado, esas que salen corriendo cuando las vemos, hemos levantado todas las falsedades y orgullos todas las religiones la viabilizan, son el diablo encendido en candela, que le mete la cola al niño por la nariz, que le chupa la leche a la mama, es verdad que se comen los pollos, hoy se crían en granjas.
Existe la fabula que las culebras se convierte en SERPIENTES, antes de tirarse al mar, se levantan en dos patas y se ponen de frente a la tierra y dicen MALDITO SEAS QUE ME VISTE Y NO ME MATASTE. Originando la guerra santa, que la culebra hay que matarla y machacarle la cabeza.
En el subconsciente, en nuestra memoria análoga esta vigente este terror, que vemos un junco colgar, lo asociamos con la culebra y se nos ruboriza la piel. He cogido una culebrita verde en mis manos y usted ve surcos en mi cara.
Les cuento la anécdota, en mi casa materna un ratón y una culebra peleaban y mataron la culebra, el ratón siguió comiéndose un 30 % de los alimentos, transmitiendo rabia, leptospirosis y otras enfermedades.
La situación es tan grave que HAY PERSONAS QUE NO COMEN ANGUILLA NI GUABINAS PORQUE SE PARECEN A LAS CULEBRAS.
Esta deuda con un animal tan beneficio tenemos que comenzar a saldarla, cambiar nuestra mentira por la verdad. Las endémicas culebras nuestras tienen que protegerse con una gran campaña educativa a través de radio, televisión, redes sociales, casa por casa, en iglesias, escuelas, colegios, universidades, grupos estudiantiles, asociación de agricultores y juntas de vecinos. De lo contrario seguiremos recibiendo vecinos, amigos y familiares morir de esta silenciosa enfermedad, en principio silenciosa y después bullosa.
Esta es transmitida por ratones, perros, caballo y aguas infectadas a través de la piel. El ratón, al caminar deja siempre una rayita de orina en toda su ruta, es el principal transmisor.
Las inundaciones de la Hoya del Lago llenan las cuevas de los ratones, desaparecen los alimentos y se van alrededor de los pueblos.
Nuestra educación en la escuela y el hogar ha descansado muchas veces en criterios falsos confundimos a nuestros enemigos al cual muchas veces nos aliamos tal es el caso de los ratones y sus enemigos más tenaces las culebras, 24 horas diarias cazando ratas y ratones.
Las culebras dominicanas son todas inofensivas y beneficiosas al humano, en Venezuela, Suramérica y China son venenosas y las protegen, en este último país las crían en las alcantarillas como predactores de ratas. La llegada de los europeos a nuestra isla trajo consigo los primeros ratones y la educación con todos sus prejuicios y creencias que son parte del ser nacional.
Hay una anécdota que cuenta que en los primeros 50 años del siglo de 1400 a 1500. Los cristianos y los turcos no cristianos un ejercito pequeñísimo, estaban en guerra y los cristiano tenían la creencia de que cuando apareciera un eclipse lunar debían de para la guerra y ponerse a orar, así lo hicieron al aparecer este. Los no cristianos encontraron la asesoría de un vagabundo húngaro que le fabrico un cañón muy criminal, ganando la guerra, impidiendo el paso por Constantinopla, En Argelia y Turquía, donde hoy esta Estambul, interrumpiendo el paso por agua y mar de los países de Europa occidental a la ruta de las especias con la que conservaban y condimentaban sus alimentos “hasta llegar a India y China.”
Es la razón que lleva a Colón a buscar la ruta hacia el oeste, llega a América y nos llama Indios, creía haber llegado a la India. Junto con el llegaron creencias, ratas y ratones.
Recordemos la fabula de la culebra serpiente que llevo al pecado a Adán y Eva, de cuyo fruto nacimos nosotros, mediante un acto tan hermoso y bueno.
Las culebras son símbolo del pecado, esas que salen corriendo cuando las vemos, hemos levantado todas las falsedades y orgullos todas las religiones la viabilizan, son el diablo encendido en candela, que le mete la cola al niño por la nariz, que le chupa la leche a la mama, es verdad que se comen los pollos, hoy se crían en granjas.
Existe la fabula que las culebras se convierte en SERPIENTES, antes de tirarse al mar, se levantan en dos patas y se ponen de frente a la tierra y dicen MALDITO SEAS QUE ME VISTE Y NO ME MATASTE. Originando la guerra santa, que la culebra hay que matarla y machacarle la cabeza.
En el subconsciente, en nuestra memoria análoga esta vigente este terror, que vemos un junco colgar, lo asociamos con la culebra y se nos ruboriza la piel. He cogido una culebrita verde en mis manos y usted ve surcos en mi cara.
Les cuento la anécdota, en mi casa materna un ratón y una culebra peleaban y mataron la culebra, el ratón siguió comiéndose un 30 % de los alimentos, transmitiendo rabia, leptospirosis y otras enfermedades.
La situación es tan grave que HAY PERSONAS QUE NO COMEN ANGUILLA NI GUABINAS PORQUE SE PARECEN A LAS CULEBRAS.
Esta deuda con un animal tan beneficio tenemos que comenzar a saldarla, cambiar nuestra mentira por la verdad. Las endémicas culebras nuestras tienen que protegerse con una gran campaña educativa a través de radio, televisión, redes sociales, casa por casa, en iglesias, escuelas, colegios, universidades, grupos estudiantiles, asociación de agricultores y juntas de vecinos. De lo contrario seguiremos recibiendo vecinos, amigos y familiares morir de esta silenciosa enfermedad, en principio silenciosa y después bullosa.