La honda inequidad en el sistema de pensiones
Por Marlenys Ferreras
www.mipais.com.do/
Con 68 años dedicados a la administración pública, Aquino Herasme Matos, de 90, lucha para ser pensionado por sus más de seis décadas al servicio del Estado. Mientras que en algunas instituciones retribuyen a sus empleados con solo tener cuatro años de labor.
El anciano cuenta que fue nombrado en el 1947 como fiscalizador del Juzgado de Paz en San Juan de la Maguana, luego en la década de los 50 fue contratado como supervisor de la construcción de la carretera de Navarrete Manzanillo en el Cibao, también formó parte del equipo que construyó el puente flotante Juan Bosch y hasta hace poco, laboraba en el departamento de Servicios Generales de la Oficina Técnica de Transporte donde devengaba un salario de 5 mil pesos mensuales.
En la primera gestión de Leonel Fernández fue condecorado con la medalla “Al Mérito” por el tiempo que lleva en el servicio público. Distinción que no le ha servido de nada.
Historias como esas existen en muchos lugares de este país, gente que se consagra al trabajo por largos años y recibe a cambio una pensión de miseria que no les alcanza para vivir. Algunos pasan la vida esperando por una jubilación que nunca llega.
Un sector que siempre ha sido maltratado y desvalorizado es el magisterial, gente con más de tres décadas en el desempeño como maestros y a su retiro son compensados una cantidad tan diminuta, que no les rinde ni para comprar ni los medicamentos que necesiten.
María Gil es una profesora que duró 35 años en ejercicio y a cambio le fue dada una pensión de tres mil pesos.
“Eso es una burla, durar una vida entera rompiéndome la garganta en una aula y que al final le paguen un menudito que no da ni para comprar una receta, porque el seguro médico de los maestro es un fiasco también. Es como si el esfuerzo de uno no valiera nada” expresa.
Con esa queja viven miles de educadores, que se retiran de su labor sin más mérito que el agradecimiento de sus alumnos.
El 80% de los pensionados de la República Dominicana cobran una cantidad aproximada de 5 milpesos, según la Federación de Asociaciones de Trabajadores Pensionados.
Algunas de esas personas no están ni siquiera incluidas en el sistema de seguridad social, lo que los vuelve más menesterosos aun.
Una queja reciente, es la de miles de trabajadores cañeros, quienes se congregan en las inmediaciones del Instituto Dominicano de la Seguridad Social, en demanda de 1,557 pensiones al igual número de trabajadores que, de los que muchos llevan 60 años de trabajo en los campos de caña.
Jesús Núñez, presidente de la Federación de Trabajadores Cañeros, dice que el monto de las que se han otorgado, asciende a 5,117.00, cantidad que no les alcanza para cubrir sus gastos.
La condición de vida de esas personas que han dedicado la mayoría de sus años al trabajo duro y honrado, es deplorable, mientras que otros con menos tiempo y sin mucho esfuerzo gozan de privilegios y viven en total abundancia.
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Con 68 años dedicados a la administración pública, Aquino Herasme Matos, de 90, lucha para ser pensionado por sus más de seis décadas al servicio del Estado. Mientras que en algunas instituciones retribuyen a sus empleados con solo tener cuatro años de labor.
El anciano cuenta que fue nombrado en el 1947 como fiscalizador del Juzgado de Paz en San Juan de la Maguana, luego en la década de los 50 fue contratado como supervisor de la construcción de la carretera de Navarrete Manzanillo en el Cibao, también formó parte del equipo que construyó el puente flotante Juan Bosch y hasta hace poco, laboraba en el departamento de Servicios Generales de la Oficina Técnica de Transporte donde devengaba un salario de 5 mil pesos mensuales.
En la primera gestión de Leonel Fernández fue condecorado con la medalla “Al Mérito” por el tiempo que lleva en el servicio público. Distinción que no le ha servido de nada.
Historias como esas existen en muchos lugares de este país, gente que se consagra al trabajo por largos años y recibe a cambio una pensión de miseria que no les alcanza para vivir. Algunos pasan la vida esperando por una jubilación que nunca llega.
Un sector que siempre ha sido maltratado y desvalorizado es el magisterial, gente con más de tres décadas en el desempeño como maestros y a su retiro son compensados una cantidad tan diminuta, que no les rinde ni para comprar ni los medicamentos que necesiten.
María Gil es una profesora que duró 35 años en ejercicio y a cambio le fue dada una pensión de tres mil pesos.
“Eso es una burla, durar una vida entera rompiéndome la garganta en una aula y que al final le paguen un menudito que no da ni para comprar una receta, porque el seguro médico de los maestro es un fiasco también. Es como si el esfuerzo de uno no valiera nada” expresa.
Con esa queja viven miles de educadores, que se retiran de su labor sin más mérito que el agradecimiento de sus alumnos.
El 80% de los pensionados de la República Dominicana cobran una cantidad aproximada de 5 milpesos, según la Federación de Asociaciones de Trabajadores Pensionados.
Algunas de esas personas no están ni siquiera incluidas en el sistema de seguridad social, lo que los vuelve más menesterosos aun.
Una queja reciente, es la de miles de trabajadores cañeros, quienes se congregan en las inmediaciones del Instituto Dominicano de la Seguridad Social, en demanda de 1,557 pensiones al igual número de trabajadores que, de los que muchos llevan 60 años de trabajo en los campos de caña.
Jesús Núñez, presidente de la Federación de Trabajadores Cañeros, dice que el monto de las que se han otorgado, asciende a 5,117.00, cantidad que no les alcanza para cubrir sus gastos.
La condición de vida de esas personas que han dedicado la mayoría de sus años al trabajo duro y honrado, es deplorable, mientras que otros con menos tiempo y sin mucho esfuerzo gozan de privilegios y viven en total abundancia.