Gripe de temporada, un asunto muy serio
El cambio de estación a final de año suele traer brotes de gripe que afectan a gran parte de la población.
Justo en esta temporada, entre principios de otoño y hasta mediados del invierno, es aplicable la vacuna contra la gripe, la cual resulta una buena alternativa para prevenir una enfermedad tan recurrente.
Como explica la pediatra neumóloga Vianny Moreta, cuando inicia el otoño y hasta la llegada de la primavera las epidemias de gripe se hacen más frecuentes y afectan a cualquier persona, pero especialmente a los niños y ancianos.
“La gripe es una enfermedad muy común en un determinado período del año que suele ir de noviembre a abril y, a veces, entre finales de diciembre y principios de marzo”, señala.
Sus síntomas se confunden a menudo con los de un resfriado común, pero son mucho más fuertes que los típicos estornudos y congestión nasal.
La gripe puede manifestarse con fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, dolores musculares, mareos, debilidad, diarrea, pérdida del apetito, cansancio, tos, dolor de garganta, moqueo nasal, náuseas o vómitos y dolor de oído.
Como explica la pediatra neumóloga Vianny Moreta, cuando inicia el otoño y hasta la llegada de la primavera las epidemias de gripe se hacen más frecuentes y afectan a cualquier persona, pero especialmente a los niños y ancianos.
“La gripe es una enfermedad muy común en un determinado período del año que suele ir de noviembre a abril y, a veces, entre finales de diciembre y principios de marzo”, señala.
Sus síntomas se confunden a menudo con los de un resfriado común, pero son mucho más fuertes que los típicos estornudos y congestión nasal.
La gripe puede manifestarse con fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, dolores musculares, mareos, debilidad, diarrea, pérdida del apetito, cansancio, tos, dolor de garganta, moqueo nasal, náuseas o vómitos y dolor de oído.
En el caso de los niños muy pequeños, estos comenzarán por presentar un aspecto decaído o triste.
Una enfermedad de riesgo. La gripe es una enfermedad como cualquier otra y que debe tomarse en serio, pues puede evolucionar a una neumonía u otras complicaciones graves, especialmente en los bebés y pacientes inmunocomprometidos (aquellos cuyo sistema de defensa está debilitado por padecimientos como el cáncer, sida o enfermedades granulomatosas).
Es importante acudir a la consulta médica si el paciente tiene síntomas de gripe, fiebre, no mejora con tratamiento o si respira con dificultad. Debe prestarse atención especial a la fiebre, pues también puede estar indicando otra dolencia.
Vacuna. La especialista, quien labora en el Centro Médico Real, dijo que la vacuna contra la gripe se aplica habitualmente entre septiembre y mediados de noviembre. Lo ideal es que se aplique antes de que la temporada de gripe esté en su apogeo, para que el cuerpo tenga más tiempo de desarrollar la inmunidad.
La vacuna reduce la posibilidad de contraer el virus durante la temporada de gripe en un 80%. Sin embargo, como se trata de un virus que está mutando constantemente, no garantiza que la persona no contraerá gripe. De hecho, el paciente estará expuesto a las cepas que no estén contenidas en la vacuna aunque, en caso de contraerlas, los síntomas serán más leves.
Se aplica de forma inyectable o como aerosol nasal. La vacuna inyectable contiene virus de la gripe muertos que preparan al cuerpo para resistir la infección. El aerosol, en cambio, contiene virus de la gripe vivos que están debilitados, por lo que no es adecuado para administrarlo en pacientes inmunocomprometidos ni a mujeres embarazadas. Este se puede aplicar en personas sanas, en edades entre los dos y 49 años.
Las claves
1. Duración
El paciente debe tener claro que aunque la fiebre y otros síntomas pueden desaparecer en unos cinco días, la tos y la debilidad persistirán de una semana a diez días.
2. Tratamiento
2. Tratamiento
De la gripe sólo pueden tratarse los síntomas. Los medicamentos antivirales pueden atenuarlos si se toman 48 horas después de sentir los primeros síntomas. Tome paracetamol, ibuprofeno o acetaminofén para la fiebre o el dolor. Nunca aspirina, a menos que el médico lo prescriba. Repose e ingiera muchos líquidos
3. Abríguese
3. Abríguese
Vístase con varias capas de ropa porque puede experimentar cambios bruscos de temperatura.
4. No mentol
4. No mentol
La especialista dice que no debe usarse el mentol, berrón ni alcanfor, mucho menos en niños. “Lo que se absorbe es alcohol y es como si le introdujeras el alcohol a los niños en la piel, mucho más cuando tienen fiebre. Sí se pueden usar gotitas nasales para quitar la descongestión, mucoliticos o descongestivos”.