Hispano que asesinó su hija de 3 años es condenado a cadena perpetua
La madre acusada de complicidad espera juicio por separado NUEVA YORK._ Michael Jiménez, quien asesinó a palos a su hija Ginelis Jiménez quien tenía 3 años de edad, previo a torturarla y a no alimentarla adecuadamente, por lo que su cadáver pesaba 24 libras, fue sentenciado ayer a cadena perpetua como pena máxima y una mínima de 20 años en la Corte Suprema de Brooklyn.
El horrendo crimen contra la niñita ocurrió en agosto del 2008 y la madre, Kimberly Cantos, quien fue acusada de complicidad sigue en la cárcel y enfrenta un juicio por separado.
La sentencia le fue impuesta a Jiménez por la jueza Patricia DiMango, quien pese a la oposición del abogado del condenado, autorizó a los fotógrafos a tomar imágenes del proceso y recordó al jurista que su cliente, se había declarado culpable por el horroroso asesinato de la menor.
También la pareja fue acusada en el 2008 de maltratar a su hijo Hezekiak quien tenía 1 año de edad. La magistrada emitió una orden de protección a favor del menor por los próximos 16 años y advirtió a Jiménez que no puede acercarse a su vástago ni tener ningún tipo de contacto.
El cadáver de la niña presentaba contusiones severas, mordidas, síntomas de haber sacudida con violencia extrema, mordidas, las costillas y la clavícula rotas y el hígado dañado. La autopsia determinó que no era la primera vez que era golpeada, porque también tenía un brazo roto por cuyo problema nunca llevada a un hospital.
Jiménez, intentó ahorcarse luego de darse cuenta de que había matado a su hija, pero tampoco llamó a la policía ni a los paramédicos. La madre quien encontró la niña agonizando al llegar a su casa a la medianoche, llamó a las autoridades.
La pequeña expiró en el Centro Médico Interfaith el 13 de agosto.
El horrendo crimen contra la niñita ocurrió en agosto del 2008 y la madre, Kimberly Cantos, quien fue acusada de complicidad sigue en la cárcel y enfrenta un juicio por separado.
La sentencia le fue impuesta a Jiménez por la jueza Patricia DiMango, quien pese a la oposición del abogado del condenado, autorizó a los fotógrafos a tomar imágenes del proceso y recordó al jurista que su cliente, se había declarado culpable por el horroroso asesinato de la menor.
También la pareja fue acusada en el 2008 de maltratar a su hijo Hezekiak quien tenía 1 año de edad. La magistrada emitió una orden de protección a favor del menor por los próximos 16 años y advirtió a Jiménez que no puede acercarse a su vástago ni tener ningún tipo de contacto.
El cadáver de la niña presentaba contusiones severas, mordidas, síntomas de haber sacudida con violencia extrema, mordidas, las costillas y la clavícula rotas y el hígado dañado. La autopsia determinó que no era la primera vez que era golpeada, porque también tenía un brazo roto por cuyo problema nunca llevada a un hospital.
Jiménez, intentó ahorcarse luego de darse cuenta de que había matado a su hija, pero tampoco llamó a la policía ni a los paramédicos. La madre quien encontró la niña agonizando al llegar a su casa a la medianoche, llamó a las autoridades.
La pequeña expiró en el Centro Médico Interfaith el 13 de agosto.
Oficiales de la Administración de Bienestar Infantil dijeron que la madre a pesar de siempre escuchar los gritos de dolor de la niña, nunca hizo nada para ayudarla. Se agregó que la mujer mantuvo silencio cómplice por supuesto miedo a que esa agencia, le quitara la hija.
El expediente contra la mamá sostiene que ésta fue testigo de muchos episodios de abusos contra la pequeña malograda, pero nunca dijo nada. Uno de esos abusos ocurrió en junio pasado cuando la madre presenció a su marido estrellando a la niña con lo que le desencajó la clavícula, lo que fue notado por la progenitora al día siguiente, pero ni aún así, hizo nada para detener al hombre.
Una tía de la acusada dijo que su sobrina “es una buena madre y que vivió con ella por dos semanas, por lo que puede atestiguarlo. “Es muy trabajadora”, añadió la parienta de Cantos.
Mayda Cantos otra tía de la madre explicó que cuando su sobrina llegó a la casa el asesino subió el volumen del equipo de música y le dijo que la niña estaba muerta. “Ese hombre no está mentalmente bien”, alegó la tía.
La madre, quien se había declarado no culpable del asesinato de la hija además enfrenta otros cuatro cargos por poner en peligro el bienestar de una menor.
El padre de Ginelis fue tratado por trastornos sicológicos, pero aún así, la justicia, anunció en un comunicado el fiscal Charles Haynes, decidió instrumentarle los cargos.
Según el expediente, Cantos no intervino ante los abusivos maltratos que su marido le propinaba a la niña, abusos que ocurrieron entre el 1 de enero y el 12 de agosto del 2008. Tampoco buscó atención médica necesaria la última vez que Ginelis fue brutalizada por el hombre.
Los fiscales adjuntos de la Oficina contra Crímenes y Abusos a Menores Roger McCready, Joseph Burke y Cathy Dagonese llevaron la acusación del condado.
El expediente contra la mamá sostiene que ésta fue testigo de muchos episodios de abusos contra la pequeña malograda, pero nunca dijo nada. Uno de esos abusos ocurrió en junio pasado cuando la madre presenció a su marido estrellando a la niña con lo que le desencajó la clavícula, lo que fue notado por la progenitora al día siguiente, pero ni aún así, hizo nada para detener al hombre.
Una tía de la acusada dijo que su sobrina “es una buena madre y que vivió con ella por dos semanas, por lo que puede atestiguarlo. “Es muy trabajadora”, añadió la parienta de Cantos.
Mayda Cantos otra tía de la madre explicó que cuando su sobrina llegó a la casa el asesino subió el volumen del equipo de música y le dijo que la niña estaba muerta. “Ese hombre no está mentalmente bien”, alegó la tía.
La madre, quien se había declarado no culpable del asesinato de la hija además enfrenta otros cuatro cargos por poner en peligro el bienestar de una menor.
El padre de Ginelis fue tratado por trastornos sicológicos, pero aún así, la justicia, anunció en un comunicado el fiscal Charles Haynes, decidió instrumentarle los cargos.
Según el expediente, Cantos no intervino ante los abusivos maltratos que su marido le propinaba a la niña, abusos que ocurrieron entre el 1 de enero y el 12 de agosto del 2008. Tampoco buscó atención médica necesaria la última vez que Ginelis fue brutalizada por el hombre.
Los fiscales adjuntos de la Oficina contra Crímenes y Abusos a Menores Roger McCready, Joseph Burke y Cathy Dagonese llevaron la acusación del condado.