El atuendo de carnaval se hace con el corazón

Por: Coralis Orbe

La Vega

Detrás del traje del carnaval y todo el montaje que se adueña de La Vega durante este mes de febrero, hay un equipo de gente que vive esta época del año y se entrega en cuerpo y alma para que la Ciudad Olímpica siga siendo la más visitada.

Durante un recorrido realizado por Mister Tours, dirigido a los medios de comunicación, se pudo apreciar la dedicación y el amor que cada artesano pone en un traje de carnaval.

Nicolás Fernández, maestro artesanal, director de la Escuela de Bellas Artes de La Vega, manifestó que este recinto artístico es uno de los primeros talleres donde se empezó a construir “un rostro para el carnaval”.

“Estamos trabajando desde hace tres meses, en la confección de la careta. Hemos hecho lo mejor para impresionar a la gente y que este carnaval siga siendo lo que es, el más visitado por los dominicanos”, dijo.

Fernández resaltó que siempre se ha preocupado por enseñar a los niños a trabajar la artesanía y a elaborar las máscaras para mantener esta tradición de carnaval y para que nunca falte gente que diseñe las caretas.

Entrega

“Este carnaval se ha mantenido porque los veganos nos hemos preocupado por estimular a los jóvenes a que continúen el trabajo, que es cultural y artístico. Hay que instruir a la juventud para que entienda que esto contribuye con el desarrollo del país”, expresó el maestro, quien se dedica a este trabajo desde 1973.

El costo de una careta, según Fernández, depende de los accesorios que ésta tenga. Entre los 6,7 y 8 mil pesos, son los precios en que oscilan las máscaras. “Si es un grupo de barrio lo ayudamos a que tengan una careta menos costosa, porque la parte lucrativa no es la que importa, sino la fiesta de carnaval. Además el carnaval se desarrolla porque los veganos lo llevamos en la sangre. Cada quien hace su esfuerzo”, puntualizó.

Procedimiento

Elaborar una careta se lleva un tiempo de dos días, pero esto siempre dependerá del diseño. El maestro explicó que el material artesanal que se utiliza es el papel y el almidón. Se le hacen adaptaciones en fibras de vidrio, pero encima del papel. El plástico no se puede utilizar en países como este por las altas temperaturas, comenta.

“Una máscara no es para cubrirse el rostro. Es toda una obra de arte”, indicó.
Con respecto a los trajes de los Diablos Cojuelos, el artesano Francisco Cruz dijo que el disfraz tradicional ha ido variando. “Antes, lo que más se veía era un traje sin colcha, sin ningún tipo de volumen, pero con mucha arandela. Ahora es diferente por el volumen que tienen”, dijo.
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