Modelo Cubano / Narciso Isa Conde
SANTO DOMINGO, RD.- En estos días se difundió en gran escala que Fidel afirmó que el modelo económico cubano “ya no funciona”, pero ahora él dice que fue mal interpretado.
Entiendo que afirmar eso no equivale a decir que el socialismo no sirve. Creo que el modelo estatista-burocrático que predominó en Cuba está agotado y necesita ser reemplazado por un socialismo participativo con democracia integral.
¿Por qué? Porque eso es lo que puede evitar tanto lo acontecido en la URSS como lo que está pasando en China.
En las transiciones socialistas del siglo XX predominó el modelo estadista-burocrático, mal llamado “socialismo real o “socialismo de Estado”. Su crisis en Europa Oriental devino en restauración capitalista a lo Occidental y en China en un capitalismo de Estado “sui generis”.
La necesidad de cambiar de modelo en Cuba viene planteándose desde hace tiempo. Transcribo aquí lo que dije en “Rearmando la Utopía” (Editora Tropical, 1999):
“Cuba necesita identificar a mayor profundidad todo lo negativo trasplantado del modelo burocrático soviético y asumir su superación progresiva…”
Entiendo que afirmar eso no equivale a decir que el socialismo no sirve. Creo que el modelo estatista-burocrático que predominó en Cuba está agotado y necesita ser reemplazado por un socialismo participativo con democracia integral.
¿Por qué? Porque eso es lo que puede evitar tanto lo acontecido en la URSS como lo que está pasando en China.
En las transiciones socialistas del siglo XX predominó el modelo estadista-burocrático, mal llamado “socialismo real o “socialismo de Estado”. Su crisis en Europa Oriental devino en restauración capitalista a lo Occidental y en China en un capitalismo de Estado “sui generis”.
La necesidad de cambiar de modelo en Cuba viene planteándose desde hace tiempo. Transcribo aquí lo que dije en “Rearmando la Utopía” (Editora Tropical, 1999):
“Cuba necesita identificar a mayor profundidad todo lo negativo trasplantado del modelo burocrático soviético y asumir su superación progresiva…”
“Eso implica profundizar el proceso… hacia un modelo de transito al socialismo netamente cubano… capaz de garantizar el predominio de la propiedad social y de la propiedad pública socialmente controlada y democráticamente gestionada, así como un proceso de mayor socialización del poder y participación popular.”
El trasplante perduró demasiado y solo ahora se hacen tibios intentos de reformas y readecuaciones, sin que éstas apunten hacia la socialización de lo estatal. En Cuba no se ha agotado el socialismo, pero si la falta de socialismo en el camino hacia él.
En medio de la crisis los hay que apuestan al reemplazo del estatismo por un modelo capitalista a lo Occidental; y también quienes proponen reformas pro-capitalistas al “estilo chino”: un modelo en que el estatismo modernizado se combine con las privatizaciones y la ampliación del capital transnacional.
Ambas propuestas son fatales:
-La primera es re-colonizadoras y sumamente traumática.
-La segunda es menos traumática, más nacional y desarrollista, pero, en fin de cuentas, capitalista.
Hay otra vía: socializar lo estatal con autogestión y cooperativización, asociar el cuentapropismo y la pequeña propiedad, incorporar nuevas formas de propiedad social y de gestión y co-gestión democráticas, impulsar la economía de equivalencias, la descentralización y democratización política hacia la democracia participativa y el nuevo socialismo.
Ante esas tres opciones sigo apostando con firmeza al nuevo socialismo.
El trasplante perduró demasiado y solo ahora se hacen tibios intentos de reformas y readecuaciones, sin que éstas apunten hacia la socialización de lo estatal. En Cuba no se ha agotado el socialismo, pero si la falta de socialismo en el camino hacia él.
En medio de la crisis los hay que apuestan al reemplazo del estatismo por un modelo capitalista a lo Occidental; y también quienes proponen reformas pro-capitalistas al “estilo chino”: un modelo en que el estatismo modernizado se combine con las privatizaciones y la ampliación del capital transnacional.
Ambas propuestas son fatales:
-La primera es re-colonizadoras y sumamente traumática.
-La segunda es menos traumática, más nacional y desarrollista, pero, en fin de cuentas, capitalista.
Hay otra vía: socializar lo estatal con autogestión y cooperativización, asociar el cuentapropismo y la pequeña propiedad, incorporar nuevas formas de propiedad social y de gestión y co-gestión democráticas, impulsar la economía de equivalencias, la descentralización y democratización política hacia la democracia participativa y el nuevo socialismo.
Ante esas tres opciones sigo apostando con firmeza al nuevo socialismo.