PN investiga muertes de tres personas, incluyendo un niño
Oficiales policiales profundizan las investigaciones para determinar las causas que provocaron el incendio de una casa donde murió un niño de dos años en Yamasá, y las circunstancias en que falleció ahogada en una piscina una niña de 13, en Santiago de los Caballeros. En el primer caso las pesquisas han determinado que el menor Blas Abab, hijo de la señora María Isabel Abad, resultó con quemaduras de tercer grado en toda la masa corporal después que un incendio redujo a cenizas la vivienda en cuyo interior dormía y donde habrían dejado una vela encendida cerca de donde estaba acostado.
La casa era propiedad de Teodoro Abad, de 61 años, y estaba ubicada en el Cruce de La Bomba, Carretera de Yamasá. El niño Blas Abad murió en el hospital Doctor Ney Arias Lora. El caso es investigado por el segundo teniente Martín Beltrán Hernández.
En el segundo caso, la Policía profundiza las indagatorias para determinar las circunstancias que provocaron que la niña María Inés Acosta, de 13 años, se ahogara en una piscina ubicada en una casa de Santiago de los Caballeros.
La infante que era hija de la señora Isabel Mireya García, de 42 años, estaba de visita en la casa de su prima Onelia Martínez García, en la urbanización La Moraleja.
El cadáver de la niña fue examinado por el médico forense Jesús Rosario, quien certificó el fallecimiento y ordenó el traslado del cuerpo al Instituto de Ciencias Forenses (INACIF), para los fines correspondientes.
El caso está en poder de la Oficina Coordinadora de Investigaciones de Delitos Contra Las Personas de la Policía Nacional.
Muere electrocutado Israel Pimentel Matos, de 40 años, habría muerto a causa de una descarga eléctrica que recibió junto a otras personas mientras “agarraba” una antena de repetición para televisión en un solar propiedad de una banca de lotería ubicado en la calle Duarte de la ciudad de Azua.
Según las investigaciones Pimentel Matos se encontraba con otras personas “agarrando” la antena de repetición de señales en un solar ubicado en la calle Duarte, propiedad de la Banca Los Mellizos.
Al ser interrogados Yeudi Orlando y Santo Soto dijeron que estaban en la referida antena tratando de que esta no se cayera, ya que el viento rompió uno de los alambres que la sostenían, pero que la antena cayó sobre los alambres de alta tensión de la compañía Edesur.
En ese momento, según lo narrado por estas personas, Pimentel Matos recibió la descarga eléctrica y murió, mientras ellos sufrieron laceraciones.
La casa era propiedad de Teodoro Abad, de 61 años, y estaba ubicada en el Cruce de La Bomba, Carretera de Yamasá. El niño Blas Abad murió en el hospital Doctor Ney Arias Lora. El caso es investigado por el segundo teniente Martín Beltrán Hernández.
En el segundo caso, la Policía profundiza las indagatorias para determinar las circunstancias que provocaron que la niña María Inés Acosta, de 13 años, se ahogara en una piscina ubicada en una casa de Santiago de los Caballeros.
La infante que era hija de la señora Isabel Mireya García, de 42 años, estaba de visita en la casa de su prima Onelia Martínez García, en la urbanización La Moraleja.
El cadáver de la niña fue examinado por el médico forense Jesús Rosario, quien certificó el fallecimiento y ordenó el traslado del cuerpo al Instituto de Ciencias Forenses (INACIF), para los fines correspondientes.
El caso está en poder de la Oficina Coordinadora de Investigaciones de Delitos Contra Las Personas de la Policía Nacional.
Muere electrocutado Israel Pimentel Matos, de 40 años, habría muerto a causa de una descarga eléctrica que recibió junto a otras personas mientras “agarraba” una antena de repetición para televisión en un solar propiedad de una banca de lotería ubicado en la calle Duarte de la ciudad de Azua.
Según las investigaciones Pimentel Matos se encontraba con otras personas “agarrando” la antena de repetición de señales en un solar ubicado en la calle Duarte, propiedad de la Banca Los Mellizos.
Al ser interrogados Yeudi Orlando y Santo Soto dijeron que estaban en la referida antena tratando de que esta no se cayera, ya que el viento rompió uno de los alambres que la sostenían, pero que la antena cayó sobre los alambres de alta tensión de la compañía Edesur.
En ese momento, según lo narrado por estas personas, Pimentel Matos recibió la descarga eléctrica y murió, mientras ellos sufrieron laceraciones.