El lago Enriquillo bajaría de nivel a partir de 2013
SE ESPERA NO HAYA TORMENTAS NI HURACANES QUE IMPACTEN LA REGIÓN SUROESTE
Por Solange de la Cruz Matos
Santo Domingo.- De forma casi imperceptible, el lago Enriquillo ha empezado a bajar su nivel, conforme las últimas mediciones hechas por un equipo de investigadores del Instituto de Física de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) que realiza un estudio para determinar las causas por las cuales ese cuerpo de agua ha estado engullendo las tierras de su entorno a medida que ha ido creciendo.
El equipo es dirigido por el físico Ramón Delanoy, catedrático de la referida universidad.
“El lago actualmente está bajando lentamente. Ha disminuido con relación a octubre de 2011”, asegura el investigador, situación que podría revertirse si la zona es impactada por las lluvias de mayo o durante la temporada ciclónica.
“Hemos calculado que a fi nales de este año o a principios de 2013 el lago comenzará a bajar (de manera consistente) si no hay tormentas o huracanes que efecten la zona”, proceso que tardaría entre cuatro y cinco años hasta recuperar su nivel natural.
Al retirarse el lago, gran parte de la tierra que hoy está bajo las aguas quedará saturada de sales, lo que impediría su cultivo a menos que el Estado invierta recursos para eliminar las capas superiores, que es donde se concentran las sales, y construya muros con ese mismo material para prevenir nuevas incursiones del lago, ha propuesto, al tiempo que considera que en el futuro inmediato lo más conveniente es trasladar a las personas afectadas a zonas donde puedan reactivar sus actividades productivas lo más pronto posible.
Pero, ¿en qué se basa este investigador para avalar sus consideraciones? Se fundamenta en las conclusiones obtenidas durante el primer año de la implementación de la referida investigación, titulada “Modelación de los procesos geodinámico e hidrodinámico del lago Enriquillo a partir de datos geocronológicos obtenidos con técnicas analíticas nucleares”. El estudio, que está siendo fi nanciado por el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCyT) tras haber ganado un concurso, se inició en 2010 y se extenderá por dos años más.
Hallazgos iniciales
Las primeras conclusiones sobre las causas de la cre- cida del lago apuntan a los fenómenos meteorológicos extremos que han impactado la región, depositando en las sierras de Neyba y Bahoruco una gran cantidad de agua, que ha estado siendo liberada paulatinamente en los últimos años. Los fenómenos de referencia son las tormentas Odette, en 2003; Alpha, en 2005; Olga y Noel, en 2007; Gustav, Ike y Hanna, en 2008; Ana, en 2009, y Alex, en 2010.
“Desde 2004 el lago comienza a ascender como consecuencia de la tormenta Odette, la cual produjo la crecida del río Blanco o Soliette y la gran tragedia en Jimaní. A partir de ahí han ocurrido tormentas y huracanes, los cuales han incidido en las cuencas de la región y han depositado grandes cantidades de agua tanto en la sierra de Neyba como en la sierra de Bahoruco. La mayor cantidad de agua no ha ido inmediatamente al lago sino que le llega a través de acuíferos subterráneos varios años después. Por eso la personas se preguntan cómo es que el lago está creciendo si no está lloviendo, y es que el agua que llega cayó hace años y ha estado entrando al lago a traves de conductos subterraneos”, explica Delanoy.
Debido a la gran cantidad de agua dulce que se ha depositado en el lago, informa que ha bajado la salinidad del mismo, lo que constataron con un conjunto de muestras tomadas en el lago a más de 150 metros de la orilla: “La salinidad normal del mar es de 35 gramos de sales disueltas en un litro de agua, y el lago ha tenido valores de 75 gramos en algunos puntos, puesto que no es una salinidad homogénea. Nosotros medimos la salinidad de lago y en las proximidades de La Descubierta, donde están la entrada de agua de Las Barías y otros fl ujos de agua, la salinidad es comparable con el agua de un río. Es tan grande el fl ujo que le está entrando que el agua no llega a mezclarse en esa zona sino que empuja el agua salada”.
También tomaron muestras en las proximidades de Postrer Río y de Neyba, determinando la baja salinidad del agua del lago, “lo que evidencia que por esos puntos está entrando un fl ujo de agua dulce altísimo”. Las mediciones de la salidad por la zona de Duvergé las están realizando en el mes en curso.
Hasta la fecha, todas las muestras confi rman la diminución de la salinidad.
Al respecto, en el resumen del informe se lee lo siguiente: “Ha cambiado la salinidad del lago Enriquillo de un valor elevado, por encima del promedio del mar, hasta valores muy por debajo, evidencia de que lo que ha estado elevando el nivel es el fl ujo de agua que tiene su origen en las lluvias que han estado cayendo en las sierras de Neyba y Bahoruco y en la cuenca misma (del lago)”.
