Libia aplasta protesta en Trípoli; ayudan a rebeldes
TRIPOLI (AP) — Occidente envió su primera ayuda concreta a la rebelión de Libia con la esperanza de darle impulso para derrocar a Moamar Gadafi, pero el régimen del líder libio arreció la represión en su bastión de la capital, donde el lunes aplastó un intento de realizar más protestas.
Ambos lados de la crisis en Libia parecían aferrados a sus posiciones y el rumbo que tome el levantamiento podría depender de cuál resista más.
Los opositores de Gadafi, entre ellos unidades sublevadas del ejército, mantienen control de casi toda la mitad oriental del país, gran parte de la infraestructura petrolera y algunas ciudades del occidente.
Gadafi está parapetado en Trípoli y en ciudades cercanas, respaldado por fuerzas de seguridad y guerrilleros que por lo general están mejor armados que el ejército.
En las dos ciudades más cercanas a Trípoli que están en las manos de la oposición —Zauia y Misrata_, los rebeldes se enfrentaron con grupos leales a Gadafi.
En Zauia, a 50 kilómetros (30 millas) al oeste de Trípoli, los habitantes dijeron que preveían un ataque de las tropas pro gubernamentales para recuperar la ciudad. "Nuestra gente espera que vengan y, si Dios quiere, los venceremos", dijo un poblador que pidió que se le identificara simplemente como Alá.
Los opositores al régimen han tratado de consolidar su control del este, centrado en Bengasi, la segunda ciudad libia más grande y donde comenzó el levantamiento. Los políticos locales formaron el domingo un consejo de gobierno para atender los asuntos del rutinarios, lo que es un paso hacia la posible formación de un régimen alterno al de Gadafi.
En la capital, varios cientos de manifestantes comenzaron una marcha en el distrito oriental de Tajoura, lugar de frecuentes enfrentamientos.
Luego del funeral de una persona asesinada en un tiroteo la semana pasada, los dolientes comenzaron a marchar por una calle principal con cánticos en contra del líder libio y ondeando una bandera de la monarquía libia previa a Gadafi, la cual se ha vuelto símbolo del levantamiento, dijo un testigo.
Sin embargo, se dispersaron rápidamente luego de que combatientes pro Gadafi acudieron al lugar y se retiraron antes de que los pistoleros pudieran disparar, dijo el testigo, quien habló en condición de anonimato por temor a sufrir represalias.
En tanto, Estados Unidos, Gran Bretaña y el Consejo de Seguridad de la ONU impusieron sanciones contra el gobierno libio este fin de semana.
En París, el primer ministro francés, Francois Fillon anunció que el gobierno enviaría el lunes dos aviones con ayuda humanitaria a Bengasi, bastión de la oposición.
Los aviones despegarían "en pocas horas" hacia Bengasi con médicos, enfermeras y equipo médico.
"Será el inicio de una operación masiva de apoyo humanitario para las poblaciones de territorios liberados", dijo por la estación RTL radio.
En Ginebra, la secretaria de Estado norteamericana Hillary Rodham Clinton se reunió el lunes con los cancilleres de Gran Bretaña, Alemania, Francia e Italia, a quienes pidió imponer duras sanciones al gobierno Moamar Gadafi.
Ambos lados de la crisis en Libia parecían aferrados a sus posiciones y el rumbo que tome el levantamiento podría depender de cuál resista más.
Los opositores de Gadafi, entre ellos unidades sublevadas del ejército, mantienen control de casi toda la mitad oriental del país, gran parte de la infraestructura petrolera y algunas ciudades del occidente.
Gadafi está parapetado en Trípoli y en ciudades cercanas, respaldado por fuerzas de seguridad y guerrilleros que por lo general están mejor armados que el ejército.
En las dos ciudades más cercanas a Trípoli que están en las manos de la oposición —Zauia y Misrata_, los rebeldes se enfrentaron con grupos leales a Gadafi.
En Zauia, a 50 kilómetros (30 millas) al oeste de Trípoli, los habitantes dijeron que preveían un ataque de las tropas pro gubernamentales para recuperar la ciudad. "Nuestra gente espera que vengan y, si Dios quiere, los venceremos", dijo un poblador que pidió que se le identificara simplemente como Alá.
Los opositores al régimen han tratado de consolidar su control del este, centrado en Bengasi, la segunda ciudad libia más grande y donde comenzó el levantamiento. Los políticos locales formaron el domingo un consejo de gobierno para atender los asuntos del rutinarios, lo que es un paso hacia la posible formación de un régimen alterno al de Gadafi.
En la capital, varios cientos de manifestantes comenzaron una marcha en el distrito oriental de Tajoura, lugar de frecuentes enfrentamientos.
Luego del funeral de una persona asesinada en un tiroteo la semana pasada, los dolientes comenzaron a marchar por una calle principal con cánticos en contra del líder libio y ondeando una bandera de la monarquía libia previa a Gadafi, la cual se ha vuelto símbolo del levantamiento, dijo un testigo.
Sin embargo, se dispersaron rápidamente luego de que combatientes pro Gadafi acudieron al lugar y se retiraron antes de que los pistoleros pudieran disparar, dijo el testigo, quien habló en condición de anonimato por temor a sufrir represalias.
En tanto, Estados Unidos, Gran Bretaña y el Consejo de Seguridad de la ONU impusieron sanciones contra el gobierno libio este fin de semana.
En París, el primer ministro francés, Francois Fillon anunció que el gobierno enviaría el lunes dos aviones con ayuda humanitaria a Bengasi, bastión de la oposición.
Los aviones despegarían "en pocas horas" hacia Bengasi con médicos, enfermeras y equipo médico.
"Será el inicio de una operación masiva de apoyo humanitario para las poblaciones de territorios liberados", dijo por la estación RTL radio.
En Ginebra, la secretaria de Estado norteamericana Hillary Rodham Clinton se reunió el lunes con los cancilleres de Gran Bretaña, Alemania, Francia e Italia, a quienes pidió imponer duras sanciones al gobierno Moamar Gadafi.