Para el alma
“¿No acabáis de entender? ¿Tan torpes sois?” Mr. 8:17
Por: Josefina Navarro
Columnista
¿De qué se nutre la fe? Para muchos, podría ser de la oración, de las emociones, de los sentimientos que despiertan las historias bíblicas, que trascienden los sentidos; de la escucha. Para otros, como Santo Tomás, de la vivencia en “tiempo real”, de lo tangible, de lo perceptible.
Pero en cualquiera de los casos, existe una experiencia que nos acerca a Dios, que nos habla de su veracidad, de su poder sin límites; una experiencia que nos permite creer la divinidad de Jesús, el mismo que dejó a tantos asombrados cuando con cinco panes y 2 pescados (Mr. 6: 38) alimentó a cinco mil hombres.
¿Ponemos en duda que pueda hacer más? ¿que pueda hacer un nuevo pequeñito milagro? ¿que Él puede hacer grandes cosas, si es la voluntad de Dios? La fe, esa arma poderosa que se vuelve nada cuando le damos brecha a la duda.
Por: Josefina Navarro
Columnista
¿De qué se nutre la fe? Para muchos, podría ser de la oración, de las emociones, de los sentimientos que despiertan las historias bíblicas, que trascienden los sentidos; de la escucha. Para otros, como Santo Tomás, de la vivencia en “tiempo real”, de lo tangible, de lo perceptible.
Pero en cualquiera de los casos, existe una experiencia que nos acerca a Dios, que nos habla de su veracidad, de su poder sin límites; una experiencia que nos permite creer la divinidad de Jesús, el mismo que dejó a tantos asombrados cuando con cinco panes y 2 pescados (Mr. 6: 38) alimentó a cinco mil hombres.
¿Ponemos en duda que pueda hacer más? ¿que pueda hacer un nuevo pequeñito milagro? ¿que Él puede hacer grandes cosas, si es la voluntad de Dios? La fe, esa arma poderosa que se vuelve nada cuando le damos brecha a la duda.