Cartas de Minerva y Manolo, con otra de su hija Minou

Por: Revista Quehaceres

Espacio para el amor en medio de la lucha. Minerva vivía con la plenitud con que quizás viven los que pueden predecir que su existencia será corta. Con la misma intensidad con que se entregó a la lucha contra la dictadura, atizó todos sus otros amores: Al arte, a la naturaleza, a la amistad, a la familia y, de una manera muy particular, a Manolo Tavárez, el hombre con quien decidió compartir su vida.

Estas cartas que su hija Minou Tavárez Mirabal conserva nos muestran a la Minerva intelectual completamente enamorada, llena de poesía y de dulzura, cuyas palabras son capaces de transmitir un afecto que estremece a cualquier corazón.

La nota que recibimos de Minou cuando nos envió las correspondencias de sus padres, no deja de ser otra manifestación igualmente importante.

Nos cuenta que en la actualidad, a pesar de haber transcurrido medio siglo desde el asesinato de Minerva y 47 años desde el de Manolo, continúa descubriendo en estos viejos documentos la gran dimensión del amor que reflejan.

Magali (Pineda):

Perdona que me demorara en enviarte la foto y la carta. Quería revisar y me faltaba tiempo. Pero me hizo bien la inmersión en estos papeles inefables, porque después de las infames horas de las vistas públicas (las minúsculas no son casuales)*, reconozco que quedé medio devastada. Me duele la patria en el cuerpo.
Releyendo las cartas, decidí enviarte algo diferente de lo que me pediste**. Es decir: te va premiado el envío con una de mi padre.

En primer lugar estas cartas son el testimonio de un gran amor que por lo general -y he venido a ser consciente de ello últimamente- ha sido ignorado por todos los que sobre mi madre han escrito. Sin intención quizás, o por repetición cómoda de la ausencia casi total de la figura de Manolo en la novela de Julia Álvarez.

Ese es el libro que no se ha escrito, la historia que no se ha filmado todavía. El UNO que ellos fueron se lo merece. Y se lo merece el ardiente amor que encendió sus almas. Las cartas cuentan lo que de grande ese amor tuvo. Un amor que como el del Capitán Neruda tendrá fuerza en el tiempo “para quemar las manos que lo toquen".

La foto también es un premio porque es inédita. La guardó con ella hasta su muerte Tamara Díaz, la mejor amiga de mami en Montecristi. Su hijo Luciano me la hizo llegar hace poco y deduzco por algunos testimonios y por la inscripción manuscrita que tiene en el reverso (“Perfiles imperfectos”), que fue lo que se conservó de algunos pininos que ambas estuvieron intentando en el arte fotográfico.

La carta de papi está fechada en Montecristi y la de mami sólo tiene la fecha pero por el contexto es claro que la envió desde Salcedo. El "nidito" que finalmente papi arregló, fue un altico que estaba en el segundo piso de la oficina de mi abuelo paterno, al lado de la casa. Ahí vivieron sus primeros años de casados y al pie de esa escalera a que Manolo hace referencia en su carta, se tomaron unos pocos meses más tarde una de las fotos más conocida de ambos.
Un abrazo
Minou

*Vista Pública que tuvo lugar el viernes 5 de noviembre de 2010, sobre la propuesta de crear un museo dedicado a preservar la memoria de las virtudes de la tiranía trujillista.

**Magaly Pineda, directora de Quehaceres, le había pedido a Minou una carta de Minerva que arroje información sobre su pensamiento político.

18 de julio de 55
Mi adorado: esta es una hoja del cuaderno donde estoy tratando de hacer mi trabajo de Sociología, pero si sigues perturbando así mi pensamiento no voy a terminarlo nunca. Me parece que estas aún aquí y, ¡he aquí una paradoja! (en alguna forma tenía que usar la palabra que vi en el libro de Durkheim*) me parece un siglo que te marchaste.

Extiendo la mano para tocarte y se aprieta sobre mi pecho; digo tu voz y siento profundamente la ternura con que ayer me llamaste “hermosa”. Nada de lo que digo puede darte una idea de cómo he pasado la mañana sin ti y contigo a la vez.

Chiqui, ya es de noche. Estuve escribiendo durante el día y se me gastó la punta del lápiz, pero quiero terminar esta como sea para enviarla tempranito al correo.

No me ha resultado tan difícil hacer el trabajo, estoy bastante adelantada y si no fuera tan indecisa y pensara menos en ti, y no me ocupara de podar todas las matas, y de arreglarme los pies pensando_____ etc, etc., hubiera terminado el bendito trabajo de sociología y mañana podría hacer otro, pero quien sabe hasta cuándo…
Chiqui no digas que nosotras vamos para tu casa. Si las mellizas** vienen iremos a llevarlas pero me olvidé decirte que era para regresar el mismo día, pues iremos con Patria en el carro de aquí, sea con Pedrito o con otro chofer, pero tenemos que regresar.

