Colombia busca al asesino de la juez que investigaba la horrible muerte de tres niños
(Foto: Una fosa donde se ve el cuerpo de uno de los pequeños asesinados. | Fiscalía colombiana)
La policía colombiana lanzó una cacería implacable contra el asesino de una juez en Saravena, Arauca, en el este del país. Un sicario asesinó de varios disparos a Gloria Constanza Gaona Rodríguez cuando la mujer descendía de un autobús en el que regresaba a la población después de pasar el puente festivo en otra región.
La fallecida llevaba el caso de la aviolación de una menor de edad y el posterior asesinato tanto de la niña, de 14 años, como de sus dos hermanos de 9 y 6, todos ellos hijos de un humilde campesino de la vereda El Temblador. El horriplilante crimén ocurrió en octubre de 2010.
Aunque en un principio las sospechas recayeron en las FARC, más tarde y por presión de los vecinos, las autoridades nacionales tomaron cartas en el asunto, mandaron investigadores de Bogotá y concluyeron que el triple crimen pudo ser obra del teniente Raúl Muñoz. Pero si bien pudieron demostrar su participación en la violación, no lograron lo mismo con las muertes.
Llevaba el caso de la violación de una niña de 14 años, su asesinato y el de sus dos hermanos pequeños
Hace pocos días, la juez se había quejado ante los organismos de control de la actuación de las abogadas del acusado, integrantes ambas de la Defensoría Militar Integral (DEMIL), porque pensaba que estaban dilatando el proceso con maniobras irregulares. Dicha organización desechó los señalamientos.
Dada la trascendencia del caso, ya que afecta a las Fuerzas Militares, el presidente Juan Manuel Santos habló con la fiscal general, Viviane Morales, y el director general de la Policía, general Óscar Naranjo, para conformar una comisión investigadora.
La crearon de inmediato y está integrada por un grupo de élite y liderada por el director de la DIJIN, general Carlos Mena. "Vamos a dar con los responsables en un tiempo récord", prometió el oficial, antes de desplazarse a Arauca.
Para ello contará no solo con 50 expertos en varias disciplinas, sino con el incentivo de una recompensa de 500 millones de pesos (250.000 dólares) a quien facilite datos concluyentes, que es una cifra de rango medio-alto en este país para ese tipo de ofertas. Por ejemplo, pagarán a un informante cinco veces esa cantidad por conducirles a la guarida de un importante jefe guerrillero al que dieron de baja el sábado pasado.
El general Mena se atrevió a predecir que para el viernes tendrán al autor material y al intelectual del "execrable crimen".
Además del caso reseñado, la jueza fallecida tenía en sus manos expedientes de todo tipo de crímenes tanto de FARC como de ELN, muy activos en Arauca, lo que también les convierte en sospechosos. Pero el amplio despliegue no obedece a una razón distinta de que existe la posibilidad de que algún militar esté implicado en el asesinato de esta mañana.
Hay que recordar que cuando murieron los tres niños, la noticia apenas mereció atención alguna en Bogotá. Sólo cuando se supo que el Ejército podía estar detrás de los hechos porque una patrulla de la Octava División había estado en la zona, como adelantó en su día ELMUNDO.es, se movilizaron equipos y recursos para hallar a los culpables. Ahora ocurre lo mismo.
La policía colombiana lanzó una cacería implacable contra el asesino de una juez en Saravena, Arauca, en el este del país. Un sicario asesinó de varios disparos a Gloria Constanza Gaona Rodríguez cuando la mujer descendía de un autobús en el que regresaba a la población después de pasar el puente festivo en otra región.
La fallecida llevaba el caso de la aviolación de una menor de edad y el posterior asesinato tanto de la niña, de 14 años, como de sus dos hermanos de 9 y 6, todos ellos hijos de un humilde campesino de la vereda El Temblador. El horriplilante crimén ocurrió en octubre de 2010.
Aunque en un principio las sospechas recayeron en las FARC, más tarde y por presión de los vecinos, las autoridades nacionales tomaron cartas en el asunto, mandaron investigadores de Bogotá y concluyeron que el triple crimen pudo ser obra del teniente Raúl Muñoz. Pero si bien pudieron demostrar su participación en la violación, no lograron lo mismo con las muertes.
Llevaba el caso de la violación de una niña de 14 años, su asesinato y el de sus dos hermanos pequeños
Hace pocos días, la juez se había quejado ante los organismos de control de la actuación de las abogadas del acusado, integrantes ambas de la Defensoría Militar Integral (DEMIL), porque pensaba que estaban dilatando el proceso con maniobras irregulares. Dicha organización desechó los señalamientos.
Dada la trascendencia del caso, ya que afecta a las Fuerzas Militares, el presidente Juan Manuel Santos habló con la fiscal general, Viviane Morales, y el director general de la Policía, general Óscar Naranjo, para conformar una comisión investigadora.
La crearon de inmediato y está integrada por un grupo de élite y liderada por el director de la DIJIN, general Carlos Mena. "Vamos a dar con los responsables en un tiempo récord", prometió el oficial, antes de desplazarse a Arauca.
Para ello contará no solo con 50 expertos en varias disciplinas, sino con el incentivo de una recompensa de 500 millones de pesos (250.000 dólares) a quien facilite datos concluyentes, que es una cifra de rango medio-alto en este país para ese tipo de ofertas. Por ejemplo, pagarán a un informante cinco veces esa cantidad por conducirles a la guarida de un importante jefe guerrillero al que dieron de baja el sábado pasado.
El general Mena se atrevió a predecir que para el viernes tendrán al autor material y al intelectual del "execrable crimen".
Además del caso reseñado, la jueza fallecida tenía en sus manos expedientes de todo tipo de crímenes tanto de FARC como de ELN, muy activos en Arauca, lo que también les convierte en sospechosos. Pero el amplio despliegue no obedece a una razón distinta de que existe la posibilidad de que algún militar esté implicado en el asesinato de esta mañana.
Hay que recordar que cuando murieron los tres niños, la noticia apenas mereció atención alguna en Bogotá. Sólo cuando se supo que el Ejército podía estar detrás de los hechos porque una patrulla de la Octava División había estado en la zona, como adelantó en su día ELMUNDO.es, se movilizaron equipos y recursos para hallar a los culpables. Ahora ocurre lo mismo.