Registra el documento que en febrero de 2011 calcularon que con cada tres metros cúbicos de agua del lago se estaban mezclando unos 250 metros cúbicos de agua procedente del abanico de La Descubierta, tanto superfi cial como subterránea: “Corrientes superfi ciales pudieron ser apreciadas como consecuencia del gran fl ujo de agua dulce que estaba entrando de Las Barías.
También pudieron observarse corrientes de acuíferos subterráneos que están cambiando la salinidad del fondo del lago de un valor hipersalino a valores bajos”.
Delanoy indica que otro aporte adicional de agua al lago es la proveniente del río Yaque del Sur, y considera que las fuentes subterráneas han estado incidiendo en el incremento de nivel de las lagunas de Limón y de Rincón y del lago Azuey o Saumatre, este último localizado en Haití.
Sedimentación en el lago
Otro parámetro de la investigación es la sedimentación del lago Enriquillo, con la fi nalidad de determinar la cantidad y procedencia de los sedimentos que se depositaron en el acuífero con cada fenómeno meteorológico estudiado, y del que está llegando a través de las fuentes subterráneas.
A esos fi nes hicieron perfi les de sedimentos dentro del lago, seccionándolo y seleccionando muestras en diferentes puntos, tomando en cuenta que no tuvieran “grandes perturbaciones como consecuencia de fl ujos repentinos y que no haya mucha dinámica que modifi que el proceso de sedimentación.
A cada sección se le hace una serie de análisis físico-químicos, se determina lo que se llama pérdida por ignición, que está asociada a la materia orgánica que arrastra o a las arcillas, lo que da como resultado las caracteristicas y procedencia del sedimento”, explica.
Indica que a medida que el sedimento se va depositando en el lago, van decayendo isótopos radioactivos, como el plomo 210, el tritio y el carbono 14, que son radiotrazadores naturales, es decir que registran el tiempo, por lo que se puede determinar cuándo llegó hasta allí.
ESTUDIO BATIMÉTRICO
Ramón Delanoy, catedrático del Instituto de Física de la UASD, refiere que con cada evento hidroclimático en la región suroeste se ha arrastrado gran cantidad de sedimento al lago Enriquillo, reduciendo su capacidad de almacenamiento, aunque precisa que en la materia de estudio se trata de un factor menor que investigarán mediante una batimetría para determinar la cantidad de sedimento que se encuentra depositada en el lago: “Nosotros encontramos que en algunos sitios ha disminuido hasta 50 centímetros, y si se extiende a todo el lago es mucho sedimento”.
Para realizar la batimetría recorrerán el lago trazando cuadrículas y utilizando un sonar que irá emitiendo una onda que les permitirá grabar la forma y profundidad del fondo, información que será procesada utilizando programas informáticos especializados.
Por Solange de la Cruz Matos
Santo Domingo.- De forma casi imperceptible, el lago Enriquillo ha empezado a bajar su nivel, conforme las últimas mediciones hechas por un equipo de investigadores del Instituto de Física de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) que realiza un estudio para determinar las causas por las cuales ese cuerpo de agua ha estado engullendo las tierras de su entorno a medida que ha ido creciendo.
El equipo es dirigido por el físico Ramón Delanoy, catedrático de la referida universidad.
“El lago actualmente está bajando lentamente. Ha disminuido con relación a octubre de 2011”, asegura el investigador, situación que podría revertirse si la zona es impactada por las lluvias de mayo o durante la temporada ciclónica.
“Hemos calculado que a fi nales de este año o a principios de 2013 el lago comenzará a bajar (de manera consistente) si no hay tormentas o huracanes que efecten la zona”, proceso que tardaría entre cuatro y cinco años hasta recuperar su nivel natural.
Al retirarse el lago, gran parte de la tierra que hoy está bajo las aguas quedará saturada de sales, lo que impediría su cultivo a menos que el Estado invierta recursos para eliminar las capas superiores, que es donde se concentran las sales, y construya muros con ese mismo material para prevenir nuevas incursiones del lago, ha propuesto, al tiempo que considera que en el futuro inmediato lo más conveniente es trasladar a las personas afectadas a zonas donde puedan reactivar sus actividades productivas lo más pronto posible.
Pero, ¿en qué se basa este investigador para avalar sus consideraciones? Se fundamenta en las conclusiones obtenidas durante el primer año de la implementación de la referida investigación, titulada “Modelación de los procesos geodinámico e hidrodinámico del lago Enriquillo a partir de datos geocronológicos obtenidos con técnicas analíticas nucleares”. El estudio, que está siendo fi nanciado por el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCyT) tras haber ganado un concurso, se inició en 2010 y se extenderá por dos años más.
Hallazgos iniciales
Las primeras conclusiones sobre las causas de la cre- cida del lago apuntan a los fenómenos meteorológicos extremos que han impactado la región, depositando en las sierras de Neyba y Bahoruco una gran cantidad de agua, que ha estado siendo liberada paulatinamente en los últimos años. Los fenómenos de referencia son las tormentas Odette, en 2003; Alpha, en 2005; Olga y Noel, en 2007; Gustav, Ike y Hanna, en 2008; Ana, en 2009, y Alex, en 2010.
