Le niegan trasplante de riñón
Esperando entre la vida y la muerte
Univision News
Le niegan trasplante de riñón
Por: Luis Megid
Lo primero que llama la atención al entrar al pequeño living de Jesús Navarro es una máquina, que si no fuera por varias mangueras transparentes, se parecería bastante a una fotocopiadora de oficina. Ese es el aparato que Jesús usa durante nueve horas diarias para hacerse diálisis. La misma máquina que lo ha mantenido vivo durante los últimos siete años, desde que le dijeron que necesitaba un trasplante de riñón.
Jesús nos dio la bienvenida y nos presentó a su esposa, no solo el amor de su vida, sino la mujer que está donando el riñón que le tendrían que trasplantar. En eso tuvo mucha suerte, porque los exámenes preliminares indican que son compatibles. Juntos, con su hija de tres años, son una familia inmigrante más, pero los riesgos que enfrenta Jesús por su estado migratorio van más allá de la deportación, podrían literalmente costarle la vida.
Está desempleado
Hace unos meses me tocó cubrir la historia de Pacific Steel Casting una compañía en Berkeley California que estaba siendo investigada por el Servicio de Inmigración. La auditoría de trabajadores concluyó en enero con por lo menos 290 despidos, entre ellos estaba Jesús Navarro.
Aunque se quedó sin trabajo, Jesús podrá mantener su seguro médico por 18 y eso cubriría la operación. La pregunta es que ocurre después. MediCal, el programa del gobierno que en California cubre a los pobres, le pagaría por la diálisis, pero no por las costosas medicinas postoperatorias. Las drogas que pueden costar más de $6,000 al mes son esenciales para la recuperación. Esa es la razón que da la Universidad de California para negarse a hacer el trasplante.
Hoy Jesús está en un doble limbo, el inmigratorio y el de su salud. Es un hombre entre la vida y la muerte, pero también es un padre y un esposo esperando un milagro. Mientras tanto esta noche como todas las otras, Jesús tendrá que conectarse durante nueve horas a la máquina que le permite seguir esperando.
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Le niegan trasplante de riñón
Por: Luis Megid
Lo primero que llama la atención al entrar al pequeño living de Jesús Navarro es una máquina, que si no fuera por varias mangueras transparentes, se parecería bastante a una fotocopiadora de oficina. Ese es el aparato que Jesús usa durante nueve horas diarias para hacerse diálisis. La misma máquina que lo ha mantenido vivo durante los últimos siete años, desde que le dijeron que necesitaba un trasplante de riñón.
Jesús nos dio la bienvenida y nos presentó a su esposa, no solo el amor de su vida, sino la mujer que está donando el riñón que le tendrían que trasplantar. En eso tuvo mucha suerte, porque los exámenes preliminares indican que son compatibles. Juntos, con su hija de tres años, son una familia inmigrante más, pero los riesgos que enfrenta Jesús por su estado migratorio van más allá de la deportación, podrían literalmente costarle la vida.
Está desempleado
Hace unos meses me tocó cubrir la historia de Pacific Steel Casting una compañía en Berkeley California que estaba siendo investigada por el Servicio de Inmigración. La auditoría de trabajadores concluyó en enero con por lo menos 290 despidos, entre ellos estaba Jesús Navarro.
Aunque se quedó sin trabajo, Jesús podrá mantener su seguro médico por 18 y eso cubriría la operación. La pregunta es que ocurre después. MediCal, el programa del gobierno que en California cubre a los pobres, le pagaría por la diálisis, pero no por las costosas medicinas postoperatorias. Las drogas que pueden costar más de $6,000 al mes son esenciales para la recuperación. Esa es la razón que da la Universidad de California para negarse a hacer el trasplante.
Hoy Jesús está en un doble limbo, el inmigratorio y el de su salud. Es un hombre entre la vida y la muerte, pero también es un padre y un esposo esperando un milagro. Mientras tanto esta noche como todas las otras, Jesús tendrá que conectarse durante nueve horas a la máquina que le permite seguir esperando.