Una modelo dice que sus implantes de silicona le salvaron la vida

Los implantes de silicona en el pecho suelen ser una cuestión de belleza, al menos en la teoría. Es decir, una mujer que no está contenta con el tamaño de sus senos se añade un par de tallas más para verse mejor… más o menos, suele ser así.

Ahora bien, cuando te sometes a diez operaciones para aumentar tu talla de sujetador y te conviertes en la mujer con el pecho postizo más grande del mundo puedes decir que ya no es solo una cuestión de belleza, sino que también lo haces por seguridad. ¿No cuela? Bueno, no os irritéis, os cuento la historia de Sheyla Hershey y cuando termine me decís.

Sheyla tiene 32 años y el pecho postizo más grande del mundo. Esta brasileña residente en Estados Unidos conducía su vehículo de vuelta a casa el pasado domingo, en Houston (Texas) después de una fiesta con motivo de la Super Bowl, cuando perdió el control del coche y se estrelló contra un árbol, según la prensa internacional.

La modelo no llevaba el cinturón de seguridad (y según las autoridades conducía bebida) con lo que el accidente habría sido de suma gravedad de no ser por… ¿sus pechos? Sí, amigos, Sheyla asegura que sus implantes salvaron su vida y que gracias a tener ese busto superlativo evitó males mayores. La modelo cuenta que sus pechos chocaron contra el salpicadero y actuaron de airbag, evitando que se golpeara la cabeza y sufriera daños. Vamos, como estamos en familia podemos decir que los implantes hicieron tope y nos ahorraron un disgusto.

Ella niega que condujera borracha, aunque al parecer admite que había tomado medicación para combatir la depresión, un trastorno bipolar y sus constantes migrañas, algo que podría haberle causado cierta confusión y, a la postre, habrían provocado el accidente (¿imagináis que un día escribiera el post lleno de faltas ortográficas, en plan “avrian probocado el hazidente”? Sería gracioso).

Leo en la prensa británica que las leyes texanas, ese gran estado para vivir por muchas razones, contemplan imputar conducción ebria a quien se ponga al volante después de haber tomado cierto tipo de medicación, aunque sea con prescripción médica. Es evidente que si conduces después de tomar medicinas de esas que te impiden “manejar maquinaria pesada” es una irresponsabilidad, en cualquier caso.

No obstante, el abogado de Sheyla ve difícil que puedan asociar el accidente a su medicación y lo cierto es que todo eso ha quedado en un segundo plano después de la historia de salvación y superación de la modelo.

PD: ¿Creéis que se llenarán las clínicas de cirugía estética de hombres y mujeres que quieran instalarse airbags naturales?
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