Obispo reclama que se pare la crecida de lago Enriquillo
Las crecidas amenazan zonas urbanas de Jimaní, en el sur del país.
Por: Ramón Urbáez
/Fuente: Listin DEiario/
JIMANÍ.- El obispo de Barahona, monseñor Rafael Leonidas Felipe, pidió ayer al gobierno que designe una comisión de alto nivel para tratar la nueva expansión del lago Enriquillo, que esta semana ha inundado casi medio kilómetro de la carretera entre Jimaní y el distrito municipal de Boca de Cachón, donde moradores temen que las aguas lleguen hasta sus casas.
“Es necesario que se reúnan cuanto antes los funcionarios de los sectores hídrico y agropecuario, porque la situación de los lagos Enriquillo, de este lado de la frontera; y Azuei, desde el otro lado de Haití, amenazan las zonas urbanas de Jimaní y Boca de Cachón”, precisó el sacerdote.
El obispo dijo que ayer se reunió con las asociaciones campesinas y religiosas de Boca de Cachón, y que en todos prevalece el temor de que en los próximos meses de lluvias se inunde la zona poblada del distrito.
Dijo que la crecida del lago Enriquillo se ha acelerado luego de las últimas lluvias que provocaron dos vagua- das que afectaron la semana pasada el país.
En Boca de Cachón han brotado varios manantiales y los moradores dicen que es agua que baja desde las montañas por el viejo cauce subterráneo del río Blanco. “La situación es cada vez más grave”, dijo el obispo.
Cerca de Jimaní
Explicó que el lago Azuei se ha acercado más a Jimaní en la presente semana, llegando sus aguas hasta una gasolinera que está más cerca de la frontera, y que las aguas han inundado la carretera que comunica con el mercado binacional, creando dificultades a los transportistas.
Dijo que por tercera vez las instalaciones de Aduanas frente a la comunidad Malpaso se han inundado y que los funcionarios tienen que despachar y revisar mercancías en otro lugar.
El obispo Felipe dijo que la mayor preocupación es que durante la presente temporada de lluvias y ciclónica se produzcan nuevas inundaciones y ríadas que podrían elevar el nivel de las aguas hasta las poblaciones más cercanas.
Señaló que las autoridades deben adelantarse y estudiar soluciones a este grave problema, que ya ha inhabilitado cientos de tareas cultivables y de ganado.
Por: Ramón Urbáez
/Fuente: Listin DEiario/
JIMANÍ.- El obispo de Barahona, monseñor Rafael Leonidas Felipe, pidió ayer al gobierno que designe una comisión de alto nivel para tratar la nueva expansión del lago Enriquillo, que esta semana ha inundado casi medio kilómetro de la carretera entre Jimaní y el distrito municipal de Boca de Cachón, donde moradores temen que las aguas lleguen hasta sus casas.
“Es necesario que se reúnan cuanto antes los funcionarios de los sectores hídrico y agropecuario, porque la situación de los lagos Enriquillo, de este lado de la frontera; y Azuei, desde el otro lado de Haití, amenazan las zonas urbanas de Jimaní y Boca de Cachón”, precisó el sacerdote.
El obispo dijo que ayer se reunió con las asociaciones campesinas y religiosas de Boca de Cachón, y que en todos prevalece el temor de que en los próximos meses de lluvias se inunde la zona poblada del distrito.
Dijo que la crecida del lago Enriquillo se ha acelerado luego de las últimas lluvias que provocaron dos vagua- das que afectaron la semana pasada el país.
En Boca de Cachón han brotado varios manantiales y los moradores dicen que es agua que baja desde las montañas por el viejo cauce subterráneo del río Blanco. “La situación es cada vez más grave”, dijo el obispo.
Cerca de Jimaní
Explicó que el lago Azuei se ha acercado más a Jimaní en la presente semana, llegando sus aguas hasta una gasolinera que está más cerca de la frontera, y que las aguas han inundado la carretera que comunica con el mercado binacional, creando dificultades a los transportistas.
Dijo que por tercera vez las instalaciones de Aduanas frente a la comunidad Malpaso se han inundado y que los funcionarios tienen que despachar y revisar mercancías en otro lugar.
El obispo Felipe dijo que la mayor preocupación es que durante la presente temporada de lluvias y ciclónica se produzcan nuevas inundaciones y ríadas que podrían elevar el nivel de las aguas hasta las poblaciones más cercanas.
Señaló que las autoridades deben adelantarse y estudiar soluciones a este grave problema, que ya ha inhabilitado cientos de tareas cultivables y de ganado.