LAS PROPUESTAS DE LOS CANDIDATOS Y LA MISERIA DEL SUR
Por Balbueno Medina
Cada vez que se inicia un proceso electoral, en el que los candidatos de los diferentes partidos políticos, tanto locales como nacionales recorren la geografía nacional se abren nuevas esperanzas para los desamparados habitantes de la región Sur del país, los cuales ven desvanecer las promesas de cambio tan pronto como pasan las elecciones.
Nosotros, al igual que los residentes en la llamada región Enriquillo, que vienen sufriendo en carne propia los rigores de la más espantosa miseria que cualquier ser humano puede padecer, albergamos las esperanzas en que las promesas que han hecho los principales candidatos presidenciales Danilo Medina e Hipólito Mejía, esta vez no caigan en el vacío, porque representaría la mayor frustración que pudieran recibir.
No ha habido forma de que presidentes, Ministros de Turismo, legisladores y personalidades comprometidas con el desarrollo del gran potencial natural con que cuenta la región Sur del país, haya cumplido con las promesas de cambio que le han hecho a sus habitantes, la mayoría de los cuales han tenido que salir huyendo de la zona para no morir en medio de la más singular pobreza que se registra en la nación.
No es posible que los intereses de tres o cuatro empresarios puedan tener más poder que los tres poderes que representan al Estado dominicano y que las promesas que en cada torneo electoral hacen los candidatos a posiciones electivas, sigan consumiendo en la frustración a la gente del Sur, que una vez más, en esta ocasión ha decidido creer en las propuestas de los candidatos del PRD y del PLD como fórmula definitiva a la solución de sus problemas.
Sin embargo, debemos reconocer que aunque las autoridades de los diferentes gobiernos no han podido cumplir con sus compromisos de desarrollar el potencial turístico y minero de la región Sur del país, también debemos destacar que sectores poderosos que se han nutrido de la miseria espantosa que padece esa zona, se han constituido en una retranca para que se produzcan los cambios que se necesitan para desarrollar esas potencialidades.
Desde luego, que hay quienes infieren que el bloqueo que se ha mantenido de manera indefinida al desarrollo de las potencialidades naturales del Sur, obedece a que tanto esos sectores internos como los funcionarios que asumen posiciones en cada gobierno, son sonsacados o comprados por quienes se oponen a esas iniciativas desarrollistas a favor de la zona.
Ante esa situación, que al parecer luce recurrente y que por más gobiernos que hemos tenido, no ha podido ser frenada y enfrenta como demandan las circunstancias, los candidatos Danilo Medina e Hipólito Mejía, deben firmar un compromiso con las organizaciones más progresistas y comprometidas con el desarrollo de la región Sur del país, a fin de que los deseos y aspiraciones de su gente puedan ser cristalizadas en una nueva gestión gubernamental.
Con el desarrollo de las potencialidades del turismo y los recursos mineros con que cuenta la región Sur del país, gana esa zona, el gobierno y toda la nación porque se crearían las fuentes de trabajo que necesitamos promover en medio de la presente crisis mundial y disminuirían los cordones de miseria que rodean la capital dominicana, porque la mayoría de la gente que reside en los varios pobres retornarían a sus pueblos por el cambio de las condiciones sociales y humanas.
De esa manera, el próximo presidente que tenga la República, no solo hará justicia al crear mayores riquezas y bienestar a la región Sur del país, sino que ayudará a bajar los niveles de violencia y delincuencia que se registran en la sociedad dominicana, alentadas principalmente por la falta de empleos y oportunidades que tiene la gente para poder desarrollarse y vivir humanamente como Dios manda.
Ojala que las promesas de nuestros cANdidatos Danilo Medina e Hipólito Mejía, no caigan en el vacio como las tantas promesas que nos han hecho en el pasado quienes han aspirado a posiciones publicas y que al asumir cualquiera de los dos a la presidencia de la República, no se dejen confundir y seducir por quienes hace décadas se han opuesto al desarrollo turístico, agrícola y minero de la más grande reserva natural con que cuenta la nación, que lo es nuestro olvidado Sur del país, el cual todavía a pesar del olvido y las vejaciones sigue existiendo con la miseria acuesta de su gente.
