TURQUÍA ADVIERTE A SIRIA!!! Dice estar preperada para todo, incluso la guerra
ESTAMBIL.- "Nos hemos preparado para todos los escenarios, incluida la guerra". Diplomático, pero nítido. Ahmet Davutoglu, ministro de Exteriores y Turquía, subió este viernes la apuesta en el juego de presiones frente a Siria. No anunció una intervención, pero dejó abierta la opción y no la condicionó a un acuerdo internacional.
Según narran varios diarios turcos, como 'Cumhuriyet', el ministro lamentó que la opinión pública considerara que Turquía actuara "en nombre del bloque occidental" en sus relaciones con Siria. "Esto no es cierto. Estas decisiones nos corresponden a nosotros y no aceptamos consejos de nadie", recalcó.
La advertencia viene dos días después de otra más gráfica: desde el miércoles, el Ejército turco lleva a cabo extensas maniobras a pocos centenares de metros de la frontera siria. Los ejercicios militares cuentan con 40 vehículos y 730 soldados y continuarán hasta el jueves próximo.
"Servirán para poner a prueba la movilización y la comunicación entre los ministerios, las instituciones públicas y el ejército turco en caso de guerra", según un comunicado militar.
Se desarrollan en Hatay, precisamente la provincia vecina a la zona más castigada por la represión policial del régimen de Bashar Asad. Desde estas colinas, ciudades como Jisr Shugour, Idlib o Yebel Zawía, donde se concentran actualmente las revueltas, están a pocas decenas de kilómetros.
Refugiados sirios
En esta misma zona viven 7.000 refugiados sirios en cinco campamentos administrados por la Media Luna Roja. Inicialmente, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, había prometido visitar los campos este domingo, para convencerse de su bienestar y desmentir los rumores, difundidos por la prensa oficial siria, de malos tratos e incluso violaciones de mujeres en su interior. La muerte, este viernes, de su madre ―tenía 83 años y falleció tras una operación de vesícula― le hizo cambiar de planes y cancelar la visita.
El mismo viernes, el coronel sirio Riad Asaad, que desertó de las fuerzas aéreas sirias en julio y ahora vive escondido en un lugar del sur de Turquía, bajo protección de las autoridades turcas, declaró en una larga entrevista a la agencia Reuters que "la guerra es la única opción" de acabar con Bashar Asad. El coronel, de 50 años, asegura coordinar el "Ejército Sirio Libre", compuesto por desertores y disidentes militares, y cuya fuerza podría alcanzar "de 10.000 a 15.000 hombres".
Una pretensión difícil de verificar, ya que esta red, si bien cuenta con las simpatías de la oposición siria que se está organizando en el exilio, no forma parte del Consejo que se está formando para crear un frente unificado.
Eso sí, todos los días hay noticias de tiroteos entre desertores y unidades del ejército, con varios muertos en ambos bandos.
Asaad aseguró a Reuters que no le gustaría ver a soldados extranjeros en Siria, pero que la comunidad internacional debería proporcionar armas a los desertores y establecer una zona de exclusión aérea para facilitar una rebelión armada. Una petición que la oposición siria en el exilio aún no ha pronunciado ―sigue insistiendo en el carácter pacífico de las protestas― aunque dirigentes como Molhem Drobi, miembro de los Hermanos Musulmanes, no la descartan para un futuro próximo.
Según narran varios diarios turcos, como 'Cumhuriyet', el ministro lamentó que la opinión pública considerara que Turquía actuara "en nombre del bloque occidental" en sus relaciones con Siria. "Esto no es cierto. Estas decisiones nos corresponden a nosotros y no aceptamos consejos de nadie", recalcó.
La advertencia viene dos días después de otra más gráfica: desde el miércoles, el Ejército turco lleva a cabo extensas maniobras a pocos centenares de metros de la frontera siria. Los ejercicios militares cuentan con 40 vehículos y 730 soldados y continuarán hasta el jueves próximo.
"Servirán para poner a prueba la movilización y la comunicación entre los ministerios, las instituciones públicas y el ejército turco en caso de guerra", según un comunicado militar.
Se desarrollan en Hatay, precisamente la provincia vecina a la zona más castigada por la represión policial del régimen de Bashar Asad. Desde estas colinas, ciudades como Jisr Shugour, Idlib o Yebel Zawía, donde se concentran actualmente las revueltas, están a pocas decenas de kilómetros.
Refugiados sirios
En esta misma zona viven 7.000 refugiados sirios en cinco campamentos administrados por la Media Luna Roja. Inicialmente, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, había prometido visitar los campos este domingo, para convencerse de su bienestar y desmentir los rumores, difundidos por la prensa oficial siria, de malos tratos e incluso violaciones de mujeres en su interior. La muerte, este viernes, de su madre ―tenía 83 años y falleció tras una operación de vesícula― le hizo cambiar de planes y cancelar la visita.
El mismo viernes, el coronel sirio Riad Asaad, que desertó de las fuerzas aéreas sirias en julio y ahora vive escondido en un lugar del sur de Turquía, bajo protección de las autoridades turcas, declaró en una larga entrevista a la agencia Reuters que "la guerra es la única opción" de acabar con Bashar Asad. El coronel, de 50 años, asegura coordinar el "Ejército Sirio Libre", compuesto por desertores y disidentes militares, y cuya fuerza podría alcanzar "de 10.000 a 15.000 hombres".
Una pretensión difícil de verificar, ya que esta red, si bien cuenta con las simpatías de la oposición siria que se está organizando en el exilio, no forma parte del Consejo que se está formando para crear un frente unificado.
Eso sí, todos los días hay noticias de tiroteos entre desertores y unidades del ejército, con varios muertos en ambos bandos.
Asaad aseguró a Reuters que no le gustaría ver a soldados extranjeros en Siria, pero que la comunidad internacional debería proporcionar armas a los desertores y establecer una zona de exclusión aérea para facilitar una rebelión armada. Una petición que la oposición siria en el exilio aún no ha pronunciado ―sigue insistiendo en el carácter pacífico de las protestas― aunque dirigentes como Molhem Drobi, miembro de los Hermanos Musulmanes, no la descartan para un futuro próximo.