OPINIÓN Lo que el país debe saber: los números del PRD y del PLD
Por Luis José Chávez
SANTO DOMINGO.- La quiebra de Baninter, Bancrédito y el Banco Mercantil, en el año 2003, le costó al país más de 89 mil millones de pesos y el 20 por ciento de su Producto Interno Bruto. Sin embargo, el presidente Hipólito Mejía tomó las decisiones responsables y en menos de 18 meses y sin apoyo externo logró encausar el más impresionante proceso de recuperación de la estabilidad financiera que se conozca en cualquier parte del mundo, luego de un colapso de ese tipo. La crisis bancaria de Argentina, por ejemplo, desencadenada en el 2001, resultó mucho más devastadora y le tomó por lo menos cinco años afianzar un proceso sostenido de recuperación.
El presidente Leonel Fernández ha gobernado durante los últimos ocho años con el viento a su favor, con más recursos que los que habían administrado todos los gobiernos anteriores desde la fundación de la República, pero está terminando su gestión con un déficit acumulado de 250 mil millones de pesos correspondiente a los últimos cinco años, con una deuda pública que se aproxima a los 26 mil millones de dólares, con números rojos en las principales áreas del desarrollo, y con el nada envidiable título de campeón mundial de la corrupción y el dispendio, según el último reporte del Foro Económico Mundial.
La comparación de los números fríos entre ambos gobiernos muestra que Hipólito Mejía, a pesar de los daños de la crisis bancaria y el impacto negativo del ataque terrorista a las Torres Gemelas en las dos principales fuentes de divisas para el país, turismo y remesas, supera por mucho al actual gobernante peledeísta.
SANTO DOMINGO.- La quiebra de Baninter, Bancrédito y el Banco Mercantil, en el año 2003, le costó al país más de 89 mil millones de pesos y el 20 por ciento de su Producto Interno Bruto. Sin embargo, el presidente Hipólito Mejía tomó las decisiones responsables y en menos de 18 meses y sin apoyo externo logró encausar el más impresionante proceso de recuperación de la estabilidad financiera que se conozca en cualquier parte del mundo, luego de un colapso de ese tipo. La crisis bancaria de Argentina, por ejemplo, desencadenada en el 2001, resultó mucho más devastadora y le tomó por lo menos cinco años afianzar un proceso sostenido de recuperación.
El presidente Leonel Fernández ha gobernado durante los últimos ocho años con el viento a su favor, con más recursos que los que habían administrado todos los gobiernos anteriores desde la fundación de la República, pero está terminando su gestión con un déficit acumulado de 250 mil millones de pesos correspondiente a los últimos cinco años, con una deuda pública que se aproxima a los 26 mil millones de dólares, con números rojos en las principales áreas del desarrollo, y con el nada envidiable título de campeón mundial de la corrupción y el dispendio, según el último reporte del Foro Económico Mundial.
La comparación de los números fríos entre ambos gobiernos muestra que Hipólito Mejía, a pesar de los daños de la crisis bancaria y el impacto negativo del ataque terrorista a las Torres Gemelas en las dos principales fuentes de divisas para el país, turismo y remesas, supera por mucho al actual gobernante peledeísta.