No había cáncer en tiroides de presidenta Fernández

BUENOS AIRES, Argentina — La presidenta Cristina Fernández no padecía cáncer después de todo, informaron sus médicos.

Luego de que algunos de los más eminentes cirujanos y oncólogos argentinos le extirparon completamente la glándula tiroides a la mandataria, los análisis no revelaron la presencia de células cancerosas en el tejido, dijo el sábado el secretario de comunicación pública de la presidencia, Alfredo Scoccimarro.

"La Unidad Médica Presidencial tiene la satisfacción de comunicar que el equipo del Hospital Universitario Austral informó que el estudio histopatológico descartó la presencia de células cancerígenas en las glándulas tiroides, modificando así el diagnóstico inicial", dijo Scoccimaro.

Por lo tanto, Fernández no tendrá siquiera que tragar el yodo radiactivo que suele suministrarse a los pacientes tras una cirugía por cáncer tiroideo para cerciorarse de que muera cualquier célula cancerosa restante, señaló el portavoz.

Fernández se sometió a la cirugía el miércoles, apenas 25 días después de que comenzó su segundo mandato. Se le ha dado de alta y la mandataria se recupera en la residencia presidencial de Olivos, en las afueras de Buenos Aires,

El problema es que, al carecer ahora de la tiroides, la presidenta de 58 años deberá tomar una terapia de reemplazo hormonal por el resto de su vida.

Los diagnósticos preoperatorios de cáncer tiroideo resultan extremadamente difíciles. Los expertos señalan que sería imposible determinar si las células que se han desarrollado en la glándula son benignas o malignas sin retirar por lo menos parte de la tiroides.

Muchos médicos optan por extirpar toda la glándula, de manera preventiva.
En el caso de Fernández, hicieron falta análisis postoperatorios para mostrar que las células en cuestión eran un "adenoma" y no un "carcinoma".

La "histología fue informada como adenomas foliculares, por lo que de acuerdo a este favorable diagnóstico el equipo médico consideró que el tratamiento aplicado es suficiente, no siendo necesario la administración de yodo radioactivo", añadió Scoccimaro.

Fernández expresó su agradecimiento al cuerpo médico encabezado por el jefe de cirugía del Hospital Austral, Pedro Saco, oncólogo especializado en tumores del cuello y la cabeza.
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