Mis comentarios

Por:Tomás Aquino G.

Buenos días........ El país sigue siendo escenario de mucha violencia…….. Ya está en la cárcel el pastor evangélico acusado de violar a más de 40 menores, en Santiago…… El jefe de la Policía Nacional ordenó investigar la muerte de tres hombres en el sector San Miguel de Los Alcarrizos….. Pero, ya los familiares de uno de los muertos, específicamente de “El Mono”, aseguran que éste andaba en “malos pasos y con malas compañías”….. Vamos a dedicar nuestros comentarios a: Los derechos humanos

Hay autores, específicamente filósofos, que define los derechos humanos como “aquellas libertades, facultades, instituciones o reivindicaciones relativas a bienes primarios o básicos, []que incluyen a toda persona, por el simple hecho de su condición humana, para la garantía de una vida digna”.
Los derechos humanos no dependen exclusivamente del ordenamiento jurídico vigente en una sociedad.

El artículo 3, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece:

“Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”.

Los derechos humanos son derechos esenciales a todos los seres humanos, sin distinción.

Hay que respetar los derechos de los negros, de los blancos, de los mulatos, de los ricos, de los pobres, de los miserables, … etc.

En definitiva, todos los derechos deben ser respetados.

El derecho al libre tránsito. Nadie puede violentarme mi derecho de caminar por doquier.

Nadie puede violentar mi derecho a estar comunicado.

Nadie puede violentar mi derecho a vivir en paz.

Nadie tiene derecho a atentar contra mi vida,

Estoy completamente de acuerdo con que todo individuo tiene derecho a la vida. Nadie puede atentar contra su prójimo.

Ahora bien, las organizaciones defensoras de los derechos humanos, ¿se ajustan a esta realidad? ¿Son democráticas? ¿Realizan sus trabajos con imparcialidad?

Mi respuesta a estas preguntas es, simplemente… ¡no!

Las organizaciones defensoras de los humanos, específicamente, en la República Dominicana, se han convertido en defensa de los derechos de los delincuentes, en defensa de sus propios intereses.

Las entidades llamadas defensoras de los derechos humanos, en el país, tienen dirigentes valiosos. Pero, muy pocos. Puedo mencionar, entre ellos, duélale a quien le duela, al doctor Domingo Porfirio Rojas Nina, o al licenciado Virgilio Almánzar.

Rojas Nina y Almánzar saben lo que son los derechos humanos. Defienden los derechos humanos.

Hay otros que se autoproclaman defensores de los derechos humanos, que tienen esa “profesión” para sacar ciertos beneficios..…. Esos beneficios que dan organismos internacionales de Estados Unidos y Europa, específicamente, a sus “representantes” en países pobres, como el nuestro.
Esos “defensores” confunden su misión.

Su misión debe ser defender los derechos humanos, pero los derechos humanos de todos.

Deben defender los derechos humanos de las personas que son víctimas de los asaltantes… Los derechos humanos de las personas que son víctimas de la Policía… Los derechos humanos de los policías que son víctimas de los delincuentes.

No he visto nunca a los que se autoproclaman defensoderes de los Derechos Humanosa defender los derechos de los policías víctimas de los delincuentes o de los ciudadanos, víctimas de los delincuentes.

Nunca he visto a a esas eso dirigentes, y uno en especial, pedir que la justicia aplique todo el peso de la ley a los violadores sexuales de niños o niñas, a los que han matados personas para quitarle un simple celular, a los hombres que asesinan sus mujeres o a las mujeres que han matado a sus cónyuges.

Pero si vi, en estos días, específicamente en el Destacamento de la Policía, del sector El Almirante, a dos “defensores” de los derechos humanos, amedrentando un menor de 14 años, que se encontraba preso, porque dijo que uno de los celulares, que admitió haber robado, se lo vendió a un hombre, que en diferentes ocasiones ha sido identificado por otros delincuentes, como comprador de cosas robadas.

Para esos dirigentes, ese hombre era honorable y el menor preso, quería enlodar su nombre.

Así son las actuaciones de muchos dirigentes, de los llamados defensores de los derechos humanos.

¡Perdón! No son defensores de los derechos humanos, sino, defensores de los delincuentes.
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