Morir en tiempo de cólera. (segunda parte)
POR: ALEJANDRO SANTANA.
De repente dos actores importantes del sector salud; médicos y enfermeras están en conflicto, uso negando que el paciente haya muerto de cólera, porque ya se le había curado y el otro recurre a negar que sea cierto, asegurando que el cuadro clínico de su pariente fue manejado con negligencia y alega con preocupación que si eso pasó con su pariente, estando ella de por medio que puede pasar con la generalidad de población.
Antes de yo entrar en consideración, debo decir que la mayoría de los médicos del hospital Jaime Mota, incluyendo a quienes dirigen, son de este pueblo, de esta región, hijos de personas conocidas, que han decidido quedarse aquí ejerciendo, atendiendo a conocidos, a hijos de compadres de sus padres, ò, a familiares comunes, que no quieren que se les muera nadie.
Frente a esa apreciación es muy cuesta arriba aceptar que esos hijos de este pueblo dejen morir a un compueblano; y no estoy defendiendo por intereses ni posición política, estoy partiendo de la parte humana de todos los actores del componente salud.
Lo correcto, seria que en nuestro hospital nadie muera, por descuido, pero se debe entender que adiario alguien debe morir y es ley divina: Ahora, quienes están al frente de las direcciones de ese centro no deben conformarse con reuniones, con impartir instrucciones, sino que deben velar que lo dispuesto se cumpla al pie de la letra y que su actuación convenza a los familiares de pacientes que cuando un ser humano está para morir, ningún otro ser humano lo puede evitar.
Pero aunque estas defensas sean validas de que hay que tener mas cuidado en los servicios, hay que tenerlo porque no siempre todo marcha al compás de lo establecido.Hay que eficientizar a un más los servicios, porque quien se queja es una de ustedes, que pertenece aun gremio, igual que ustedes y ella asegura que su pariente Mario de cólera, aunque yo concluyo que murió en los tiempos del cólera
De repente dos actores importantes del sector salud; médicos y enfermeras están en conflicto, uso negando que el paciente haya muerto de cólera, porque ya se le había curado y el otro recurre a negar que sea cierto, asegurando que el cuadro clínico de su pariente fue manejado con negligencia y alega con preocupación que si eso pasó con su pariente, estando ella de por medio que puede pasar con la generalidad de población.
Antes de yo entrar en consideración, debo decir que la mayoría de los médicos del hospital Jaime Mota, incluyendo a quienes dirigen, son de este pueblo, de esta región, hijos de personas conocidas, que han decidido quedarse aquí ejerciendo, atendiendo a conocidos, a hijos de compadres de sus padres, ò, a familiares comunes, que no quieren que se les muera nadie.
Frente a esa apreciación es muy cuesta arriba aceptar que esos hijos de este pueblo dejen morir a un compueblano; y no estoy defendiendo por intereses ni posición política, estoy partiendo de la parte humana de todos los actores del componente salud.
Lo correcto, seria que en nuestro hospital nadie muera, por descuido, pero se debe entender que adiario alguien debe morir y es ley divina: Ahora, quienes están al frente de las direcciones de ese centro no deben conformarse con reuniones, con impartir instrucciones, sino que deben velar que lo dispuesto se cumpla al pie de la letra y que su actuación convenza a los familiares de pacientes que cuando un ser humano está para morir, ningún otro ser humano lo puede evitar.
Pero aunque estas defensas sean validas de que hay que tener mas cuidado en los servicios, hay que tenerlo porque no siempre todo marcha al compás de lo establecido.Hay que eficientizar a un más los servicios, porque quien se queja es una de ustedes, que pertenece aun gremio, igual que ustedes y ella asegura que su pariente Mario de cólera, aunque yo concluyo que murió en los tiempos del cólera