Cada vez que se inicia un proceso electoral, en el que los candidatos de los diferentes partidos políticos, tanto locales como nacionales recorren la geografía nacional se abren nuevas esperanzas para los desamparados habitantes de la región Sur del país, los cuales ven desvanecer las promesas de cambio tan pronto como pasan las elecciones.
Nosotros, al igual que los residentes en la llamada región Enriquillo, que vienen sufriendo en carne propia los rigores de la más espantosa miseria que cualquier ser humano puede padecer, albergamos las esperanzas en que las promesas que han hecho los principales candidatos presidenciales Danilo Medina e Hipólito Mejía, esta vez no caigan en el vacío, porque representaría la mayor frustración que pudieran recibir.
No ha habido forma de que presidentes, Ministros de Turismo, legisladores y personalidades comprometidas con el desarrollo del gran potencial natural con que cuenta la región Sur del país, haya cumplido con las promesas de cambio que le han hecho a sus habitantes, la mayoría de los cuales han tenido que salir huyendo de la zona para no morir en medio de la más singular pobreza que se registra en la nación.
No es posible que los intereses de tres o cuatro empresarios puedan tener más poder que los tres poderes que representan al Estado dominicano y que las promesas que en cada torneo electoral hacen los candidatos a posiciones electivas, sigan consumiendo en la frustración a la gente del Sur, que una vez más, en esta ocasión ha decidido creer en las propuestas de los candidatos del PRD y del PLD como fórmula definitiva a la solución de sus problemas.
Sin embargo, debemos reconocer que aunque las autoridades de los diferentes gobiernos no han podido cumplir con sus compromisos de desarrollar el potencial turístico y minero de la región Sur del país, también debemos destacar que sectores poderosos que se han nutrido de la miseria espantosa que padece esa zona, se han constituido en una retranca para que se produzcan los cambios que se necesitan para desarrollar esas potencialidades.
Desde luego, que hay quienes infieren que el bloqueo que se ha mantenido de manera indefinida al desarrollo de las potencialidades naturales del Sur, obedece a que tanto esos sectores internos como los funcionarios que asumen posiciones en cada gobierno, son sonsacados o comprados por quienes se oponen a esas iniciativas desarrollistas a favor de la zona.
Ante esa situación, que al parecer luce recurrente y que por más gobiernos que hemos tenido, no ha podido ser frenada y enfrenta como demandan las circunstancias, los candidatos Danilo Medina e Hipólito Mejía, deben firmar un compromiso con las organizaciones más progresistas y comprometidas con el desarrollo de la región Sur del país, a fin de que los deseos y aspiraciones de su gente puedan ser cristalizadas en una nueva gestión gubernamental.
Con el desarrollo de las potencialidades del turismo y los recursos mineros con que cuenta la región Sur del país, gana esa zona, el gobierno y toda la nación porque se crearían las fuentes de trabajo que necesitamos promover en medio de la presente crisis mundial y disminuirían los cordones de miseria que rodean la capital dominicana, porque la mayoría de la gente que reside en los varios pobres retornarían a sus pueblos por el cambio de las condiciones sociales y humanas.
De esa manera, el próximo presidente que tenga la República, no solo hará justicia al crear mayores riquezas y bienestar a la región Sur del país, sino que ayudará a bajar los niveles de violencia y delincuencia que se registran en la sociedad dominicana, alentadas principalmente por la falta de empleos y oportunidades que tiene la gente para poder desarrollarse y vivir humanamente como Dios manda.
Ojala que las promesas de nuestros cANdidatos Danilo Medina e Hipólito Mejía, no caigan en el vacio como las tantas promesas que nos han hecho en el pasado quienes han aspirado a posiciones publicas y que al asumir cualquiera de los dos a la presidencia de la República, no se dejen confundir y seducir por quienes hace décadas se han opuesto al desarrollo turístico, agrícola y minero de la más grande reserva natural con que cuenta la nación, que lo es nuestro olvidado Sur del país, el cual todavía a pesar del olvido y las vejaciones sigue existiendo con la miseria acuesta de su gente.