El homicida de Olot asesinó a sus jefes porque le debían dinero

Cuatro personas han muerto este miércoles en la localidad de Olot (Girona) víctimas de los disparos que un hombre les ha descerrajado a primera hora de la mañana movido, según se desprende de las primeras investigaciones, por la venganza por unas deudas económicas.

El autor del cuádruple crimen, un hombre de 57 años identificado como Pere P., se ha entregado a la Policía Local de Olot poco después de haber puesto punto y final a un crimen que ha tenido como escenarios un bar y una sucursal bancaria de la localidad gerundense.

Sus dos primeras víctimas han sido los contructores Joan Tubert y Àngel Tubert, padre e hijo, respectivamente, y propietarios de la empresa Construccions Tubert en la que estaba contratado el autor de los disparos y a quien, según las primeras informaciones, debían dinero desde hace tiempo. Pere P. ha acabado con la vida de los dos hombres a las 9.10 de la mañana con un rifle de caza cuando se encontraban desayunando en el bar La Cuina de l'Anna, del núcleo poblacional de La Canya.

Poco después el obrero se ha dirigido a una oficina bancaria de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) donde, sin mediar palabra, ha matado a dos de sus empleados, el subdirector, Rafael Turró, y Anna Molas, una de las cajeras.

Joan Tubert, uno de los fallecidos.
Según se desprende de las primeras investigaciones, el detenido habría acudido hace unos días a la misma oficina para cobrar un talón de su empresa que, sin embargo, no contaría con fondos.

Vecinos y conocidos de las víctimas y el autor de los disparos han asegurado a lo largo de la mañana a los medios de comunicación que, desde hace tiempo, los dueños de la constructora aseguraban que no cobraban las obras contratadas. Un extremo que les habría llevado a informar a Pere P. de que iba a ser despedido.

Pere P., que compartía una vivienda con su padre en la localidad de Sant Esteve d'en Bas y sin antecedentes, se ha entregado poco después de cometer los dos últimos crímenes a agentes de la Policía Local. Los agentes, alertados por un vecino de que acababa de escuchar unos disparos, se han encontrado con el homicida saliendo de la entidad con la escopeta en sus manos y apuntando al suelo.

Al advertir su presencia, el autor del crimen ha confesado a los agentes el cuádruple asesinato, añadiendo una frase: "Ya estoy satisfecho".
El detenido se encuentra desde las 16.00 reconstruyendo los cuatro crímenes junto a la autoridad judicial y los agentes de Mossos d'Esquadra que se han hecho cargo de la investigación
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