El narcotráfico invade la pantalla chica
Por: Marlenys Ferreras
El narcotráfico invade la pantalla chica
El narcotráfico invade la pantalla chica
El tema del narcotráfico ha estado latente en la sociedad, pero en los últimos años se ha convertido en material tan común que en las producciones de cine y la televisión lo tratan con total naturalidad.
El comercio de la droga es un cáncer que poco a poco corroe a la población y lo preocupante es que en algunos medios de comunicación lo presentan de una manera en la que las personas lo ven como algo normal y se fascinan con las historias que cuentan.
Muchos canales de televisión han tomado como alternativa para aumentar sus niveles de audiencia, a través de la proyección de programas que relatan hechos relacionados con narcotráfico, mafias y asuntos que penosamente representan la realidad que se vive en la época.
“Los medios de comunicación son canales para llevar mensajes y persuadir al público, lo que se presenta allí, de cierto modo influye en los sus receptores, y en el caso de esas historias, que son presentadas de una forma que cautiva al público y se llega a sentir admiración por los personajes que las conforman”, expresa el sociólogo Leandro Ventura.
En el país son muchas las plantas televisoras que incluyen en su programación, series que noche tras noche captan la atención de miles de televidentes.
“me gusta seguir ese tipo de telenovelas, se aprende mucho sobre lo que se vive en el mundo con lo del narcotráfico todo lo que eso implica”, manifiesta Junior Méndez, un joven espectador.
Lo mismo que ese joven, mucha gente se motiva con esas producciones que además de hablar de drogas, también incluyen temas de sexo, prostitución, dinero fácil y asesinatos que están directamente ligados al narcotráfico.
Desatan opiniones diversas en la población. Así como gran cantidad las aceptan con entusiasmo, otros las condenan por el mensaje negativo que llevan a la ciudadanía. Muchas son proyectadas en horarios poco adecuados por su fuerte contenido.
Ventura cree que a Colombia, uno de los países de donde se importa la mayoría de esas producciones audiovisuales, queda mal parada con esto.
Considera que aunque es una realidad que afecta a muchos países latinoamericanos la que se muestra en esas producciones, queda una imagen negativa.
“Aunque se hagan con el fin de entretener, lo cautivadoras que suelen ser, el mensaje que carga es pernicioso, aun mas para las nuevas generaciones, que son los principales seguidores. Son los que llegan a mostrar interés y admiración por la manera en que se desenvuelven sus personajes”, explica.
Insiste en que no se puede acusar a ese tipo de programas de la desvalorización que se experimenta en la sociedad, pero afirma que es innegable que propagan negatividad.
El comercio de la droga es un cáncer que poco a poco corroe a la población y lo preocupante es que en algunos medios de comunicación lo presentan de una manera en la que las personas lo ven como algo normal y se fascinan con las historias que cuentan.
Muchos canales de televisión han tomado como alternativa para aumentar sus niveles de audiencia, a través de la proyección de programas que relatan hechos relacionados con narcotráfico, mafias y asuntos que penosamente representan la realidad que se vive en la época.
“Los medios de comunicación son canales para llevar mensajes y persuadir al público, lo que se presenta allí, de cierto modo influye en los sus receptores, y en el caso de esas historias, que son presentadas de una forma que cautiva al público y se llega a sentir admiración por los personajes que las conforman”, expresa el sociólogo Leandro Ventura.
En el país son muchas las plantas televisoras que incluyen en su programación, series que noche tras noche captan la atención de miles de televidentes.
“me gusta seguir ese tipo de telenovelas, se aprende mucho sobre lo que se vive en el mundo con lo del narcotráfico todo lo que eso implica”, manifiesta Junior Méndez, un joven espectador.
Lo mismo que ese joven, mucha gente se motiva con esas producciones que además de hablar de drogas, también incluyen temas de sexo, prostitución, dinero fácil y asesinatos que están directamente ligados al narcotráfico.
Desatan opiniones diversas en la población. Así como gran cantidad las aceptan con entusiasmo, otros las condenan por el mensaje negativo que llevan a la ciudadanía. Muchas son proyectadas en horarios poco adecuados por su fuerte contenido.
Ventura cree que a Colombia, uno de los países de donde se importa la mayoría de esas producciones audiovisuales, queda mal parada con esto.
Considera que aunque es una realidad que afecta a muchos países latinoamericanos la que se muestra en esas producciones, queda una imagen negativa.
“Aunque se hagan con el fin de entretener, lo cautivadoras que suelen ser, el mensaje que carga es pernicioso, aun mas para las nuevas generaciones, que son los principales seguidores. Son los que llegan a mostrar interés y admiración por la manera en que se desenvuelven sus personajes”, explica.
Insiste en que no se puede acusar a ese tipo de programas de la desvalorización que se experimenta en la sociedad, pero afirma que es innegable que propagan negatividad.