El miedo a asumir la negritud
Por: Marlenys Ferreras
/www.mipais.com/
El miedo a asumir la negritud
Culturalmente se tiende a renegar de las características heredadas de los antepasados africanos. Muchas personas consideran el color negro como sinónimo de fealdad y negatividad. Del tal forma que rechazan ser llamados así, a pesar de que su color de piel encaje en esa clasificación.
En la República Dominicana, existe un particular e injustificado racismo, a sabiendas de que es una nación mezcla de culturas y colores, donde los rasgos más predominantes vienen por herencia de los esclavos africanos, que en la época de la colonización fueron traídos a la isla y en menor grado de españoles y de otros emigrantes.
La gente prefiere ser llamada morena, que en latín es negra, o indio, que no es un color de piel, o de cualquier otra forma y comúnmente utiliza innumerables términos despectivos y ofensivos para referirse al color oscuro.
El negro es comida de puerco, pensar como negros, tenía que ser un negro, son algunas de las expresiones que se usan, para aminorar.
“Es una cuestión de cultural, no hay una identidad definida, y por tanto algunos niegan lo que son. Es muy común en esta sociedad, la gente acostumbra a buscar pareja de tez clara con la convicción de que hay que refinar la raza. También es un asunto de educación”, expresa el sociólogo José Enrique Espinal.
Se cree que los individuos generalmente con un limitado nivel intelectual, son más propensos a mantener ese tipo de actitudes raciales, pero no es así. Gente con un alto nivel intelectual también mantiene esa postura.
“Es curioso, pero en el país sí existe el racismo, aunque no de forma muy marcada como en otros países donde las barreras que separan a los blancos de los negros es bastante fuerte, pero si existe un complejo”, dice Espinal.
El afán por querer cambiar ciertas características físicas que denotan los orígenes del pueblo dominicano, es muestra del rechazo existente.
“Hay personas constantemente luchan por lograr lucir como blancos, lo que significa que hay complejo y rechazo de ser negros”, afirma el sociólogo.
No se pude negar, que gran parte de la población siente un cierto repudio por los haitianos, de los que muchas veces son tratados de forma desdeñosa. Tal vez ese repudio tenga que ver más con su estado de pobreza que con su color de tez, posiblemente por ello, se tienda a comparar lo negro con lo negativo.
El intercambio de información que llega a través de los medios de comunicación y de intercepción de otras culturas, alimenta esa repulsión absurda, que resta autenticidad.
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El miedo a asumir la negritud
Culturalmente se tiende a renegar de las características heredadas de los antepasados africanos. Muchas personas consideran el color negro como sinónimo de fealdad y negatividad. Del tal forma que rechazan ser llamados así, a pesar de que su color de piel encaje en esa clasificación.
En la República Dominicana, existe un particular e injustificado racismo, a sabiendas de que es una nación mezcla de culturas y colores, donde los rasgos más predominantes vienen por herencia de los esclavos africanos, que en la época de la colonización fueron traídos a la isla y en menor grado de españoles y de otros emigrantes.
La gente prefiere ser llamada morena, que en latín es negra, o indio, que no es un color de piel, o de cualquier otra forma y comúnmente utiliza innumerables términos despectivos y ofensivos para referirse al color oscuro.
El negro es comida de puerco, pensar como negros, tenía que ser un negro, son algunas de las expresiones que se usan, para aminorar.
“Es una cuestión de cultural, no hay una identidad definida, y por tanto algunos niegan lo que son. Es muy común en esta sociedad, la gente acostumbra a buscar pareja de tez clara con la convicción de que hay que refinar la raza. También es un asunto de educación”, expresa el sociólogo José Enrique Espinal.
Se cree que los individuos generalmente con un limitado nivel intelectual, son más propensos a mantener ese tipo de actitudes raciales, pero no es así. Gente con un alto nivel intelectual también mantiene esa postura.
“Es curioso, pero en el país sí existe el racismo, aunque no de forma muy marcada como en otros países donde las barreras que separan a los blancos de los negros es bastante fuerte, pero si existe un complejo”, dice Espinal.
El afán por querer cambiar ciertas características físicas que denotan los orígenes del pueblo dominicano, es muestra del rechazo existente.
“Hay personas constantemente luchan por lograr lucir como blancos, lo que significa que hay complejo y rechazo de ser negros”, afirma el sociólogo.
No se pude negar, que gran parte de la población siente un cierto repudio por los haitianos, de los que muchas veces son tratados de forma desdeñosa. Tal vez ese repudio tenga que ver más con su estado de pobreza que con su color de tez, posiblemente por ello, se tienda a comparar lo negro con lo negativo.
El intercambio de información que llega a través de los medios de comunicación y de intercepción de otras culturas, alimenta esa repulsión absurda, que resta autenticidad.