ALARMA EN BARAHONA!!! Dicen delincuentes operan por zonas de ubicación; grupos se dividen las áreas paras sus fechorías

(Cortesía: Redacción de Diario Digital Barahona)

BARAHONA.-Las muertes por robos de pasolas, motores y prendas siguen incrementándose en esta provincia, sobre todo en el municipio cabecera, sin que las autoridades den una respuesta rápida y contundente a los malhechores que se dedican a los actos vandálicos.

Entre estudiantes, amas de casas y obreros de los distintos barrios de Barahona se comenta que los delincuentes ahora tienen un nuevo modo de operación, por áreas de influencias o territorialidad.

Dicen que hay bandas que operan en pleno centro de la ciudad, mientreas que otras controlan las calles principales de entradas a los barrios, y hay quienes están asignados al malecón y otros a las zonas residenciales.

SE MANEJAN COMO EMPRESA.
Cuentan que esos individuos se manejan como empresas, pues cada golpe que dan representa un buen botín de dinero en intercambio o venta de lo que obtienen.

El móvil es obtener lo programado a cualquier precio, no importa si tienen que matar en el acto, pues para ellos la vida de otros no tiene el más mínimo valor. De lo que se trata es de obrar rápido para dejar la menor evidencia posible.

Afirman que son jóvenes con edades inferiores a los 30 años, con mayor concentración entre los grupos de 16 a 25 años, aunque destacan que incluyen menores entre las bandas.

Las conversaciones se producen en los mercados, centros comerciales, en los parques, en las escuelas y universidades. La información es manejada por mucha gente, pues es común escuhar el tema en boca de una persona cualquiera.

ESTAMOS HABLANDO DE LA IMPOSICION DEL TERROR A MANO ARMADA.

Individuos dispuestos a matar por un simple robo de lo que sea para obtener dinero y satisfacer sus gustos, vicios de drogas, alcohol y buena vida.

La muerte del joven Kelvin Medina, de 23 años, a manos de delincuentes que no se conformaron con quitarle su pasola, es una muestra más de la organización delincuencial que opera en Barahona desde hace varios años y que crece cada día más.

Kelvin ya no podrá terminar su carrera de informática ni montará su pasola para salir y llegar a su hogar en Villa Estela. La delincuencia malogra otro sueño de esperanza de una familia que apostaba al porvenir de ese valioso joven.
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