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Por los 411

Por Leo Hernández
Columnista

El presidente Hipólito Mejía está bateando bien en sus últimos turnos al bate, en el juego de conquista de dirigentes y/o figuras célebres de otras organizaciones. Taína Gautreau, Héctor Marte y ahora Luis Ynchausti son tres buenas adhesiones que se ha procurado Mejía para su proyecto presidencial. De eso no hay ninguna duda.

En el caso de los ex peledeístas Gautreau e Inchausti quiero llegar más lejos en la difusión de méritos: mi gran amigo Guido Gómez Mazara ha demostrado, en ambos casos, que es hombre de recursos, cuando de amarres se trata, virtud y facultades que no podrían exhibir muchos de quienes le adversan, calladitos y soterradamente, en el entorno de Hipólito. Si el candidato le ha dado duro a la bola, enviándola por los 411 en estos últimos innings, busquen en las señales que envía ese coach de bateo…

Vaya perlas

Una de las reseñas sobre el acto de ayer en que Ynchausti anunció su apoyo a Hipólito y su renuncia del comité central del PLD y del cargo de secretario de Estado sin cartera difundidas por los medios digitales, no podía ser más interesante que la que concluye con los tres últimos párrafos siguientes.

Lean ahí: “De su lado, Hipólito Mejía dijo que su compromiso es con Luis Ynchausti y los dirigentes ´marginados´ del PLD que se identifican con los ideales del fundador de ese partido profesor Juan Bosch.

Dijo que respeta la institucionalidad de los partidos, pero que su candidatura está abierta a los dirigentes de todos los partidos que están indignados ante la corrupción que, a su juicio, copa el gobierno y afecta al Estado.

Inchausti fue acusado de corrupción durante el gobierno de Mejía, cuando fue apresado y sometido a la justicia vinculado a un desfalco superior a los mil 438 millones de pesos en perjuicio del Estado a través del Programa Eventual Mínimo de Empleos (PEME)”. Como cambian los tiempos, diría un memo cualquiera…
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