Se afianzan lazos Rusia - Venezuela
Miguel Bas Moscú (EFE)
Los presidentes de Venezuela y Rusia, Hugo Chávez y Dmitri Medvédev, extendieron ayer la cooperación bilateral hasta la energía nuclear, con el plan de construcción de una planta atómica en Venezuela. ”No se quién se estremecerá”, dijo el presidente venezolano, “nuestros propósitos son limpios y transparentes”, añadió Medvédev, comentando el “Acuerdo Intergubernamental”, que prevé, aunque vagamente y sin plazos, la construcción de una planta atómica de 500 megavatios de potencia en Venezuela.
“Para nosotros la energía atómica es vital”, subrayó Chávez, quien no ocultó su entusiasmo por el proyecto y hasta recordó que su país fue el primero en Suramérica que en la década del 50 tuvo en su territorio un reactor nuclear.
No obstante, por el momento todo se reduce a intenciones y propósitos, más que a proyectos concretos. “Por ahora se trata de los estudios preliminares. No sabemos siquiera cuándo podría comenzar la construcción, sin hablar ya de su puesta en marcha”, dijo a Efe un alto integrante de la comitiva de Chávez.
En el otro extremo, un proyecto más terrenal pero no menos ambicioso: Rusia está dispuesta a invertir centenares de millones de dólares en la agricultura y, en particular, en el cultivo del banano. Ninguna de las partes dio detalles de este proyecto, pero una mención de Medvédev apunta a una gran envergadura: ya en la primera etapa, dijo, creará 20.000 puestos de trabajo.
Esta cumbre ruso-venezolana, la novena que celebra Chávez a quien el jefe del Kremlin calificó de “huésped frecuente”, fue quizá la primera en la que la cooperación militar y el suministro de armamentos rusos a Caracas no centró la atención. Sin embargo, según Medvédev, la cooperación militar “no ha disminuido sus revoluciones” y mantiene su envergadura, pero la ampliación de otras áreas de colaboración parece relegarla a segundo plano.
Rusia continuará su expansión en el sector petrolero venezolano con la adquisición de los activos de la British Petroleum, que con el beneplácito del gobierno venezolano serán adquiridos por la petrolera rusa TNK-BP. Se trata, precisaron fuentes rusas, de yacimientos con una extracción de 120.000 barriles diarios de crudo. Rusia también comprará a Venezuela su 50 por ciento de las acciones de la empresa Ruhr Oil, haciéndose así con refinerías en el corazón de Alemania y de Europa.
En el ámbito energético, dijo a Efe Igor Sechin, viceprimer Ministro ruso que controla personalmente el desarrollo de la cooperación con Venezuela, “no queda sector del amplio abanico de áreas de cooperación posibles en el que ya no estemos trabajando”. Las partes suscribieron incluso un acuerdo para crear una empresa mixta que se encargará del transporte marino de petróleo.
También se acordó la cooperación en la extracción de gas desde grandes profundidades, en particular en la zona del lago Maracaibo, y la extensión a nuevas zonas de las labores de prospección que realiza el consorcio ruso Gazprom en Venezuela. Hasta ahora las perforaciones que el gigante ruso del gas realizó en la plataforma continental venezolana no dieron resultado, con lo cual ya acumula unas pérdidas de más de 300 millones de dólares, según fuentes rusas. No obstante, recalcó ayer Chávez, “en el Caribe venezolano hay mucho gas”.
Medvédev mencionó además como áreas prometedoras de cooperación el espacio y la farmacéutica, pero destacó en especial el retraso del comercio bilateral respecto al rápido desarrollo de la cooperación. En cuanto a las exportaciones venezolanas a Rusia, el presidente de Venezuela obsequió a Medvédev un chocolate, el “mejor del mundo” según él, y mermelada de banana. “Espero que tampoco sean caros para la gente en Rusia”, añadió.
Ambos presidentes destacaron especialmente la cooperación política, en “la lucha común”, según Chávez, por lo que Medvédev definió como “un orden mundial justo, que no dependa del bienestar y estado de ánimo de un solo país”.
Acotación que llevo a Chávez a decir que “la Unión Soviética dejó un legado y ustedes son los hijos de la Unión Soviética y todo este avance no hubiese sido posible sin la revolución rusa, sin el sacrificio de millones de hombres y mujeres que construyeron un camino y que ahora Rusia, generosa, pone a disposición de Venezuela y de los pueblos de mundo”.
