Niños expuestos a serios peligros en las calles
/Por:Marlenys Ferreras/
www.mipais.com.do
Niños expuestos a serios peligros en las calles
Niños y niñas son enviados hasta por sus propios padres diariamente a las calles a trabajar como vendedores en la noche, expuestos a múltiples peligros.
La ley de protección al menor considera en situación de peligro a todos y todas los que se encuentren en cualquier condición que pueda constituir riesgo inminente para su integridad física o moral, este caso lo constituye.
Es alarmante la gran cantidad de pequeños que son explotados por adultos, quienes los obligan a trabajar hasta la madrugada, lo peor de todo es que hay casos en los que lo hacen sus mismos progenitores o quienes los sustituyen, con lo que violan su rol de velar por el bienestar de esos menores.
Otros son explotados por terceros, que los someten a las mayores vejaciones. Las autoridades tienen denuncias, incluso, de niños a los que se les tiene secuestrados, en la mayoría de los casos haitianos o traídos de la frontera.
Yoel, un pequeño de 11 años, sale de su hogar desde la seis de la tarde a vender chicles, y todavía a las 12 de la media noche deambula, cuenta que si llega a su casa con mercancía, la madre de lo agrede.
"Mi mamá es quien me manda a vender, todos los días, ella me dice que tengo que quedarme hasta que los venda todos y si no lo hago, me da golpes y me dice que yo no sirvo para nada", expresa.
Anita tiene 11 años de los que lleva cuatro como limpiadora de vidrios en la avenida Charles de Gaulle, en Santo Domingo Este. Se queda hasta bien entrada la noche, con lo que se expone a graves riesgos.
No hay datos concretos, pero el Ministerio de Trabajo aprecia que el 25 por ciento de los niños trabajadores lo hace en horarios nocturnos. Para muchos está vedado ir a la escuela y recrearse.
El sociólogo Luis Manuel Mercedes, estima que la sociedad tiene mucho que aportar y que no es solo responsabilidad de los padres o tutores preocuparse por esos niños.
"Son los hombres y mujeres de mañana, es muy penoso lo que está pasando en torno a esta problemática y eso deja mucho que decir de una sociedad. Ahí se ve reflejada la falta de compromiso social, la poca atención de las autoridades. La población debe cooperar de la manera que sea para que estos muchachos puedan tener una niñez, que puedan desarrollarse, que sean entes que beneficien a la patria".
Johan Frías, de 27 años, que trabaja como mesero en un centro nocturno, cuenta su preocupación al ver tantos pequeños que frecuentan esos lugares ofertando su mercancía.
"Andan al rededor de los bares con chicles, flores, mentas, algunos pidiendo y se quedan hasta tarde, yo me voy cuando el bar cierra ya en la madrugada y ellos aun están afuera. Da pena ver a esas muchachitas que no saben el riesgo que corren, con tanto degenerado. Pienso que este ambiente no es bueno para ellos y menos a esas horas"
Muchos son utilizados también por mafias que los fuerzan a expender chucherías o a mendigar.
El Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani) y otras entidades del Estado han creado un marco estratégico que busca erradicar el trabajo infantil, pero la realidad es que ese problema en lugar de disminuir, va en ascenso, así se observa en las estadísticas de Trabajo.
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Niños expuestos a serios peligros en las calles
Niños y niñas son enviados hasta por sus propios padres diariamente a las calles a trabajar como vendedores en la noche, expuestos a múltiples peligros.
La ley de protección al menor considera en situación de peligro a todos y todas los que se encuentren en cualquier condición que pueda constituir riesgo inminente para su integridad física o moral, este caso lo constituye.
Es alarmante la gran cantidad de pequeños que son explotados por adultos, quienes los obligan a trabajar hasta la madrugada, lo peor de todo es que hay casos en los que lo hacen sus mismos progenitores o quienes los sustituyen, con lo que violan su rol de velar por el bienestar de esos menores.
Otros son explotados por terceros, que los someten a las mayores vejaciones. Las autoridades tienen denuncias, incluso, de niños a los que se les tiene secuestrados, en la mayoría de los casos haitianos o traídos de la frontera.
Yoel, un pequeño de 11 años, sale de su hogar desde la seis de la tarde a vender chicles, y todavía a las 12 de la media noche deambula, cuenta que si llega a su casa con mercancía, la madre de lo agrede.
"Mi mamá es quien me manda a vender, todos los días, ella me dice que tengo que quedarme hasta que los venda todos y si no lo hago, me da golpes y me dice que yo no sirvo para nada", expresa.
Anita tiene 11 años de los que lleva cuatro como limpiadora de vidrios en la avenida Charles de Gaulle, en Santo Domingo Este. Se queda hasta bien entrada la noche, con lo que se expone a graves riesgos.
No hay datos concretos, pero el Ministerio de Trabajo aprecia que el 25 por ciento de los niños trabajadores lo hace en horarios nocturnos. Para muchos está vedado ir a la escuela y recrearse.
El sociólogo Luis Manuel Mercedes, estima que la sociedad tiene mucho que aportar y que no es solo responsabilidad de los padres o tutores preocuparse por esos niños.
"Son los hombres y mujeres de mañana, es muy penoso lo que está pasando en torno a esta problemática y eso deja mucho que decir de una sociedad. Ahí se ve reflejada la falta de compromiso social, la poca atención de las autoridades. La población debe cooperar de la manera que sea para que estos muchachos puedan tener una niñez, que puedan desarrollarse, que sean entes que beneficien a la patria".
Johan Frías, de 27 años, que trabaja como mesero en un centro nocturno, cuenta su preocupación al ver tantos pequeños que frecuentan esos lugares ofertando su mercancía.
"Andan al rededor de los bares con chicles, flores, mentas, algunos pidiendo y se quedan hasta tarde, yo me voy cuando el bar cierra ya en la madrugada y ellos aun están afuera. Da pena ver a esas muchachitas que no saben el riesgo que corren, con tanto degenerado. Pienso que este ambiente no es bueno para ellos y menos a esas horas"
Muchos son utilizados también por mafias que los fuerzan a expender chucherías o a mendigar.
El Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani) y otras entidades del Estado han creado un marco estratégico que busca erradicar el trabajo infantil, pero la realidad es que ese problema en lugar de disminuir, va en ascenso, así se observa en las estadísticas de Trabajo.