La importancia de evitar los celos entre hermanos
Por: Marlenys Ferreras
La importancia de evitar los celos entre hermanos
Según la opinión de especialistas, la rivalidad entre hermanos es una condición común, se desarrolla sanamente y la causa es el amor de los padres. El mal manejo de ese tipo de recelo es lo que puede resulta perjudicial.
“De manera inconsciente, muchas veces los padres, alimentan esos celos, que pueden tener consecuencias dañinas para sus hijos”, explica la sicóloga Elizabeth Santana.
Un error común que se comete en la crianza de los hijos, es demostrar inclinación por uno más que por otro. Acentuar los aspectos positivos del preferido y los negativos del marginado, hace que uno se sienta más valorizado que el otro.
“El miedo a perder el cariño de la persona amada, en este caso la madre o el padre, es la razón principal para que surjan esas discrepancias entre hermanos”, señala el sicólogo Luis Alberto Méndez.
Los privilegios y la marginación suelen desarrollarse cuando llega un nuevo miembro a la familia y pueden prolongarse por años si no se les presta el debido cuidado.
"Es más frecuente cuando los niños se llevan pocos años, dos, tres, cuatro y, sobre todo, en el primogénito porque la familia está organizada para atender a un solo niño", afirma la socióloga María Jesús Fuentes.
La situación se puede volver preocupante e incontrolable para los padres si los signos se extienden en el tiempo y el primogénito no llega a comprender que el cariño de la figura materna puede ser compartido.
Esos sentimientos a la larga pueden causar que el afectado exponga a situaciones de riesgo al otro, con lo que causa grandes problemas en toda la familia y a menudo conduce a cortar toda comunicación con “su rival”.
Los expertos consideran también, que los celos son más frecuentes en las familias de dos hijos que en las numerosas.
“Cuando la familia posee muchos hijos, la atención es más compartida, no hay lugar para que uno se sienta menos atendido que el otro”, indica Méndez.
Aun cuando son adultos, muchos hermanos siguen sintiéndose celosos de los demás y lo manifiestan en la más mínima oportunidad, al igual que lo hacían de niños.
Existe otra causa común de la rivalidad entre hermanos, la competencia. Como adultos, estos sentimientos pueden convertirse en los celos por el éxito de uno o el resentimiento hacia el hermano que recibió más privilegios por los padres.
Algunas de las recomendaciones que dan los especialistas para prevenir ese tipo de diferencias son preparar a los niños diciéndoles que se les quiere igual y que no perderán ningún privilegio, trabajar sobre el control de las emociones, aumentar la demostración de afecto y valorar todo lo que hagan.
Marlenys Ferreras
www.mipais.com.do
www.clickdemipais.com
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Según la opinión de especialistas, la rivalidad entre hermanos es una condición común, se desarrolla sanamente y la causa es el amor de los padres. El mal manejo de ese tipo de recelo es lo que puede resulta perjudicial.
“De manera inconsciente, muchas veces los padres, alimentan esos celos, que pueden tener consecuencias dañinas para sus hijos”, explica la sicóloga Elizabeth Santana.
Un error común que se comete en la crianza de los hijos, es demostrar inclinación por uno más que por otro. Acentuar los aspectos positivos del preferido y los negativos del marginado, hace que uno se sienta más valorizado que el otro.
“El miedo a perder el cariño de la persona amada, en este caso la madre o el padre, es la razón principal para que surjan esas discrepancias entre hermanos”, señala el sicólogo Luis Alberto Méndez.
Los privilegios y la marginación suelen desarrollarse cuando llega un nuevo miembro a la familia y pueden prolongarse por años si no se les presta el debido cuidado.
"Es más frecuente cuando los niños se llevan pocos años, dos, tres, cuatro y, sobre todo, en el primogénito porque la familia está organizada para atender a un solo niño", afirma la socióloga María Jesús Fuentes.
La situación se puede volver preocupante e incontrolable para los padres si los signos se extienden en el tiempo y el primogénito no llega a comprender que el cariño de la figura materna puede ser compartido.
Esos sentimientos a la larga pueden causar que el afectado exponga a situaciones de riesgo al otro, con lo que causa grandes problemas en toda la familia y a menudo conduce a cortar toda comunicación con “su rival”.
Los expertos consideran también, que los celos son más frecuentes en las familias de dos hijos que en las numerosas.
“Cuando la familia posee muchos hijos, la atención es más compartida, no hay lugar para que uno se sienta menos atendido que el otro”, indica Méndez.
Aun cuando son adultos, muchos hermanos siguen sintiéndose celosos de los demás y lo manifiestan en la más mínima oportunidad, al igual que lo hacían de niños.
Existe otra causa común de la rivalidad entre hermanos, la competencia. Como adultos, estos sentimientos pueden convertirse en los celos por el éxito de uno o el resentimiento hacia el hermano que recibió más privilegios por los padres.
Algunas de las recomendaciones que dan los especialistas para prevenir ese tipo de diferencias son preparar a los niños diciéndoles que se les quiere igual y que no perderán ningún privilegio, trabajar sobre el control de las emociones, aumentar la demostración de afecto y valorar todo lo que hagan.
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