Benedicto XVI dice en La Habana que “Cuba y el mundo necesitan cambios"

La Habana, 28 de Marzo (EFE).- El papa Benedicto XVI dijo hoy en La Habana que “Cuba y el mundo necesitan cambios”, pero que éstos sólo se darán “si cada uno está en condiciones de preguntarse por la verdad y se decide a tomar el camino del amor, sembrando reconciliación y fraternidad". El pontífice así lo afirmó en la homilía de la misa que celebra en la plaza de la Revolución de La Habana, lugar de los grandes acontecimientos relacionados con la revolución comunista cubana, último acto de su visita de tres días a Cuba.

El obispo de Roma dijo también que para que la Iglesia ejerza su labor plenamente ha de contar “con la esencial libertad religiosa, que consiste en poder proclamar y celebrar la fe también públicamente, llevando el mensaje de amor, reconciliación y paz que Jesús trajo al mundo".

Benedicto XVI exigió el derecho a la libertad religiosa y dijo que cuando la Iglesia pone de relieve ese derecho “no está reclamando privilegio alguno, pretende ser sólo fiel al mandato de Cristo, sabedora de que donde Cristo se hace presente el hombre crece en humanidad y encuentra su consistencia".

“Es de reconocer con alegría que en Cuba se han ido dando pasos para que la Iglesia lleve a cabo su misión insoslayable de expresar pública y abiertamente su fe. Sin embargo, es preciso seguir adelante, y deseo animar a las instancias gubernamentales de la Nación a reforzar lo ya alcanzado y a avanzar por este camino de genuino servicio al bien común de toda la sociedad cubana”, agregó. El santo padre añadió que el derecho a la libertad religiosa, tanto en su dimensión individual como comunitaria, manifiesta la unidad del ser humano, que es ciudadano y creyente a la vez. El papa agregó que es también legitimo que los creyentes ofrezcan una contribución a la edificación de la sociedad. EFE

Benedicto XVI oficia misa en la plaza de la Revolución de La Habana

La Habana, 28 de Marzo (EFE).- El papa Benedicto XVI llegó hoy a la plaza de la Revolución de La Habana, lugar de los grandes acontecimientos relacionados con la revolución comunista cubana, para oficiar una misa, último acto de su visita de tres días a Cuba, a la que asisten decenas de miles de personas. A la misa asiste también el presidente del país, Raul Castro, quien, vestido con camisa blanca, ocupa la primera fila.

También asisten todos los obispos cubanos, encabezados por el cardenal de La Habana, Jaime Ortega Alamino, y numerosos prelados latinoamericanos y españoles, entre ellos el cardenal Antonio Cañizares Llovera, prefecto de la Congregación para el Culto Divinoy-la Disciplina de los Sacramentos, y el arzobispo de Barcelona, el cardenal Lluis Mártinez Sistach.

El altar está colocado a los pies del monumento al héroe de la independencia cubana, José Marti, y frente a la efigie a tamaño gigante del "Che" Guevara colocada en la pared de uno de los edificios oficiales del lugar. El obispo de Roma, que viste los paramentos del tiempo de cuaresma (morado), llegó a la plaza en el papamóvil, en el que la recorrió en medio de los aplausos, vivas y cánticos de los presentes.

El papa fue recibido por el cardenal Ortega Alamino, quien en el discurso de bienvenida dijo que el pueblo cubano espera "la bendición" del Pontífice, "un papa que trae la ternura, la dulzura, la misericordia de Dios y promueve la reconciliación entre todos". "Santidad, nuestro pueblo le implora que incluya en sus oraciones (los pedidos) necesarios para que reine entre todos los cubanos el amor y el perdón y se haga verdad la reconciliación y la paz", manifestó el cardenal. Benedicto XVI tiene previsto saludar hoy al líder cubano Fidel Castro, según informó el expresidente cubano, que no precisó en que momento se producirá el encuentro. EFE
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