El Vicepresidente recuerda sus diez episodios imborrables
Su carrera política se inicia a partir del año 1960, en las postrimerías de la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo. La primera vez que habló ante una multitud fue el 13 de julio de 1961, fecha en que se constituyó la Federación de Estudiantes Dominicanos, de la cual se convirtió en el primer subsecretario general.
Miembro fundador, en 1973, del Partido de la Liberación Dominicana, ha sido candidato a varias posiciones públicas y ha ocupado diferentes posiciones en el tren gubernamental, entre ellas la de ministro de Trabajo.
Designado como candidato vicepresidencial de la República el 16 de marzo de 2004, es elegido para esa posición en las elecciones del 16 de mayo, cargo para el que es seleccionado nuevamente, por el presidente Leonel Fernández, en el 2008.
Rafael Alburquerque revela que la posición que mayores satisfacciones le ha dado es la de coordinar las ayudas del Gabinete de Políticas Sociales del gobierno dominicano.
‘‘Fuimos formados en la escuela de que se va al gobierno a servir, y que desde el gobierno, como funcionario público uno está en la obligación de lograr que su trabajo sea lo mejor posible y que esté siempre destinado a favorecer a la población dominicana. La valoración que le dan los dominicanos a nuestro trabajo, es algo que nunca se puede olvidar”.
Aún en medio del dolor...
Tuve una infancia feliz
La emoción hace asomo en sus ojos cuando habla de la persecución que padeció su padre, en la era de Trujillo. Durante esta conversación, en más de una ocasión, al hablar de su progenitor, la tristeza se dibujaba en su rostro y parecía trasladarlo, a las angustiosas horas que quebrantaron la alegría de aquel niño de 12 años, a quien la rudeza de la época despertó el coraje para luchar por la libertad de los dominicanos.
1- Mi matrimonio
Llevo casi 41 años de matrimonio con Martha, y hoy puedo decir que el día que nos casamos es uno de los más importantes e inolvidables de mi vida. Conocer a la que hoy es mi esposa, casarnos y haber procreado a nuestras dos hijas, son momentos únicos y constituyen recuerdos imborrables de la vida de ambos. Una historia de más de cuatro décadas.
2- Convertirme en padre
El nacimiento de mis dos hijas, por lo que representaron ambos hechos en sí y porque al mediodía del nacimiento de la mayor, me arrestaron en la época de los 12 años de Balaguer, y el día que nació la segunda, llegó Caamaño al país y tuve que ir con los miembros del comité político del PLD a la clandestinidad. La conocí cuando tenía tres meses.
3- Mis graduaciones
El día que recibí mi título de bachiller fue muy significativo y representó el comienzo de mis estudios superiores.
Otro momento inolvidable fue el día de mi graduación de doctor en Derecho en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Esas dos ocasiones constituyeron momentos de gran valor en mi vida. Ambos fueron la realización de un sueño.
4- La FED
Haber participado en la conformación de la Federación de Estudiantes Dominicanos, el 13 de julio de 1961, ese es un momento difícil de olvidar, porque es la ocasión en que se recobra la libertad luego de la muerte de Trujillo. Ese día celebramos el primer mitin público en la universidad, rodeado de militares y fue el día de mi primer discurso público.
5- Mi Primer viaje
Después de 31 años de tiranía, haber podido realizar mi primer viaje al extranjero, específicamente a Costa Rica, para estudiar en el Instituto de Ciencias Políticas y conocer allí, al mediodía del día que llegué, al profesor Juan Bosch, entre finales de agosto y principios de septiembre de 1961. Ese fue un hecho de gran trascendencia.
6- la prisión de mi padre
Creo que una parte amplia de mis recuerdos gira en torno a la persecución, encarcelamiento y tortura a mi padre, durante la Era de Trujillo. Fue muy difícil darme cuenta desde niño del sufrimiento de mi padre y recuerdo que a los 12 años de edad le llevaba la comida en una cantina a la Fortaleza Ozama, donde estaba detenido.
7- El reencuentro
Cuando volví a ver a mi padre luego de que pasamos meses sin saber de él. Jamás olvidaré el día que lo recibimos en la casa. La alegría fue inmensa, indescriptible y fue la vuelta de la esperanza que por desconocer de su paradedero, habíamos perdido. Aunque tuve una infancia feliz, estuvo muy marcada por el sufrimiento de mi padre
8- Mi infancia
Los recuerdos más hermosos de mi niñez se remontan a los días de Navidad, esa época todavía es una de mis preferidas. Siempre fueron momentos muy alegres en casa, compartíamos con toda la familia; recuerdo que nos reuníamos con mis primos, ellos venían a nuestra casa y nosotros íbamos en Año Nuevo a la casa de ellos.
9- Mi beca
Haber logrado una beca del gobierno del profesor Juan Bosch para estudiar en París, y haber hecho mi doctorado en Francia, ese es uno de los grandes momentos de mi vida, porque para mí hubiese sido inalcanzable. De no haber obtenido esa beca, yo jamás en la vida hubiese podido estudiar y realizar mi especialidad en Derecho Laboral en Francia.
10- El deber cumplido
Un momento inolvidable es cuando uno realiza un servicio a favor del pueblo, especialmente de los sectores desposeídos de la nación, o cuando me expresan el agradecimiento por yo haberle servido a una persona. Ver el alivio que se produce en los pobres cuando cobran su tarjeta Solidaridad, es una gran satisfacción difícil de olvidar.
