Inversión social

Editorial de El Caribe, 16 abril, 2012

Los medios de comunicación constituyen los principales entes de defensa y garantía de la justicia social y de los mejores intereses de toda población en democracia. Son espacios para que toda clase de personas, desde los más poderosos hasta los más pobres y necesitados puedan expresarse y denunciar o solicitar soluciones a los problemas.

Cuando la Justicia dicta sentencias injustas, cuando la Policía abusa de los ciudadanos, si algún barrio o residencial requiere de la reparación de calles, suministro de agua o de electricidad, si la delincuencia se ha incrementado, en caso de que se registre una tragedia natural o provocada, si se requieren fondos para ayudar a personas necesitadas; en todos esos casos y muchos más, se requiere de los medios de comunicación como aliados.

Por eso, cuando uno o varios empresarios deciden invertir en la creación o fortalecimiento de un medio de comunicación, principalmente impreso, que son los que registran mayores costos, su intención se traduce en una inversión de responsabilidad social corporativa.

Esto así, porque se trata de la inversión que más beneficia a todas las clases sociales, sin implicar costos para la colectividad que obtiene resultados al provocar la reacción de las autoridades locales y hasta de ciudadanos y organismos del resto del mundo cuando se trata de colaborar por una causa determinada.

Al analizar el contenido informativo de cualquier periódico impreso en el país, se notará que son mínimos y a veces inexistentes los contenidos dirigidos a beneficiar directamente a los que sustentan económicamente la existencia del medio en cuestión. En cambio, el grueso del contenido es la expresión de sectores externos que tienen en los medios una ventana abierta. Los medios de comunicación tienen que permanecer como entes de defensa de los derechos colectivos y deben seguir recibiendo el apoyo de los que pueden contribuir con su existencia.

Es una inversión social.