“Desde 2004 el lago comienza a ascender como consecuencia de la tormenta Odette, la cual produjo la crecida del río Blanco o Soliette y la gran tragedia en Jimaní. A partir de ahí han ocurrido tormentas y huracanes, los cuales han incidido en las cuencas de la región y han depositado grandes cantidades de agua tanto en la sierra de Neyba como en la sierra de Bahoruco. La mayor cantidad de agua no ha ido inmediatamente al lago sino que le llega a través de acuíferos subterráneos varios años después. Por eso la personas se preguntan cómo es que el lago está creciendo si no está lloviendo, y es que el agua que llega cayó hace años y ha estado entrando al lago a traves de conductos subterraneos”, explica Delanoy.
Debido a la gran cantidad de agua dulce que se ha depositado en el lago, informa que ha bajado la salinidad del mismo, lo que constataron con un conjunto de muestras tomadas en el lago a más de 150 metros de la orilla: “La salinidad normal del mar es de 35 gramos de sales disueltas en un litro de agua, y el lago ha tenido valores de 75 gramos en algunos puntos, puesto que no es una salinidad homogénea. Nosotros medimos la salinidad de lago y en las proximidades de La Descubierta, donde están la entrada de agua de Las Barías y otros fl ujos de agua, la salinidad es comparable con el agua de un río. Es tan grande el fl ujo que le está entrando que el agua no llega a mezclarse en esa zona sino que empuja el agua salada”.
También tomaron muestras en las proximidades de Postrer Río y de Neyba, determinando la baja salinidad del agua del lago, “lo que evidencia que por esos puntos está entrando un fl ujo de agua dulce altísimo”. Las mediciones de la salidad por la zona de Duvergé las están realizando en el mes en curso.
Hasta la fecha, todas las muestras confi rman la diminución de la salinidad.
Al respecto, en el resumen del informe se lee lo siguiente: “Ha cambiado la salinidad del lago Enriquillo de un valor elevado, por encima del promedio del mar, hasta valores muy por debajo, evidencia de que lo que ha estado elevando el nivel es el fl ujo de agua que tiene su origen en las lluvias que han estado cayendo en las sierras de Neyba y Bahoruco y en la cuenca misma (del lago)”.
Registra el documento que en febrero de 2011 calcularon que con cada tres metros cúbicos de agua del lago se estaban mezclando unos 250 metros cúbicos de agua procedente del abanico de La Descubierta, tanto superfi cial como subterránea: “Corrientes superfi ciales pudieron ser apreciadas como consecuencia del gran fl ujo de agua dulce que estaba entrando de Las Barías.
También pudieron observarse corrientes de acuíferos subterráneos que están cambiando la salinidad del fondo del lago de un valor hipersalino a valores bajos”.
Delanoy indica que otro aporte adicional de agua al lago es la proveniente del río Yaque del Sur, y considera que las fuentes subterráneas han estado incidiendo en el incremento de nivel de las lagunas de Limón y de Rincón y del lago Azuey o Saumatre, este último localizado en Haití.
Sedimentación en el lago
Otro parámetro de la investigación es la sedimentación del lago Enriquillo, con la fi nalidad de determinar la cantidad y procedencia de los sedimentos que se depositaron en el acuífero con cada fenómeno meteorológico estudiado, y del que está llegando a través de las fuentes subterráneas.
A esos fi nes hicieron perfi les de sedimentos dentro del lago, seccionándolo y seleccionando muestras en diferentes puntos, tomando en cuenta que no tuvieran “grandes perturbaciones como consecuencia de fl ujos repentinos y que no haya mucha dinámica que modifi que el proceso de sedimentación.
A cada sección se le hace una serie de análisis físico-químicos, se determina lo que se llama pérdida por ignición, que está asociada a la materia orgánica que arrastra o a las arcillas, lo que da como resultado las caracteristicas y procedencia del sedimento”, explica.
Indica que a medida que el sedimento se va depositando en el lago, van decayendo isótopos radioactivos, como el plomo 210, el tritio y el carbono 14, que son radiotrazadores naturales, es decir que registran el tiempo, por lo que se puede determinar cuándo llegó hasta allí.
ESTUDIO BATIMÉTRICO
Ramón Delanoy, catedrático del Instituto de Física de la UASD, refiere que con cada evento hidroclimático en la región suroeste se ha arrastrado gran cantidad de sedimento al lago Enriquillo, reduciendo su capacidad de almacenamiento, aunque precisa que en la materia de estudio se trata de un factor menor que investigarán mediante una batimetría para determinar la cantidad de sedimento que se encuentra depositada en el lago: “Nosotros encontramos que en algunos sitios ha disminuido hasta 50 centímetros, y si se extiende a todo el lago es mucho sedimento”.
Para realizar la batimetría recorrerán el lago trazando cuadrículas y utilizando un sonar que irá emitiendo una onda que les permitirá grabar la forma y profundidad del fondo, información que será procesada utilizando programas informáticos especializados.