Hallan pista que permitiría pronosticar un ataque cardíaco

WASHINGTON (AP) — Sucede con excesiva frecuencia que una persona puede tener buenos resultados en un examen cardíaco pero a los pocos días sufre un infarto fulminante. Los científicos dicen haber hallado una nueva pista que podría permitir a los médicos determinar si un ataque es inminente, con la esperanza de prevenirlo.

La mayoría de los infartos se producen cuando revientan los depósitos grasos en una arteria y se forma un coágulo para sellar la brecha. Si el coágulo es demasiado grande, obstruye el vaso.

El problema es que ni los mejores exámenes disponibles en la actualidad son capaces de pronosticar cuándo sucederá.

"No tenemos un método para determinar si una arteria se va a resquebrajar: el precursor de un ataque cardíaco", dijo el doctor Eric Topol, director del Scripps Translational Science Institute en California.

Los investigadores de Scripps informaron el miércoles que han descubierto una pista, al analizar la sangre en busca de células que se desprenden del revestimiento de una arteria dañada.

El equipo de Topol halló niveles elevados de esas células deformes en la sangre de 50 personas que acababan de sufrir un infarto. Los resultados fueron publicados en la revista especializada Science Translational Medicine.

Topol y colaboradores iniciarán próximamente los estudios necesarios para determinar qué aspecto tendrían esas células antes de un ataque cardíaco y en tal caso si se podrán usar fármacos anticoagulantes para prevenir el daño. Algunas salas de emergencia de San Diego estudiarán un análisis de sangre experimental con personas que padecen dolor de pecho y en las que los exámenes tradicionales no hallan evidencias de un infarto.

Que nadie espere que en poco tiempo más se pueda pronosticar los ataques cardíacos, para ello se debe investigar mucho más, advirtieron cardiólogos que no participaron del estudio, pero demostraron gran interés.

"Este estudio es interesante", dijo el doctor Douglas Zipes, ex presidente del Colegio de Cardiólogos de Estados Unidos. Indica que esas células sufren daños "no sólo en los minutos anteriores" a un infarto sino, dijo, "probablemente varias horas o acaso días antes".

"Es un primer paso claro e interesante", dijo el doctor William C. Little, jefe de cardiología del Centro Médico Bautista Wake Forest. "Pero no es un marcador biológico listo para ser utilizado".

Los médicos conocen los factores de riesgo para un ataque cardíaco: hipertensión, colesterol alto, tabaquismo, diabetes, sobrepeso, sedentarismo.

Sin embargo, no hay manera de saber cuándo el ataque es inminente. Los análisis pueden determinar si una arteria se está estrechando, si ha comenzado un ataque cardíaco o si el músculo cardíaco está dañado. No pueden determinar si la placa dentro de la arteria está a punto de romperse.

Por eso no es infrecuente que una persona sufra un ataque horas después de hacerse un examen o escuchar la buena noticia de que no debe preocuparse por ese dolor en el pecho que sufrió.

El estudio del miércoles, financiado por los Institutos Nacionales de Salud, investigó las células desprendidas del endotelio, el revestimiento de los vasos, al torrente sanguíneo. Se llaman células endoteliales circulantes.

El equipo de Topol se asoció con Veridex LLC, una unidad de Johnson & Johnson que fabrica tecnología para hallar células cancerosas en la sangre. ¿Podría hallar células cardiovasculares?

El equipo tomó muestras de 50 personas que sufrieron ataques cardíacos —antes de que recibieran tratamientos o análisis que alteraran sus arterias— y de 44 voluntarios sanos. Hallaron gran cantidad de células endoteliales en la sangre de los pacientes y muy pocas en los voluntarios sanos.

La gran sorpresa es que las células de los enfermos cardíacos eran deformes.

El estudio no pudo determinar cuándo empezaron a aparecer esas células deformes y eso es crucial, dijo Little. No se sabe cuántos infartos se producen demasiado repentinamente como para que haya un período de advertencia.

Sin embargo, Topol dice que, en teoría, algunas placas se rompen gradualmente y liberan esas células durante hasta dos semanas antes del ataque.

Topol dijo que Scripps y Veridex han iniciado los trámites para patentar un análisis de sangre que detecte las células anormales.
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