Juventud de los bateyes del ingenio Barahona, emigra a otros pueblos del país, por la falta de oportunidades
Por: Juan Francisco Matos
BATEY 6, BAHORUCO.- Desde la capitalización del ingenio Barahona en el 1999, los bateyes de la zona cañera prácticamente se han quedado sin jóvenes, porque al no haber oportunidades para desarrollarse, la mayoría de estos se ha visto obligada a irse a diferentes ciudades del país en busca de una mejor suerte.
Es raro ver en uno de los once bateyes del ingenio Barahona, que es administrado por empresarios guatemaltecos en un denominado Consorico Azucarero Central (CAC), a jóvenes que han concluido el bachillerato y otros que no pasaron del octavo curso, pero que por su agilildad mental aprendieron algún oficio técnico, como electricidad, radiotécnico, artesanía, entre otros, para ganar algo de dinero y ayudar al sustento familiar.
"Periodista por aquí usted solo puede ver jóvenes sin aspiración a superarse, porque todos los que llegaron hasta el octavo grado y terminaron sus estudios secundarios, se han ido a ciudades como Barahona, San Cristóbal, Santiago de los Caballeros, San Pedro de Mocorís, Bávaro, pero la mayoría se ha concentrado en Santo Domingo", coincidieron en señalar varios comunitarios.
Explicaron que también unos, han tenido la suerte de salir del país legalmente, pero otros lo han hecho de manera ilegal hacia Puerto Rico, exponiendo estos sus vidas en las aguas del mar Caribe, muriendo algunos en alta mar, al zozobrar las yolas en que se desplazaban.
Los comunitarios que hablaron con este periodista lo hicieron bajo el compromiso de que sus nombres no fueran divulgados y que no se les tomaran fotografías.
Cuando el autor de este trabajo lo cuestionó sobre el por qué no dan sus nombres ni que se les tomen fotos, los más arriesgados dijeron: "Es que varios de nosostros realizamos labores agrícolas en el CAC, y si sus ejecutivos ven nuestros nombres o fotos en este medio de comunicación de inmediato nos cancelan con el artículo 78 del Código Laboral, el cual se aplica a un trabajador cuando falta a su trabajo o comete un algún hecho grave", contestaron.
"Pero porque ustedes digan la verdad sobre la situación de los bateyes, el CAC no lo puede cancelar sin sus derechos laborales", le dijo este periodista, a lo que estos respondieron: "Periodista todo el que dice algo contra esta empresa, es cancelado con el referido artículo aunque no haya cometido ninguna falta".
Asimismo dijeron que todo aquel que no tiene un trabajo y se manifiesta contra los CAC es fichado, y cuando se le toca buscar algún trabajto, es rechazado de inmediato acusado de ser enemigo de la empresa.
Por esta zona el dicho de que cuando los ingenio era propiedad del Consejo Estatal del Azúcar (CEA), se vivía mucho mejor que en la actualidad, es el tema de conversación donde hay más de dos personas reunidas.
Anteriormente en la empresa laboraban miles de personas de Barahona, Bahoruco e Independencia, pero ahora trabajan muy pocas, lo que ha sido la causa de la miseria, el desempleo y el hambre que impera en la zona.
Una casa, patrimonio de Batey 6, está destruida
La vieja casa construida por los norteamericanos cuando el ingenio era propiedad de ellos y donde funcionó la Oficina de Batey 6, que también fue utilizada como lugar de pago a los trabajadores cañeros, hoy está inservible y casi en el suelo ante la mirada indiferente de las autoridades del CAC.
La misma está ubicada frente al parque de este batey, el cual fue la capital de los bateyes cuando el central Barahona era propiedad del Consejo Estatal del Azúcar.
Esta destruida casa que da la impresión que es una guarida de buitres, es un patrimonio del referido batey, un monumento histórico, que muy pronto desaparecerá.
Los ejecutivos de la empresa arrendataria del ingenio Barahona, constantemente ofrecen informaciones que son desplegadas ampliamente por medios informativos de la zona, sobre la "gran prosperidad" que han experimentado los bateyes desde que el central azucarero pasó a ser administrado por el sector privado.
El progreso de esta zona puede ser comprado por cualquier persona que la visite entrando por el poblado de Tamayo para llegar al batey Santana, para luego seguir a los bateyes Arroyo, que es el Uno, Isabela, que es el Dos, Neyba, que es el Tres, Cuchilla, o sea, el Cuatro, San Cruz, que es el Cinco y Santa Bárbara, que es el Seis. Desde el Seis, va hacia Cristóbal, batey Siete, Salinas, batey Ocho y el Nueve, que también pertenece a Salinas.
El que hace este recorrido por el trayecto indicado, será un fiel testigo del progreso que han experimentado los bateyes de la zona cañera que es el siguiente: "Miseria, hambre desolación, enfermedades, éxodo de la juventud, entre otras fatalidades que hacen imposible que la gente siga viviendo en tales condiciones en esta demarcación territorial.