Todavía no sé si iré el viernes o el lunes a la capital pues ello depende de mi actividad literaria en estos días.

Dime mi vida, tú crees que te será difícil buscarme las raíces de helechos, si no, no te preocupes, las cambio a (¿matas?) de higüero y es lo mismo.

Sabes? Chiqui, tengo mucho sueño, mañana volveré a escribirte. Escríbeme tu y consuélame de esta terrible falta que me dejó tu ausencia y dame un poco de seguridad de que eres feliz conmigo, de que me quieres como soy y como te quiere tanto tu
Mine

*Émile Durkheim, fue un político, economista, sociólogo y antropólogo francés.
**Se refiere a Emma y Edda, las hermanas menores de Manolo que pasaron un mes de vacaciones con Minerva ese verano en Ojo de Agua.

Monte Cristi
6/octubre/1955

Señorita

Minerva Mirabal, Salcedo.

Mi adorada Novia:

El viaje de regreso fue rápido, a pesar de que estuvimos en Mao, más de lo que esperábamos. Al llegar aquí se me metió un dolor de cabeza, y malestar de estómago que me mantuvo en la casa, sin poder ir a la oficina ni la tarde del martes, ni en todo el día de ayer. Por eso no te escribí ayer como eran mis ardientes deseos.

Estaba preocupado como nunca por el viaje de Uds. Pensaba en su regreso solas y cualquier inconveniente que ocurriera; me preocupaba por Mama Chea en fin, me sentía muy pesimista, pero nada de esto es nada comparado con la inmensa alegría que nos diste… qué hermosa tu actitud no querer separarte de mí, tenía el convencimiento que hasta “el fin del mundo” me hubieras seguido de ser necesario. Dime ángel mío q’ tal te fue de regreso? Se preocupó mucho mamá Chea porque llegaron tarde de regreso. Dime si le dijiste todo. Temo que nos pierda la confianza… Pero ya por suerte pondremos fin a la sujeción y a ésta incómoda postura de muchos. ¡Darling que feliz me siento! Ya pronto te tendré mía para siempre.

¡Estoy -------- dichas!

“Sube las escaleras de mi casa y quédate conmigo para siempre!” Que bello y que inefable emoción encuentro en estos versos. Desde ayer me parecen más hermosos.

Amor mío, he resuelto arreglar nuestro nidito. Hoy compré una madera y esta noche voy a llevar a Santiago todo lo que necesito para emplafonar por lo menos. Quiero pintarlo también… No te imaginas como estoy de entusiasmado. Hoy hablé con el carpintero que me arregló el escritorio, él está dispuesto a hacernos hasta el espaldar de la cama de acuerdo con el modelo que elijas. Así es que si te parece bien, puedes elegirlo y mandármelo. Este muchacho trabaja muy bien.

Estoy seguro que lo hará también con el mejor esfuerzo. Dime si lo prefieres en caoba o no; me parece que este color en la madera es muy moderno, joven y bello. ¿Qué te parece? Si no te parece bien lo haremos como tú elijas, amor mío, y de lo que tú quieras. Mi único deseo es que te gusten.

He estado pensando en la causa de hoy en Macorís y si siempre fueron. Cuéntame de esto y si pasan la causa, relátamela con lujo de detalles. Cuéntame tu opinión sobre S. Morcelo*, como penalista qué tal te pareció su actuación y los puntos básicos, de derecho, de su plan de defensa, yo conozco más o menos el caso. Sentí tanto no poder quedarme.

Tal como lo presentía, al cliente de quien te hablé lo soltaron siempre el sábado, a pesar de que ya todo lo relativo a su libertad bajo fianza estaba listo. Ese día por ausencia del fiscal, no se pudo dar su orden de libertad. Esta tarde estuvo por aquí y en estos días voy a buscar la vaca de q. te hablé para venderla, con este tipo voy a ganarme algunos pesos. Me concedí todo el beneficio de una ocasión que sin lugar a dudas es magnífica.

No te imaginas, bien mío, los momentos emocionadísimos que pasé hojeando tu álbum. Es como si yo también hubiera vivido contigo aquel tiempo, indiscutiblemente feliz en tu vida. En todas las fotos se nota tu alegría, tu despreocupación, esa sonrisa que te hace tan ingenua, tan encantadoramente feliz y… tan bella. Estoy seguro, amor mío, que desde el primer momento, desde entonces, me hubiera enamorado locamente. Creo firmemente amada mía, q. hemos nacido el uno para el otro, y no me explico por qué nuestra unión no sucedió antes. Ahora comprendo con tristeza, bien mío, todo el tiempo q. he dejado de vivir.¡ Te hubiera amado ayer, hoy y siempre! ¡Oh! Qué feliz me hace tu amor!…

Todos aquí te saludan con cariño y te esperan muy pronto, muy pronto. Mis afectos para mamá Chea, Mery, Hortensia. A Patria que espero q. Nelson siga muy mejor.
Para ti, ángel mío, toda mi alma.

Tuyo.

Manolo.

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