Recuperan fósiles hallados por Darwin hace más de 150 años
Científicos británicos encontraron restos de una veintena de animales recolectados por el científico y que se encontraban perdidos
Crédito foto: AP
El doctor Howard Falcon-Lang, paleontólogo en el Royal Holloway de la Universidad de Londres, explicó este martes que se tropezó con las placas de vidrio que contienen los fósiles en un viejo gabinete de madera que había estado arrumbado en un "rincón sombrío" del inmenso Servicio Geológico Británico (BGS por sus siglas en inglés).
Utilizando una linterna para ver en los cajones y sostener una placa, Falcon-Lang observó que uno de los primeros especímenes que escogió tenía una etiqueta que decía "C. Darwin Esq.".
"Me llevó un tiempo convencerme que era la firma de Darwin en la placa", admitió el paleontólogo, pero agregó que pronto se dio cuenta de que era un especimen "muy importante y pasado por alto".
El experto en fósiles describió la sensación de ver esa famosa firma como "una situación en que tienes el corazón en la boca", y que en ese momento dijo sorprendido: "¡Dios mío, qué he descubierto!".
El hallazgo de Falcon-Lang abarca una colección de 314 placas con especímenes recolectados por Darwin y otros colegas cercanos a él, incluyendo a John Hooker -un botánico y querido amigo de Darwin- y el reverendo John Henslow, mentor de Darwin en Cambridge y cuya hija después de se casó con Hooker.
La primera placa sacada de una polvorienta esquina del BGS resultó ser uno de los especímenes recolectados por Darwin durante su famosa expedición en el HMS Beagle, que cambió la carrera del joven graduado de Cambridge y colocó las bases de su posterior trabajo sobre la evolución.
Falcon-Lang dijo que los fósiles desenterrados -perdidos durante 165 años- muestran que todavía hay más para aprender de un período en la historia que los científicos creían conocer bien.
"Encontrar un tesoro oculto de especímenes perdidos de Darwin del viaje del Beagle es simplemente extraordinario", afirmó Falcon-Lang. Y agregó: "Podemos ver que hay más por aprender, porque hay muchos fósiles muy significativos que no sabíamos que existían".
El paleontólogo señaló que una de las placas más extrañas era de la colección de Hooker: un especimen de prototaxites, un hongo del tamaño de un árbol de 400 millones de años. Hooker había conformado la colección de placas mientras trabajó brevemente en el BGS en 1846, de acuerdo con Royal Holloway.
Las placas -"impresionantes obras de arte", de acuerdo con Falcon-Lang- contienen pedazos de fósiles de madera y plantas en medio de delgadas placas de vidrio, para poder ser estudiadas bajo el microscopio. Algunas de las placas son de 15 centímetros de largo, "grandes pedazos de cristal" según señaló Falcon-Lang.
La Royal Holloway de la Universidad de Londres dijo que los fósiles se "perdieron" debido a que Hooker no los numeró en el "registro formal" de especímenes antes de irse a una expedición al Himalaya. En 1851, los fósiles "sin registrar" fueron movidos al Museo de Geología Práctica en Piccadilly antes de ser transferidos al museo geológico de South Kensington en 1935. Y 50 años después fueron enviados a las oficinas principales del Centro Geológico Británico, ubicado cerca de Nottingham.
Crédito foto: AP
El doctor Howard Falcon-Lang, paleontólogo en el Royal Holloway de la Universidad de Londres, explicó este martes que se tropezó con las placas de vidrio que contienen los fósiles en un viejo gabinete de madera que había estado arrumbado en un "rincón sombrío" del inmenso Servicio Geológico Británico (BGS por sus siglas en inglés).
Utilizando una linterna para ver en los cajones y sostener una placa, Falcon-Lang observó que uno de los primeros especímenes que escogió tenía una etiqueta que decía "C. Darwin Esq.".
"Me llevó un tiempo convencerme que era la firma de Darwin en la placa", admitió el paleontólogo, pero agregó que pronto se dio cuenta de que era un especimen "muy importante y pasado por alto".
El experto en fósiles describió la sensación de ver esa famosa firma como "una situación en que tienes el corazón en la boca", y que en ese momento dijo sorprendido: "¡Dios mío, qué he descubierto!".
El hallazgo de Falcon-Lang abarca una colección de 314 placas con especímenes recolectados por Darwin y otros colegas cercanos a él, incluyendo a John Hooker -un botánico y querido amigo de Darwin- y el reverendo John Henslow, mentor de Darwin en Cambridge y cuya hija después de se casó con Hooker.
La primera placa sacada de una polvorienta esquina del BGS resultó ser uno de los especímenes recolectados por Darwin durante su famosa expedición en el HMS Beagle, que cambió la carrera del joven graduado de Cambridge y colocó las bases de su posterior trabajo sobre la evolución.
Falcon-Lang dijo que los fósiles desenterrados -perdidos durante 165 años- muestran que todavía hay más para aprender de un período en la historia que los científicos creían conocer bien.
"Encontrar un tesoro oculto de especímenes perdidos de Darwin del viaje del Beagle es simplemente extraordinario", afirmó Falcon-Lang. Y agregó: "Podemos ver que hay más por aprender, porque hay muchos fósiles muy significativos que no sabíamos que existían".
El paleontólogo señaló que una de las placas más extrañas era de la colección de Hooker: un especimen de prototaxites, un hongo del tamaño de un árbol de 400 millones de años. Hooker había conformado la colección de placas mientras trabajó brevemente en el BGS en 1846, de acuerdo con Royal Holloway.
Las placas -"impresionantes obras de arte", de acuerdo con Falcon-Lang- contienen pedazos de fósiles de madera y plantas en medio de delgadas placas de vidrio, para poder ser estudiadas bajo el microscopio. Algunas de las placas son de 15 centímetros de largo, "grandes pedazos de cristal" según señaló Falcon-Lang.
La Royal Holloway de la Universidad de Londres dijo que los fósiles se "perdieron" debido a que Hooker no los numeró en el "registro formal" de especímenes antes de irse a una expedición al Himalaya. En 1851, los fósiles "sin registrar" fueron movidos al Museo de Geología Práctica en Piccadilly antes de ser transferidos al museo geológico de South Kensington en 1935. Y 50 años después fueron enviados a las oficinas principales del Centro Geológico Británico, ubicado cerca de Nottingham.