Los presidentes de Venezuela y Rusia, Hugo Chávez y Dmitri Medvédev, extendieron ayer la cooperación bilateral hasta la energía nuclear, con el plan de construcción de una planta atómica en Venezuela. ”No se quién se estremecerá”, dijo el presidente venezolano, “nuestros propósitos son limpios y transparentes”, añadió Medvédev, comentando el “Acuerdo Intergubernamental”, que prevé, aunque vagamente y sin plazos, la construcción de una planta atómica de 500 megavatios de potencia en Venezuela.
“Para nosotros la energía atómica es vital”, subrayó Chávez, quien no ocultó su entusiasmo por el proyecto y hasta recordó que su país fue el primero en Suramérica que en la década del 50 tuvo en su territorio un reactor nuclear.
No obstante, por el momento todo se reduce a intenciones y propósitos, más que a proyectos concretos. “Por ahora se trata de los estudios preliminares. No sabemos siquiera cuándo podría comenzar la construcción, sin hablar ya de su puesta en marcha”, dijo a Efe un alto integrante de la comitiva de Chávez.
En el otro extremo, un proyecto más terrenal pero no menos ambicioso: Rusia está dispuesta a invertir centenares de millones de dólares en la agricultura y, en particular, en el cultivo del banano. Ninguna de las partes dio detalles de este proyecto, pero una mención de Medvédev apunta a una gran envergadura: ya en la primera etapa, dijo, creará 20.000 puestos de trabajo.
Esta cumbre ruso-venezolana, la novena que celebra Chávez a quien el jefe del Kremlin calificó de “huésped frecuente”, fue quizá la primera en la que la cooperación militar y el suministro de armamentos rusos a Caracas no centró la atención. Sin embargo, según Medvédev, la cooperación militar “no ha disminuido sus revoluciones” y mantiene su envergadura, pero la ampliación de otras áreas de colaboración parece relegarla a segundo plano.
Rusia continuará su expansión en el sector petrolero venezolano con la adquisición de los activos de la British Petroleum, que con el beneplácito del gobierno venezolano serán adquiridos por la petrolera rusa TNK-BP. Se trata, precisaron fuentes rusas, de yacimientos con una extracción de 120.000 barriles diarios de crudo. Rusia también comprará a Venezuela su 50 por ciento de las acciones de la empresa Ruhr Oil, haciéndose así con refinerías en el corazón de Alemania y de Europa.
En el ámbito energético, dijo a Efe Igor Sechin, viceprimer Ministro ruso que controla personalmente el desarrollo de la cooperación con Venezuela, “no queda sector del amplio abanico de áreas de cooperación posibles en el que ya no estemos trabajando”. Las partes suscribieron incluso un acuerdo para crear una empresa mixta que se encargará del transporte marino de petróleo.
También se acordó la cooperación en la extracción de gas desde grandes profundidades, en particular en la zona del lago Maracaibo, y la extensión a nuevas zonas de las labores de prospección que realiza el consorcio ruso Gazprom en Venezuela. Hasta ahora las perforaciones que el gigante ruso del gas realizó en la plataforma continental venezolana no dieron resultado, con lo cual ya acumula unas pérdidas de más de 300 millones de dólares, según fuentes rusas. No obstante, recalcó ayer Chávez, “en el Caribe venezolano hay mucho gas”.
Medvédev mencionó además como áreas prometedoras de cooperación el espacio y la farmacéutica, pero destacó en especial el retraso del comercio bilateral respecto al rápido desarrollo de la cooperación. En cuanto a las exportaciones venezolanas a Rusia, el presidente de Venezuela obsequió a Medvédev un chocolate, el “mejor del mundo” según él, y mermelada de banana. “Espero que tampoco sean caros para la gente en Rusia”, añadió.
Ambos presidentes destacaron especialmente la cooperación política, en “la lucha común”, según Chávez, por lo que Medvédev definió como “un orden mundial justo, que no dependa del bienestar y estado de ánimo de un solo país”.
Acotación que llevo a Chávez a decir que “la Unión Soviética dejó un legado y ustedes son los hijos de la Unión Soviética y todo este avance no hubiese sido posible sin la revolución rusa, sin el sacrificio de millones de hombres y mujeres que construyeron un camino y que ahora Rusia, generosa, pone a disposición de Venezuela y de los pueblos de mundo”.