Miembro fundador, en 1973, del Partido de la Liberación Dominicana, ha sido candidato a varias posiciones públicas y ha ocupado diferentes posiciones en el tren gubernamental, entre ellas la de ministro de Trabajo.
Designado como candidato vicepresidencial de la República el 16 de marzo de 2004, es elegido para esa posición en las elecciones del 16 de mayo, cargo para el que es seleccionado nuevamente, por el presidente Leonel Fernández, en el 2008.
Rafael Alburquerque revela que la posición que mayores satisfacciones le ha dado es la de coordinar las ayudas del Gabinete de Políticas Sociales del gobierno dominicano.
‘‘Fuimos formados en la escuela de que se va al gobierno a servir, y que desde el gobierno, como funcionario público uno está en la obligación de lograr que su trabajo sea lo mejor posible y que esté siempre destinado a favorecer a la población dominicana. La valoración que le dan los dominicanos a nuestro trabajo, es algo que nunca se puede olvidar”.
Aún en medio del dolor...
Tuve una infancia feliz
La emoción hace asomo en sus ojos cuando habla de la persecución que padeció su padre, en la era de Trujillo. Durante esta conversación, en más de una ocasión, al hablar de su progenitor, la tristeza se dibujaba en su rostro y parecía trasladarlo, a las angustiosas horas que quebrantaron la alegría de aquel niño de 12 años, a quien la rudeza de la época despertó el coraje para luchar por la libertad de los dominicanos.
1- Mi matrimonio
Llevo casi 41 años de matrimonio con Martha, y hoy puedo decir que el día que nos casamos es uno de los más importantes e inolvidables de mi vida. Conocer a la que hoy es mi esposa, casarnos y haber procreado a nuestras dos hijas, son momentos únicos y constituyen recuerdos imborrables de la vida de ambos. Una historia de más de cuatro décadas.
2- Convertirme en padre
El nacimiento de mis dos hijas, por lo que representaron ambos hechos en sí y porque al mediodía del nacimiento de la mayor, me arrestaron en la época de los 12 años de Balaguer, y el día que nació la segunda, llegó Caamaño al país y tuve que ir con los miembros del comité político del PLD a la clandestinidad. La conocí cuando tenía tres meses.
3- Mis graduaciones
El día que recibí mi título de bachiller fue muy significativo y representó el comienzo de mis estudios superiores.
Otro momento inolvidable fue el día de mi graduación de doctor en Derecho en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Esas dos ocasiones constituyeron momentos de gran valor en mi vida. Ambos fueron la realización de un sueño.
4- La FED
Haber participado en la conformación de la Federación de Estudiantes Dominicanos, el 13 de julio de 1961, ese es un momento difícil de olvidar, porque es la ocasión en que se recobra la libertad luego de la muerte de Trujillo. Ese día celebramos el primer mitin público en la universidad, rodeado de militares y fue el día de mi primer discurso público.
5- Mi Primer viaje
Después de 31 años de tiranía, haber podido realizar mi primer viaje al extranjero, específicamente a Costa Rica, para estudiar en el Instituto de Ciencias Políticas y conocer allí, al mediodía del día que llegué, al profesor Juan Bosch, entre finales de agosto y principios de septiembre de 1961. Ese fue un hecho de gran trascendencia.
6- la prisión de mi padre
Creo que una parte amplia de mis recuerdos gira en torno a la persecución, encarcelamiento y tortura a mi padre, durante la Era de Trujillo. Fue muy difícil darme cuenta desde niño del sufrimiento de mi padre y recuerdo que a los 12 años de edad le llevaba la comida en una cantina a la Fortaleza Ozama, donde estaba detenido.
7- El reencuentro
Cuando volví a ver a mi padre luego de que pasamos meses sin saber de él. Jamás olvidaré el día que lo recibimos en la casa. La alegría fue inmensa, indescriptible y fue la vuelta de la esperanza que por desconocer de su paradedero, habíamos perdido. Aunque tuve una infancia feliz, estuvo muy marcada por el sufrimiento de mi padre
8- Mi infancia
Los recuerdos más hermosos de mi niñez se remontan a los días de Navidad, esa época todavía es una de mis preferidas. Siempre fueron momentos muy alegres en casa, compartíamos con toda la familia; recuerdo que nos reuníamos con mis primos, ellos venían a nuestra casa y nosotros íbamos en Año Nuevo a la casa de ellos.
9- Mi beca
Haber logrado una beca del gobierno del profesor Juan Bosch para estudiar en París, y haber hecho mi doctorado en Francia, ese es uno de los grandes momentos de mi vida, porque para mí hubiese sido inalcanzable. De no haber obtenido esa beca, yo jamás en la vida hubiese podido estudiar y realizar mi especialidad en Derecho Laboral en Francia.
10- El deber cumplido
Un momento inolvidable es cuando uno realiza un servicio a favor del pueblo, especialmente de los sectores desposeídos de la nación, o cuando me expresan el agradecimiento por yo haberle servido a una persona. Ver el alivio que se produce en los pobres cuando cobran su tarjeta Solidaridad, es una gran satisfacción difícil de olvidar.