BATEY 6, BAHORUCO.- Desde la capitalización del ingenio Barahona en el 1999, los bateyes de la zona cañera prácticamente se han quedado sin jóvenes, porque al no haber oportunidades para desarrollarse, la mayoría de estos se ha visto obligada a irse a diferentes ciudades del país en busca de una mejor suerte.
Es raro ver en uno de los once bateyes del ingenio Barahona, que es administrado por empresarios guatemaltecos en un denominado Consorico Azucarero Central (CAC), a jóvenes que han concluido el bachillerato y otros que no pasaron del octavo curso, pero que por su agilildad mental aprendieron algún oficio técnico, como electricidad, radiotécnico, artesanía, entre otros, para ganar algo de dinero y ayudar al sustento familiar.
"Periodista por aquí usted solo puede ver jóvenes sin aspiración a superarse, porque todos los que llegaron hasta el octavo grado y terminaron sus estudios secundarios, se han ido a ciudades como Barahona, San Cristóbal, Santiago de los Caballeros, San Pedro de Mocorís, Bávaro, pero la mayoría se ha concentrado en Santo Domingo", coincidieron en señalar varios comunitarios.
Explicaron que también unos, han tenido la suerte de salir del país legalmente, pero otros lo han hecho de manera ilegal hacia Puerto Rico, exponiendo estos sus vidas en las aguas del mar Caribe, muriendo algunos en alta mar, al zozobrar las yolas en que se desplazaban.
Los comunitarios que hablaron con este periodista lo hicieron bajo el compromiso de que sus nombres no fueran divulgados y que no se les tomaran fotografías.
Cuando el autor de este trabajo lo cuestionó sobre el por qué no dan sus nombres ni que se les tomen fotos, los más arriesgados dijeron: "Es que varios de nosostros realizamos labores agrícolas en el CAC, y si sus ejecutivos ven nuestros nombres o fotos en este medio de comunicación de inmediato nos cancelan con el artículo 78 del Código Laboral, el cual se aplica a un trabajador cuando falta a su trabajo o comete un algún hecho grave", contestaron.
"Pero porque ustedes digan la verdad sobre la situación de los bateyes, el CAC no lo puede cancelar sin sus derechos laborales", le dijo este periodista, a lo que estos respondieron: "Periodista todo el que dice algo contra esta empresa, es cancelado con el referido artículo aunque no haya cometido ninguna falta".
Asimismo dijeron que todo aquel que no tiene un trabajo y se manifiesta contra los CAC es fichado, y cuando se le toca buscar algún trabajto, es rechazado de inmediato acusado de ser enemigo de la empresa.
Por esta zona el dicho de que cuando los ingenio era propiedad del Consejo Estatal del Azúcar (CEA), se vivía mucho mejor que en la actualidad, es el tema de conversación donde hay más de dos personas reunidas.
Anteriormente en la empresa laboraban miles de personas de Barahona, Bahoruco e Independencia, pero ahora trabajan muy pocas, lo que ha sido la causa de la miseria, el desempleo y el hambre que impera en la zona.
Una casa, patrimonio de Batey 6, está destruida
La vieja casa construida por los norteamericanos cuando el ingenio era propiedad de ellos y donde funcionó la Oficina de Batey 6, que también fue utilizada como lugar de pago a los trabajadores cañeros, hoy está inservible y casi en el suelo ante la mirada indiferente de las autoridades del CAC.
La misma está ubicada frente al parque de este batey, el cual fue la capital de los bateyes cuando el central Barahona era propiedad del Consejo Estatal del Azúcar.
Esta destruida casa que da la impresión que es una guarida de buitres, es un patrimonio del referido batey, un monumento histórico, que muy pronto desaparecerá.
Los ejecutivos de la empresa arrendataria del ingenio Barahona, constantemente ofrecen informaciones que son desplegadas ampliamente por medios informativos de la zona, sobre la "gran prosperidad" que han experimentado los bateyes desde que el central azucarero pasó a ser administrado por el sector privado.
El progreso de esta zona puede ser comprado por cualquier persona que la visite entrando por el poblado de Tamayo para llegar al batey Santana, para luego seguir a los bateyes Arroyo, que es el Uno, Isabela, que es el Dos, Neyba, que es el Tres, Cuchilla, o sea, el Cuatro, San Cruz, que es el Cinco y Santa Bárbara, que es el Seis. Desde el Seis, va hacia Cristóbal, batey Siete, Salinas, batey Ocho y el Nueve, que también pertenece a Salinas.
El que hace este recorrido por el trayecto indicado, será un fiel testigo del progreso que han experimentado los bateyes de la zona cañera que es el siguiente: "Miseria, hambre desolación, enfermedades, éxodo de la juventud, entre otras fatalidades que hacen imposible que la gente siga viviendo en tales condiciones en esta demarcación territorial.