Corea del Norte lanzó dos misiles de corto alcance
Pyongyang lleva adelante nuevas pruebas militares. Aunque no se ha incumplido ninguna disposición internacional, los países occidentales mostraron su inquietud por la constante actividad del Ejército de Kim Jong-un
El lanzamiento de dos misiles antibuque KN-01, con un alcance de 120 kilómetros, se produjo desde la costa occidental del país.
Se trata de la misma zona de Corea del Norte desde donde el régimen prevé lanzar en unos días (entre el 12 y el 16 de abril) un satélite de observación terrestre en un cohete portador de largo alcance con motivo del centenario del nacimiento de su fundador, Kim Il-sung, que se celebra el 15 de abril. El satélite está destinado a recabar datos meteorológicos para impulsar el desarrollo de sectores económicos como la agricultura.
Un oficial de las Fuerzas Armadas del Sur interpretó que el ensayo de hoy podría ser un gesto de protesta de Corea del Norte por el reciente despliegue de buques de guerra de Corea del Sur y Estados Unidos en el Mar Amarillo, donde llevaron a cabo maniobras militares conjuntas.
La Oficina del Estado Mayor de Corea del Sur, no obstante, ha rehusado confirmar el lanzamiento de los dos misiles, subrayando que son asuntos que competen a los servicios de inteligencia del país y sobre los que, por tanto, no tienen que dar declaraciones.
De confirmarse este lanzamiento, podría dar lugar a una escalada de tensión regional, ya que tanto Estados Unidos, Corea del Sur y Japón como China y Rusia -aliados de Pyongyang- han coincidido en expresar su preocupación por la puesta en órbita del satélite meteorológico.
En concreto, Estados Unidos y Corea del Sur sospechan que el lanzamiento del satélite meteorológico encubre unas nuevas prácticas con misiles de largo alcance que, como ha señalado también Japón, supondrían una violación de las resoluciones de Naciones Unidas.
Corea del Norte se arriesga incluso a que Estados Unidos cancele el pacto que ambos cerraron en febrero, por el que Pyongyang se comprometió a suspender temporalmente sus programas nucleares y de misiles a cambio de ayuda humanitaria.
Pero el régimen de Kin Jong-un insiste en que el acuerdo no contempla el lanzamiento de un satélite, por lo que prosigue las conversaciones con la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) para permitir una inspección de los técnicos de la institución a sus instalaciones nucleares.
Mientras, Japón, país cuyo territorio previsiblemente será sobrevolado por el proyectil norcoreano, ya ha anunciado que implementará sanciones económicas adicionales contra Pyongyang a causa de su lanzamiento.
El lanzamiento de dos misiles antibuque KN-01, con un alcance de 120 kilómetros, se produjo desde la costa occidental del país.
Se trata de la misma zona de Corea del Norte desde donde el régimen prevé lanzar en unos días (entre el 12 y el 16 de abril) un satélite de observación terrestre en un cohete portador de largo alcance con motivo del centenario del nacimiento de su fundador, Kim Il-sung, que se celebra el 15 de abril. El satélite está destinado a recabar datos meteorológicos para impulsar el desarrollo de sectores económicos como la agricultura.
Un oficial de las Fuerzas Armadas del Sur interpretó que el ensayo de hoy podría ser un gesto de protesta de Corea del Norte por el reciente despliegue de buques de guerra de Corea del Sur y Estados Unidos en el Mar Amarillo, donde llevaron a cabo maniobras militares conjuntas.
La Oficina del Estado Mayor de Corea del Sur, no obstante, ha rehusado confirmar el lanzamiento de los dos misiles, subrayando que son asuntos que competen a los servicios de inteligencia del país y sobre los que, por tanto, no tienen que dar declaraciones.
De confirmarse este lanzamiento, podría dar lugar a una escalada de tensión regional, ya que tanto Estados Unidos, Corea del Sur y Japón como China y Rusia -aliados de Pyongyang- han coincidido en expresar su preocupación por la puesta en órbita del satélite meteorológico.
En concreto, Estados Unidos y Corea del Sur sospechan que el lanzamiento del satélite meteorológico encubre unas nuevas prácticas con misiles de largo alcance que, como ha señalado también Japón, supondrían una violación de las resoluciones de Naciones Unidas.
Corea del Norte se arriesga incluso a que Estados Unidos cancele el pacto que ambos cerraron en febrero, por el que Pyongyang se comprometió a suspender temporalmente sus programas nucleares y de misiles a cambio de ayuda humanitaria.
Pero el régimen de Kin Jong-un insiste en que el acuerdo no contempla el lanzamiento de un satélite, por lo que prosigue las conversaciones con la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) para permitir una inspección de los técnicos de la institución a sus instalaciones nucleares.
Mientras, Japón, país cuyo territorio previsiblemente será sobrevolado por el proyectil norcoreano, ya ha anunciado que implementará sanciones económicas adicionales contra Pyongyang a causa de su lanzamiento.