Caficultores piden asistencia para mejorar la producción y proteger ríos
El presidente de la Confederación Cafetalera Dominicana, Rufino Herrera, manifestó que como resultado de la desatención a los productores del campo, el país ha pasado de un gran exportador a un importador neto de café, sumiendo a la caficultora nacional en una gran crisis.
“En la década del ochenta el país exportaba 693,000 quintales de café anuales y ahora está exportando 104,000 quintales”, informó el dirigente cafetalero, quien de inmediato aclaró que aunque se exporta esa cantidad, República Dominicana tiene que importar 120 mil quintales que compra en Viet Nam y en Haití.
Entrevistado en el matutino “El Bulevar con Pablo McKinney”, por CDN 37, Herrera informó que en los años ochenta el país recibía 79 millones dólares en divisas por exportación de café, pero ahora tan solo “estamos recibiendo 12 millones de dólares”.
“Estamos importando más que el café que exportamos, porque el consumo nacional está muy por encima de la producción”, apuntó el también dirigente de la Asociación de Caficultores “La Esperanza”, de Los Cacaos, San Cristóbal, donde el 90% de las familias viven de la actividad cafetalera.
Afirmó que el deterioro de la producción es el resultado de la desatención técnica y financiera del Gobierno, pues las plantaciones de café tienen que ser renovadas cada 12 años.
Señaló que a pesar de que la Ley 64-00 establece el pago por servicios ambientales, 12 años después de su promulgación no se cumple con esa disposición legal porque aún no dispone de reglamento para su aplicación.
EGEHIG incumple acuerdos
Herrera recordó que ante el deterioro progresivo de las presas por la sedimentación y los daños sociales y productivos para los agricultores y sus familias, se logró firmar, en marzo de 2011, un acuerdo con la Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana (EGEHIG) y el Ayuntamiento de Los Cacaos que proyectaba un cambio significativo en la cultura productiva y la protección de las presas, pero no se ha cumplido nada.
El acuerdo implica un financiamiento de 17 millones de pesos para construir viveros para 300,000 plantas de café por año, becar 100 estudiantes para que asistan a las universidades y el establecimiento de cinco invernaderos para reducir la producción en las laderas de la cuenca de las presas.
Ministerio de Agricultura no responde
El dirigente de los caficultores informó que hace cerca de un año que están solicitando una cita al ministro de Agricultura, Salvador Jiménez, para exponerle la situación de la caficultora, pero no se la concede.
Explicó que siendo un organismo mixto donde participan representantes de los productores, cuatro funcionarios del gobierno y tres de la industria del ramo, después de tantos años sin emitir resoluciones, el director ejecutivo hace lo que quiere.
Denunció que mientras 500 mil familias están alrededor de todas las cuencas del país sobreviviendo como productores de café y cacao, la industria del ramo lo que hace es producir parcialmente e importar para sostener su comercialización.
Citó el caso de Industrias Banilejas, cuyo presidente, Rafael Perelló, anunció que invertirá mil millones de pesos para fomentar café robusta, que en su opinión solo van a resolver el problema de abastecimiento de su empresa.
Los pequeños caficultores no cuentan con recursos para mejorar la producción.
“Eso no lo pueden hacer las 50 mil familias que viven de la caficultura. Necesitamos el apoyo estatal”, reclamó Herrera, quien dijo que con la cantidad de dinero que produce esa cuenca, se pudiera desarrollar la población que la protege.
“En la década del ochenta el país exportaba 693,000 quintales de café anuales y ahora está exportando 104,000 quintales”, informó el dirigente cafetalero, quien de inmediato aclaró que aunque se exporta esa cantidad, República Dominicana tiene que importar 120 mil quintales que compra en Viet Nam y en Haití.
Entrevistado en el matutino “El Bulevar con Pablo McKinney”, por CDN 37, Herrera informó que en los años ochenta el país recibía 79 millones dólares en divisas por exportación de café, pero ahora tan solo “estamos recibiendo 12 millones de dólares”.
“Estamos importando más que el café que exportamos, porque el consumo nacional está muy por encima de la producción”, apuntó el también dirigente de la Asociación de Caficultores “La Esperanza”, de Los Cacaos, San Cristóbal, donde el 90% de las familias viven de la actividad cafetalera.
Afirmó que el deterioro de la producción es el resultado de la desatención técnica y financiera del Gobierno, pues las plantaciones de café tienen que ser renovadas cada 12 años.
Señaló que a pesar de que la Ley 64-00 establece el pago por servicios ambientales, 12 años después de su promulgación no se cumple con esa disposición legal porque aún no dispone de reglamento para su aplicación.
EGEHIG incumple acuerdos
Herrera recordó que ante el deterioro progresivo de las presas por la sedimentación y los daños sociales y productivos para los agricultores y sus familias, se logró firmar, en marzo de 2011, un acuerdo con la Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana (EGEHIG) y el Ayuntamiento de Los Cacaos que proyectaba un cambio significativo en la cultura productiva y la protección de las presas, pero no se ha cumplido nada.
El acuerdo implica un financiamiento de 17 millones de pesos para construir viveros para 300,000 plantas de café por año, becar 100 estudiantes para que asistan a las universidades y el establecimiento de cinco invernaderos para reducir la producción en las laderas de la cuenca de las presas.
Ministerio de Agricultura no responde
El dirigente de los caficultores informó que hace cerca de un año que están solicitando una cita al ministro de Agricultura, Salvador Jiménez, para exponerle la situación de la caficultora, pero no se la concede.
Explicó que siendo un organismo mixto donde participan representantes de los productores, cuatro funcionarios del gobierno y tres de la industria del ramo, después de tantos años sin emitir resoluciones, el director ejecutivo hace lo que quiere.
Denunció que mientras 500 mil familias están alrededor de todas las cuencas del país sobreviviendo como productores de café y cacao, la industria del ramo lo que hace es producir parcialmente e importar para sostener su comercialización.
Citó el caso de Industrias Banilejas, cuyo presidente, Rafael Perelló, anunció que invertirá mil millones de pesos para fomentar café robusta, que en su opinión solo van a resolver el problema de abastecimiento de su empresa.
Los pequeños caficultores no cuentan con recursos para mejorar la producción.
“Eso no lo pueden hacer las 50 mil familias que viven de la caficultura. Necesitamos el apoyo estatal”, reclamó Herrera, quien dijo que con la cantidad de dinero que produce esa cuenca, se pudiera desarrollar la población que la protege.