Operación chapeo contra la delincuencia
Por: Alejandro SantanaLas altas instancias policiales, militares, judiciales y ministerio publico parece que tendrán que avocarse a una operación profunda de depuración de su personal como medida para comenzar a controlar y erradicar la corrupción en esos estamentos de la vida nacional.
Y señalo esas instancias porque son las que persiguen, acusan y condenan a quienes con sus acciones violan preceptos jurídicos establecidos en nuestra constitución y código procesar penal.
Pero en esas instancias existen personeros violadores de esos preceptos, personas que con sus acciones ponen en peligro la dignidad de sus instituciones.
Quiero decir que jueces corruptos, policías y militares delincuentes y fiscales comerciantes y vinculados a malas acciones pudieran ser enjuiciados y recibir sanciones ejemplarizadoras, sin ningún tipo de contemplaciones porque ellos son los actores principales en la lucha contra delitos y corrupción.
Con este señalamiento no estoy inventando nada, estoy haciendo acopio de los hechos que día tras días ocurren en nuestro país, donde en cada atraco o robo hay un miembro de las instituciones armadas y en cada desiciòn jurídica aplicada inadecuadamente hay la mano de esos dos principales actores, jueces y fiscales.
Si nuestras autoridades estuvieran persiguiendo a quienes delinquen, si los fiscales instrumentaran los expedientes adecuadamente y si nuestros jueces aplicaran las sanciones que señala la ley, la inseguridad ciudadana no fuera una de nuestras pesadillas.
El periódico Hoy de fecha, Marte 3 de enero del 2012, editorializó con el titulo ,,”para muestra un botón”, analizando el hecho de que un prófugo de la justicia pudo ingresar a las filas de La Fuerza Aérea Dominicana, burlando el supuesto sistema de depuración de la Institución.
En la misma fecha, ciudadanos residentes en la comunidad de Tamayo de la Provincia Bahoruco, denunciaron en vivo a todo el país el estado de incertidumbre que se vive en esa comunidad donde ya van tres muertos, varios heridos, en hechos donde se identifica a personas, pero tampoco hay un solo detenido.
Habría que preguntarse,”es que hay miedo por parte de nuestras autoridades en actuar”, apresando a actores señalados, fiscales investigando las denuncias y haciendo los sometimientos de ley para que los jueces actúen.
Pero si observamos la preocupación de los banilejos frente a los hechos de violencia y lo escandalizados que están los sancristobalences frente a los hechos de violencia que allí ocurren, habrían muchos botones que exhibir para que nuestras autoridades actúen.
En piases organizados ya se habrían formado instancias dirigidas por esos mismos actores con la responsabilidad de apresar a quienes estén delinquiendo sin importar quienes sean, sometiéndolos a la justicia y sancionándolos de manera ejemplarizadora sin importar, rangos, estatus y posición económica.
Parece que el Estado deber asumir como una de sus prioridades nacionales, la erradicación de la delincuencia invirtiendo los recursos que sean para que esto funcione adecuadamente si es que se quiere que retornemos a los años en que vivir en cualquier parte del territorio era una delicia.