Promueven tolerancia entre dominicanos y haitianos
Artistas de República Dominicana y de Haití se unirán por primera vez para promover con eventos culturales la tolerancia entre ambos pueblos a fin de prevenir y evitar los constantes roces que han caracterizado su historia.
"La idea es tratar de revivir ese espíritu de solidaridad dominicana que se manifestó claramente en los meses después del terremoto" que destruyó la capital haitiana el 12 de enero del 2010, dijo el viernes a la A el representante del Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR) en Santo Domingo, Gonzalo Vargas Llosa.
La campaña "¡Convivir contó"!, que arranca el viernes con el concierto gratuito "Voces de una isla" en Santo Domingo, es organizada por ACNUR en colaboración con el ministerio dominicano de Cultura, la Unión Europea y otras organizaciones no gubernamentales e internacionales.
El concierto busca promover "la construcción de puentes en las comunidades y luchar contra todas las formas de discriminación", explica el proyecto de ACNUR.
Vargas Llosa recordó que después del sismo, que según las estimaciones del gobierno haitiano dejó más de 300.000 muertos, "todo el mundo fue testigo de la solidaridad" mostrada por el pueblo dominicano, que "abrió sus puertas a los haitianos heridos, a mujeres en los hospitales donde les daban preferencia".
Esas muestra de solidaridad marcaron un hito en las relaciones bilaterales, caracterizadas por 200 años de tensión y conflictos migratorios, que incluyen una invasión haitiana que duró 22 años (1822-1844), discriminación, frecuentes pleitos y la masacre de más de 17.000 haitianos ordenada en 1937 por el entonces dictador Rafael Leónidas Trujillo.
Dos años después del terremoto de 2010, "creemos que es un momento oportuno para tratar de revivir un poco ese espíritu de solidaridad", insistió Vargas Llosa.
La campaña se prolongará durante todo el 2012 con actividades culturales en las principales ciudades de República Dominicana y las zonas rurales donde conviven dominicanos e inmigrantes haitianos en medio de frecuentes roces que generaron en el pasado oleadas de deportaciones masivas.
Además de conciertos con músicos de ambos países, la campaña incluirá teatro de calle en los bateyes, como son conocidos los marginados pueblos ubicados dentro de los cañaverales y que son habitados principalmente por inmigrantes haitianos y sus descendientes.
También se realizarán exposiciones fotográficas y concursos de fotografía cuya temática será la tolerancia.
Vargas Llosa explicó que la campaña no se basará en retórica discursiva e ideológica, sino en "el simbolismo" que representa tener haitianos y dominicanos, incluidos a artistas de los dos países, trabajando juntos.
La campaña se desarrollará en momentos en que diversas organizaciones realizan movilizaciones en protesta por la negativa de las autoridades dominicanas a entregar las actas de nacimiento a miles de persona por su origen haitiano.
La Junta Central Electoral, que administra el registro civil, insiste que la medida fue tomada debido a que muchos inmigrantes declararon fraudulentamente a sus hijos para que obtuvieran de forma ilegal la nacionalidad dominicana.
Según estimaciones de Naciones Unidas, en República Dominicana viven entre 600.000 y un millón de inmigrantes haitianos, la mayoría de forma ilegal, además de un número no cuantificado de dominicanos de origen haitiano.
"La idea es tratar de revivir ese espíritu de solidaridad dominicana que se manifestó claramente en los meses después del terremoto" que destruyó la capital haitiana el 12 de enero del 2010, dijo el viernes a la A el representante del Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR) en Santo Domingo, Gonzalo Vargas Llosa.
La campaña "¡Convivir contó"!, que arranca el viernes con el concierto gratuito "Voces de una isla" en Santo Domingo, es organizada por ACNUR en colaboración con el ministerio dominicano de Cultura, la Unión Europea y otras organizaciones no gubernamentales e internacionales.
El concierto busca promover "la construcción de puentes en las comunidades y luchar contra todas las formas de discriminación", explica el proyecto de ACNUR.
Vargas Llosa recordó que después del sismo, que según las estimaciones del gobierno haitiano dejó más de 300.000 muertos, "todo el mundo fue testigo de la solidaridad" mostrada por el pueblo dominicano, que "abrió sus puertas a los haitianos heridos, a mujeres en los hospitales donde les daban preferencia".
Esas muestra de solidaridad marcaron un hito en las relaciones bilaterales, caracterizadas por 200 años de tensión y conflictos migratorios, que incluyen una invasión haitiana que duró 22 años (1822-1844), discriminación, frecuentes pleitos y la masacre de más de 17.000 haitianos ordenada en 1937 por el entonces dictador Rafael Leónidas Trujillo.
Dos años después del terremoto de 2010, "creemos que es un momento oportuno para tratar de revivir un poco ese espíritu de solidaridad", insistió Vargas Llosa.
La campaña se prolongará durante todo el 2012 con actividades culturales en las principales ciudades de República Dominicana y las zonas rurales donde conviven dominicanos e inmigrantes haitianos en medio de frecuentes roces que generaron en el pasado oleadas de deportaciones masivas.
Además de conciertos con músicos de ambos países, la campaña incluirá teatro de calle en los bateyes, como son conocidos los marginados pueblos ubicados dentro de los cañaverales y que son habitados principalmente por inmigrantes haitianos y sus descendientes.
También se realizarán exposiciones fotográficas y concursos de fotografía cuya temática será la tolerancia.
Vargas Llosa explicó que la campaña no se basará en retórica discursiva e ideológica, sino en "el simbolismo" que representa tener haitianos y dominicanos, incluidos a artistas de los dos países, trabajando juntos.
La campaña se desarrollará en momentos en que diversas organizaciones realizan movilizaciones en protesta por la negativa de las autoridades dominicanas a entregar las actas de nacimiento a miles de persona por su origen haitiano.
La Junta Central Electoral, que administra el registro civil, insiste que la medida fue tomada debido a que muchos inmigrantes declararon fraudulentamente a sus hijos para que obtuvieran de forma ilegal la nacionalidad dominicana.
Según estimaciones de Naciones Unidas, en República Dominicana viven entre 600.000 y un millón de inmigrantes haitianos, la mayoría de forma ilegal, además de un número no cuantificado de dominicanos de origen haitiano.