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EL VOLCÁN "TUNGURAHUA", EN ECUADOR, LANZA TONELADAS DE CENIZAS Y ATERRADORES BRAMIDOS
La reactivación del volcán Tungurahua, situado en el centro andino de Ecuador, provocó la caída de ceniza en ocho poblados cercanos al coloso, informó el Instituto Geofísico. El fenómeno generó una columna de emisión de aproximadamente 8 kilómetros de altura que provocó la caída de cascajo en las poblaciones de Baños, Pillate y Juive, mencionó Efe. El Instituto indicó en un comunicado que ha recibido reportes de caída de ceniza en Baños, Pillate, Juive, Pondoa, Pelileo, Guadalupe, Cevallos y Patate. Además, se reportó el descenso de agua lodosa por las quebradas de Mapayacu, Chontapamba y Achupashal. El volcán Tungurahua, de 5.016 metros de altura y situado a unos 130 kilómetros al sur de Quito, mantiene su actual proceso eruptivo desde 1999, tiempo en el que ha intercalado periodos de gran actividad con lapsos de relativa calma. Su última actividad importante ocurrió a finales de 2011, cuando el Gobierno activó la alerta naranja, la segunda de más intensidad tras la roja, con lo que se puso en marcha los planes de contingencia y abrió los refugios, aunque no llegó a emitir órdenes de evacuación forzosa.
La reactivación del volcán Tungurahua, situado en el centro andino de Ecuador, provocó la caída de ceniza en ocho poblados cercanos al coloso, informó el Instituto Geofísico. El fenómeno generó una columna de emisión de aproximadamente 8 kilómetros de altura que provocó la caída de cascajo en las poblaciones de Baños, Pillate y Juive, mencionó Efe. El Instituto indicó en un comunicado que ha recibido reportes de caída de ceniza en Baños, Pillate, Juive, Pondoa, Pelileo, Guadalupe, Cevallos y Patate. Además, se reportó el descenso de agua lodosa por las quebradas de Mapayacu, Chontapamba y Achupashal. El volcán Tungurahua, de 5.016 metros de altura y situado a unos 130 kilómetros al sur de Quito, mantiene su actual proceso eruptivo desde 1999, tiempo en el que ha intercalado periodos de gran actividad con lapsos de relativa calma. Su última actividad importante ocurrió a finales de 2011, cuando el Gobierno activó la alerta naranja, la segunda de más intensidad tras la roja, con lo que se puso en marcha los planes de contingencia y abrió los refugios, aunque no llegó a emitir órdenes de evacuación forzosa.