¿Es posible ser padre y amigo al mismo tiempo?
Carmen Peguero nos da unos interesantes consejos para ser mejores padres: la diversión y la amistad son sus herramientas, a través de ella incluso los padres divorciados pueden estrechar los lazos sin perder el respeto.
Jugando a ser padres
El hecho de ser adultos nos da la oportunidad de jugar diversos roles en relación a los niños que nos rodean
Jugamos al tirano: "Haz esto", "haz aquello", "ve a tal lugar", "acata mis reglas", "no discutas", "no tienes derecho a hablar" etcétera.
Jugamos a ser victima: "Tanto que me preocupo por ti"..., "todo lo hago por ti."..etcétera
Jugamos al detective: Leo su diario, (sin que lo sepa por supuesto) investigo: quienes son sus amigos, "a donde vas?"," con quien vas?" " Porque vas?" Etc.
Jugamos al profesor: (No al maestro) lo mandas a estudiar pero no lo enseñas, preguntas, pero no escuchas las respuestas.
Jugamos al confesor : "Cuéntame " "Confía en mi" "Yo te perdono lo que sea, pero cuéntame"
Jugamos al chantajista: "Si te comes la cena, te llevo al cine" " si no te acuestas no te dejo ir donde tu amigo mañana" "Si pasas de curso, te regalo una computadora" etc.
Son innumerables los juegos que podemos jugar, sin embargo, hay un juego especial que todos los niños desean jugar con quienes son responsables de ese campo de juego que es la infancia, un campo de juego, en donde tienes un tiempo limite para jugar con ellos, y que cuando ese tiempo pasa, ya no tienes otras oportunidades, porque los pupilos se convierten en maestros y el panorama entonces se extiende y empiezan ellos a: Jugar a Ser Padres
Jugar a ser padres, "no es recomendable" " No es una opción", dirían algunos, " no podemos dejar que nos pierdan el respeto", "tiene que haber una división entre lo que es el adulto y lo que es el niño", dirían otros, pero:
Es posible jugar a ser padres y no morir en el intento
Principalmente cuando la pareja se divorcia y producto de esa separación los hijos se quedan con uno de los padres, el trípode que constituía junto a ellos se tambalea y se sienten perdidos, desorientados y a veces hasta infieles con respecto a uno y otro padre, es cuando mas difícil se hace el sacar tiempo para jugar con ellos.
Pero el vivir en otro lugar, es una ocasión propicia para jugar a ser padres:
Buscar al niño un día cualquiera y salir a divertirse, a donde el niño quiera, ya sea el cine, un parque, montando bicicletas, yendo a la playa, o simplemente invitándolo a un restaurante donde el niño sienta que es el invitado.
Compartir la pasión por un mismo deporte o actividad es una forma de tener siempre un tema de conversación.
Hacerte amigo de sus amigos es también una forma de que compartan más a gusto contigo. Pero hacerte amigo de sus amigos no significa querer compartir todo el tiempo que ellos vayan a estar con sus amigos, significa que puedes poner a funcionar tu imaginación y descubrir alguna actividad que ellos quieran compartir contigo, ya sea que formes por ejemplo: Un equipo de baseball, o un grupo de teatro, y fungir como el coordinador de la actividad.
Invitarlos un día al cine, o llevarlos a la playa. Compartir con ellos como si fueses su amigo significa jugar a ser padres pero desde su óptica, sin pretender convertirlos en adultos, ni pretender que disfruten solo las cosas que disfrutas tú.
nuestroshijos.com.do
Jugando a ser padres
El hecho de ser adultos nos da la oportunidad de jugar diversos roles en relación a los niños que nos rodean
Jugamos al tirano: "Haz esto", "haz aquello", "ve a tal lugar", "acata mis reglas", "no discutas", "no tienes derecho a hablar" etcétera.
Jugamos a ser victima: "Tanto que me preocupo por ti"..., "todo lo hago por ti."..etcétera
Jugamos al detective: Leo su diario, (sin que lo sepa por supuesto) investigo: quienes son sus amigos, "a donde vas?"," con quien vas?" " Porque vas?" Etc.
Jugamos al profesor: (No al maestro) lo mandas a estudiar pero no lo enseñas, preguntas, pero no escuchas las respuestas.
Jugamos al confesor : "Cuéntame " "Confía en mi" "Yo te perdono lo que sea, pero cuéntame"
Jugamos al chantajista: "Si te comes la cena, te llevo al cine" " si no te acuestas no te dejo ir donde tu amigo mañana" "Si pasas de curso, te regalo una computadora" etc.
Son innumerables los juegos que podemos jugar, sin embargo, hay un juego especial que todos los niños desean jugar con quienes son responsables de ese campo de juego que es la infancia, un campo de juego, en donde tienes un tiempo limite para jugar con ellos, y que cuando ese tiempo pasa, ya no tienes otras oportunidades, porque los pupilos se convierten en maestros y el panorama entonces se extiende y empiezan ellos a: Jugar a Ser Padres
Jugar a ser padres, "no es recomendable" " No es una opción", dirían algunos, " no podemos dejar que nos pierdan el respeto", "tiene que haber una división entre lo que es el adulto y lo que es el niño", dirían otros, pero:
Es posible jugar a ser padres y no morir en el intento
Principalmente cuando la pareja se divorcia y producto de esa separación los hijos se quedan con uno de los padres, el trípode que constituía junto a ellos se tambalea y se sienten perdidos, desorientados y a veces hasta infieles con respecto a uno y otro padre, es cuando mas difícil se hace el sacar tiempo para jugar con ellos.
Pero el vivir en otro lugar, es una ocasión propicia para jugar a ser padres:
Buscar al niño un día cualquiera y salir a divertirse, a donde el niño quiera, ya sea el cine, un parque, montando bicicletas, yendo a la playa, o simplemente invitándolo a un restaurante donde el niño sienta que es el invitado.
Compartir la pasión por un mismo deporte o actividad es una forma de tener siempre un tema de conversación.
Hacerte amigo de sus amigos es también una forma de que compartan más a gusto contigo. Pero hacerte amigo de sus amigos no significa querer compartir todo el tiempo que ellos vayan a estar con sus amigos, significa que puedes poner a funcionar tu imaginación y descubrir alguna actividad que ellos quieran compartir contigo, ya sea que formes por ejemplo: Un equipo de baseball, o un grupo de teatro, y fungir como el coordinador de la actividad.
Invitarlos un día al cine, o llevarlos a la playa. Compartir con ellos como si fueses su amigo significa jugar a ser padres pero desde su óptica, sin pretender convertirlos en adultos, ni pretender que disfruten solo las cosas que disfrutas tú.
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