¿Solo para adultos?

Los cadenciosos movimientos de las bailarinas del béisbol invernal preocupan a quienes van al estadio junto a sus hijos

Las bailarinas extranjeras están de moda y son mejor pagadas que cualquier profesional.

Entre una entrada y otra, las conversaciones sobre el béisbol y los vítores a los protagonistas del juego cesan. Es la hora del cadencioso baile que exhiben las bailarinas de los equipos del béisbol invernal.Pero hay momentos en que los bailes no son aptos para menores ya que rozan el límite de la vulgaridad y esta situación preocupa a los asiduos a los estadios del país que suelen presenciar los partidos junto a sus hijos.

elCaribe conversó con decenas de asistentes a los partidos que se celebran en el estadio Quisqueya y la mayoría deploró estos espectáculos.

Las quejas se enfocan en los movimientos pélvicos (golpes de barriga) y las ropas que dejan poco a la imaginación. Las bailarinas son contratadas por los equipos y algunas trabajan para marcas comerciales.

“Vengo con mis tres niños y los traigo para ver el espectáculo del béisbol, no otra cosa”, apuntó Manuel Matos, señor de mediana edad, acompañado por dos varones y una niña.

Cuando las bailarinas inician su rutina los ojos de todos se enfocan en esos movimientos llenos de gracia, pero también cargados de sensualidad. “Deben tener cuidado. Mis hijos son pequeños y es comprometedor exponerlos a ver esos movimientos tan atrevidos”, explicó Freddy Jiménez, también acompañados por sus hijos.

Las porritas son comunes en todos los escenarios deportivos del mundo, incluyendo los mediáticos partidos del sistema universitario de los Estados Unidos y las ligas profesionales de todas las disciplinas. “Uno viene con su familia al play a disfrutar el espectáculo, en las Grandes Ligas no se ve eso”, argumentó Miguel Méndez.

Muchos opinan que en el país se ha tergiversado el trabajo estético y coreográfico para dar cabida a un espectáculo que prioriza el morbo mediante ropas y movimientos que incitan a la lascivia.

“Hace falta más moderación porque la idea es que los niños se vayan adentrando en el pasatiempo nacional y no que vengan a ver esas insinuaciones”, consideró Luchy Almarante.

Las bailarinas extranjeras están de moda y son mejor pagadas que muchos profesionales y técnicos capacitados en diversas áreas y que brindan servicios en el principal pasatiempo nacional.

Antes del inicio de la temporada, los conjuntos anunciaron orgullosos la contratación de estas beldades que en la mayoría de los casos tienen especialización en modelaje y otros talentos artísticos.

Los bailes se realizan sobre el dugout del equipo de la casa y en casos especiales desde el terreno de juego.

Los propios jugadores se muestran extasiados cuando se mueven las bellezas y no se molestan en disimular el est ado de ausencia en que entran en un momento que para muchos caballeros es tan importante como un jonrón por los 411 del prado central.

Entre estos salen a flote los defensores de los bailes. “Esto es lo mejor que tiene el estadio. Han dado vida al play y el ambiente es mucho mejor ahora”, proclamó Arturo Castro, quien se definió como un fanático “que goza su pelota y otras cosas”.

Los descalificados Toros del Este fueron el único equipo que no utilizó los servicios de bailarinas en la presente temporada.

El equilibrio entre la diversión para infantes y para adultos está a cargo de las mascotas, las cuales han superado tiempos en los que también realizaron un trabajo enfocado en los adultos.

Los equipos de la capital han organizado tardes de niños en los partidos de fines de semana y en estos juegos no ha estado presente el baile “caliente”. “Las bailarinas están bien, deben existir, pero con un enfoque más moderado.

“He venido varias veces a las tardes de niños y pienso que son ideales”, dijo Almarante.

Jiménez aseguró que “las mascotas hacen un buen trabajo dirigido a los niños. La del Escogido es la mejor”.

Mascotas como el león Rufo, El Tiguerito, El Toro, El Aguilita, El Elefante y El Potro han elevado el nivel de su trabajo con imaginación y enfoque positivo. l
Actores sobresalientes

El joven Frederick Alexander Arias Molina, quien encarna a Rufo, fue contratado recientemente para fungir como mascota de Arizona en las Grandes.

Los Tigres utilizan a su mascota en promociones con colegios e instituciones que trabajan con niños para cautivar a los infantes.

El Toros ha sido una de las mascotas con más auge en los años recientes y es una de las partes importantes del amplio plan de mercadeo ejecutado por los romanenses.

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