Haitianos ocupan cañadas y ríos de Santiago

SANTIAGO. Las orillas de los ríos y cañadas se han convertido en el lugar preferido para el establecimiento de barrios improvisados de inmigrantes haitianos, mientras que los dominicanos se quejan por los daños ambientales y manifiestan su temor a la propagación del cólera.

Las márgenes de los ríos Yaque del Norte y Licey, que recorre Tamboril y pasa por Licey al Medio, así como las cañadas de Gurabo, Hato Mayor y Pekín constituyen un ejemplo de los espacios tomados para el levantamiento de casuchas.

Debido a los daños ambientales a la Cañada del Diablo, el Consejo de Juntas de Vecinos de la zona sur tiene programado para hoy, a partir de las nueve de la mañana, comenzar a desalojar de su orilla a decenas de familias haitianas.

José Alberto Peña, vocero de la agrupación, explicó que alrededor de 2,800 comunitarios se sumarán a las labores de desalojo.

Advirtió que no aceptarán la intervención de los jesuitas y que, de presentarse, serían sacados de la misma manera que los ilegales. Las condiciones en que viven los extranjeros son deprimentes, al punto de que el agua que toman y que utilizan para cocer los alimentos proviene de los mismos afluentes.

Pese a que en varias ocasiones los enfrentamientos entre dominicanos y haitianos, así como los operativos de los organismos que tienen que ver con la preservación del medio ambiente y los recursos naturales han dejado como resultado el desalojo de decenas de familias de la vecina nación, los asentamientos se vuelven a producir.

En la orilla del río Licey, a su paso por el municipio de Tamboril, detrás de la principal envasadora de gas, se han establecido en poco tiempo cerca de 60 familias haitianas.

La mayoría de los habitantes de la zona posee documentación que los acredita como residentes, por lo que las quejas giran en torno a las autoridades, por permitir el asentamiento en zonas vulnerables.

Una situación similar se presentaba en Licey al Medio, pero, tras la muerte del obrero Jesús Marcelino Rivas a manos de un haitiano, para despojarlo de 20 mil pesos, sus moradores decidieron expulsar a decenas de ciudadanos del vecino país.

Debido a las confrontaciones, al menos 20 familias tuvieron que huir y establecerse en zonas cercanas.

El río Yaque del Norte es el más afectado con la creciente llegada de inmigrantes haitianos.

En agosto del 2005, tras el desbordamiento del río Licey, los más afectados fueron extranjeros de la vecina nación. En esa ocasión, la mayoría de las familias quedaron desamparadas.

En el año 2007, con el desfogue de la presa de Tavera, fallecieron varios haitianos que residían en los sectores Bella Vista y Rafey.
Relación entre haitianos y dominicanos
El procurador de Medio Ambiente, Jacinto Mejía Amaro, informó a El Caribe que en varias ocasiones han tenido que derribar casuchas levantadas a orillas de ríos y cañadas.

De acuerdo con Mejía, dentro de los principales delitos ambientales cometidos por los haitianos figuran el corte de árboles, tráfico de carbón y extracción de arena.

La relación entre haitianos y dominicanos se ha visto afectada en los últimos días.

En las comunidades La Mina y Hato Mayor, ambas ubicadas al sureste del municipio de Santiago, los moradores comenzaron a sacar a los haitianos, al punto de que se resisten a alquilarles habitaciones.

Contrario a esas barriadas, en Licey y Tamboril los propietarios de pensiones prefieren a los extranjeros, pues dicen que la mayoría es buena paga.

Igual pasa debajo del puente de la avenida Estrella Sadhalá, donde la mayoría de los habitantes son haitianos, que se integran fácilmente a los trabajos de acondicionamiento de sus callejones.
Necesidad
Jacinto Mejía
Procurador de Medio A.
“En algunos de los casos hemos conseguido reportarlos a la Dirección de Migración. En estos momentos, si levantan casas, lo que se hace es que se desbaratan y así hemos trabajado en varios casos junto a la Policía Ambiental y el Ministerio de Medio Ambiente en diferentes lugares de la zona”.
José H. Polanco
Munícipe de Licey
“Desde que mataron a mi primo, nosotros decidimos sacar a todos los haitianos que habitaban en la zona, y que en su mayoría construyeron viviendas en la orilla del río. Casi todos los extranjeros se mudaron en pensiones ubicadas en las calles La Chiva, Uveral, y otras comunidades de esta zona”.
Vaidrin Pierre-Louis
Haitiano
“Los haitianos que vivimos aquí lo hacemos por una necesidad, por la falta de empleos y oportunidades que impera en Haití. Muchos ya llevamos varios años en esta tierra haciendo lo que aparezca, y no todos causamos daños al medio ambiente. Muchas veces lo cuidamos más que los mismos dominicanos”.
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