Mella fue ejemplo de entrega y patriotismo

Por Tony Pina

Hoy se conmemora el 196 aniversario del nacimiento del patricio que murió en Santiago en medio de la pobreza

Cuadro de Matías Ramón Mella.

Si hubo alguien que no vaciló un instante y asumió con entrega el proyecto de la dominicanidad que concibió Juan Pablo Duarte, cuando la parte Este de la isla se dividía entre afrancesados e independentistas en medio del régimen de ocupación haitiana, ese fue Matías Ramón Mella, a quien hoy la Patria le rinde homenaje en el 196 aniversario de su nacimiento.Mella no sólo fue un iluso convencido de la responsabilidad política que asumía ante la incertidumbre del momento histórico, sino el más decidido estratega militar del movimiento febrerista hasta consumar el ideario de redención y emancipación contenido en la formulación de objetivos de la sociedad secreta “La Trinitaria”.

De ahí que su templanza e intrepidez se impusieran a las dudas y a la poca fe de muchos que, aunque solidarios, con sus actitudes dubitativas amenazaban con echar por la borda los aprestos revolucionarios que forjaron la nacionalidad dominicana aquella noche del trabucazo en la Puerta de la Misericordia, el 27 de febrero de 1844.

Habría que imaginar las circunstancias del momento para comprender la grandeza del honor. Mella fue el político y el soldado que estuvo en primera línea.

Con anterioridad a aquel memorable acontecimiento, fue a Mella a quien Duarte encomendó la misión de asumir la alianza táctica y estratégica de convencer a los reformistas haitianos, opuestos al régimen de Jean Pierre Boyer, de la necesidad de apoyar a los separatistas dominicanos.

Y lo logró el patricio, no sin antes agotar múltiples esfuerzos e innumerables obstáculos y granjearse, para la causa dominicana, el coyuntural apoyo de Charles Hérald, líder de los antiboyeristas.

Como también se sobrepuso Mella a la traición de Hérald, pese a la ayuda que el patricio le había dado a éste para derrocar al gobierno Boyer.

Sin embargo, Mella era un conspirador nato hasta en la prisión. Preso en Puerto Príncipe, maniobró contra Hérald hasta salir de la prisión para marchar firme hacia Santo Domingo para proclamar la Independencia.

¿Qué hizo Mella después del grito de guerra? A sabiendas del oportunismo de quienes conspiraban a la sombra contra la dominicanidad, Mella de inmediato proclamó a Duarte como presidente de la recién creada Junta Gubernativa Provisional.

La lucha ahora era consolidar la liberación. Mella partió al Cibao, donde fue nombrado delegado del incipiente gobierno y, en su condición de gobernador de Santiago y general del Ejército, trazó la estrategia política y militar que en los días inmediatos surtieron los efectos concebidos, nombrando como su asistente al general José María Imbert, a quien mandó a buscar desde Moca para entregarle la responsabilidad de preservar la plaza.

Mella en ningún momento cruzó los brazos después de obtenida la Independencia. Conocedor de los planes que conspiraban contra la naciente República Dominicana no sólo desde Haití, sino también de parte de los malos dominicanos, dispuso las acciones pertinentes para garantizar la soberanía de la territorialidad.

Un ejemplo de esto lo constituye la batalla de Las Carreras, donde se destacó derrotando la invasión de Faustin Souloque, cuando a la sazón se desempeñaba como secretario de Pedro Santana, a quien enfrentó posteriormente por sus planes anexionistas a España, a pesar de la amistad que ambos tenían.

Antes de ser expulsado del país, Mella ocupó importantes cargos en la administración pública, entre los que destacan secretario de Hacienda y Comercio, ministro de Guerra y ministro Plenipotenciario en Misión Especial ante el Gobierno de España.

Algunos aspectos de su vida personal no han sido documentados, pero Mella volvió a demostrar su firme convicción dominicanista cuando, amenazada la patria con la anexión a España, se integró al movimiento restaurador.

A pesar de su poca edad, Mella organizó el ejército restaurador y atravesó la cordillera Central para unirse a las tropas del general Pedro Florentino y, aunque enfermó de desintería, estuvo presente en el Grito de Capotillo, el 16 de agosto de 1863, la fecha que marca el inicio de las hostilidades patrióticas que dos años después culminaron con la salida para siempre del país de las derrotadas tropas españolas. Mella, que llegó a ocupar la vicepresidencia de la República, murió pobre en una casita de madera en las inmediaciones de la fortaleza San Luis, en Santiago, el 4 de junio de 1864, cuando apenas contaba con 48 años.


Aspectos de la vida del patricio
Ocupación
A los 19 años de edad, Matías Ramón Mella desempeñaba el cargo de “Prépose” (encargado) de la villa de San Cristóbal, durante el período de 22 años de ocupación haitiana.

Familia
Hijo de Antonio Mella Álvarez y Francisca Castillo, casó a los 20 años con Josefa Brea, con quien procreó cuatro hijos: Ramón María, Dominga América, Antonio Nicanor e Idelfonso Mella.

Independentista
Fue miembro fundador del movimiento clandestino La Trinitaria junto a Juan Pablo Duarte y Francisco del Rosario Sánchez.

Patriotismo
A petición suya, Mella fue enterrado envuelto en el lienzo de la Bandera Nacional.
Expulsión
Por proclamar a Duarte presidente, Mella fue enviado al exilio
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