Argentina: madre de víctima de trata pide 'huesos' de su hija si está muerta
Susana Trimarco, madre de Marita Verón, declaró por tercera vez en el emblemático juicio por la desaparición de su hija, secuestrada y obligada a prostituirse
Ante el tribunal oral, ofreció detalles de los distintos pasos que siguió para tratar de hallar a su hija, secuestrada en la norteña provincia de Tucumán el 3 de abril de 2002, cuando tenía 23 años.
Trimarco afirmó ante los trece acusados por la desaparición de Verón que, gracias a su investigación personal, logró reconstruir "cómo prepararon el secuestro".
Según su testimonio, la joven fue contactada por Patricia Soria, una enfermera de la Maternidad de Tucumán, para que se trasladara hasta ese centro de salud para realizarse unos estudios.
En la madrugada de la desaparición de "Marita", la trabajadora sanitaria realizó varios llamados a la provincia de La Rioja, adonde se cree que fue llevada la joven.
Trimarco señaló, además, a la enfermera como "amiga" de Daniela Milhein, una de las imputadas en este juicio.
"Si está muerta, quiero los huesos de Marita", dijo cuando fue interrogada por la defensa de los acusados, lo que generó un silencio agudo en la sala que obligó a varios de los presentes a bajar la cabeza.
La madre de Verón comenzó, el pasado miércoles, a declarar en este juicio, en el que ya denunció que su hija fue apuñalada, violada, obligada a tener un hijo y drogada para forzarla a prostituirse.
En la búsqueda de su hija, a pesar de las pistas falsas y las amenazas de muerte, Trimarco descubrió evidencias de redes de trata que operan en las provincias argentinas de La Rioja, Tucumán, Buenos Aires, Córdoba y Santa Cruz y logró el rescate de más de un centenar de víctimas.
Desde octubre de 2007, su fundación acoge a mujeres que fueron capturadas por el tráfico de personas y lucha por la recuperación de cerca de 600 personas que aún están cautivas y son buscadas por sus familiares.
Fuente: EFE
Ante el tribunal oral, ofreció detalles de los distintos pasos que siguió para tratar de hallar a su hija, secuestrada en la norteña provincia de Tucumán el 3 de abril de 2002, cuando tenía 23 años.
Trimarco afirmó ante los trece acusados por la desaparición de Verón que, gracias a su investigación personal, logró reconstruir "cómo prepararon el secuestro".
Según su testimonio, la joven fue contactada por Patricia Soria, una enfermera de la Maternidad de Tucumán, para que se trasladara hasta ese centro de salud para realizarse unos estudios.
En la madrugada de la desaparición de "Marita", la trabajadora sanitaria realizó varios llamados a la provincia de La Rioja, adonde se cree que fue llevada la joven.
Trimarco señaló, además, a la enfermera como "amiga" de Daniela Milhein, una de las imputadas en este juicio.
"Si está muerta, quiero los huesos de Marita", dijo cuando fue interrogada por la defensa de los acusados, lo que generó un silencio agudo en la sala que obligó a varios de los presentes a bajar la cabeza.
La madre de Verón comenzó, el pasado miércoles, a declarar en este juicio, en el que ya denunció que su hija fue apuñalada, violada, obligada a tener un hijo y drogada para forzarla a prostituirse.
En la búsqueda de su hija, a pesar de las pistas falsas y las amenazas de muerte, Trimarco descubrió evidencias de redes de trata que operan en las provincias argentinas de La Rioja, Tucumán, Buenos Aires, Córdoba y Santa Cruz y logró el rescate de más de un centenar de víctimas.
Desde octubre de 2007, su fundación acoge a mujeres que fueron capturadas por el tráfico de personas y lucha por la recuperación de cerca de 600 personas que aún están cautivas y son buscadas por sus familiares.
Fuente: EFE