Anciana británica dice en RD hay tanta injusticia que se arrepiente de haber jurado por la bandera

Marie Huszty Bacon, de 70 años, juró hace 38 años por la bandera dominicana y asegura estar decepcionada por la forma en que opera la justicia en el país, debido a que lleva casi 10 años sin poder conseguir la propiedad sobre una casa que le heredó un hermano.

Con lágrimas en sus ojos, esta señora de nacionalidad británica dice que desde enero del 2001 mantiene una lucha incesante con la familia de su cuñada, porque le quieren quitar una casa que según ella, por herencia le corresponde.

Dijo que ha pasado 107 audiencias en los tribunales del país sin que hasta el momento los jueces fallen el caso. Por el contrario, ha recibido toda clase de maltratos de parte de quienes en la República Dominicana están designados para impartir justicia.

El inmueble está ubicado en el sector Arroyo Hondo viejo, Distrito Nacional. Era propiedad de su hermano, quien contrajo nupcias con una dominicana que también murió.
Huszty Bacon narró que con la muerte de su pariente, los familiares de su cuñada, cabildeados por una mujer de nombre Daysi Molina De Camps, la echaron de la casa y la despojaron de todas sus pertenencias.

La señora explicó que tras una larga odisea y luego de soportar muchas burlas en los tribunales, consiguió finalmente una sentencia en fecha 25 de enero del 2008, donde supuestamente le entregaron un documento que le otorgaba la potestad de la casa, para mas tarde recibir documento donde le indican que el caso fue reenviado a la ciudad de Santiago por falta de notificación.

En busca de una decisión definitiva, Marie Huszty Bacon envió cartas al presidente y al vicepresidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), Jorge Subero Isa y Rafael Luciano Pichardo, respectivamente. También, al Procurador General de la República, Radhamés Jiménez Peña, pero ninguno le ha respondido la comunicación, entregada el pasado 8 del corriente mes.

Consultó un abogado porque a su entender el caso era complejo, pero para mayor desgracia éste le dijo: “al igual que duran mucho aquí para concluir, también se archivan los casos por años y no se puede hacer nada”.

En abril de este año le dijeron que el caso se había cerrado y que en 30 días leerían la sentencia en la SCJ, pero aún espera impaciente dicho fallo.

Luego de que los familiares de su cuñada la dejaran en la calle, decidió vivir en un carro, porque alquiló un aparta-estudio en la avenida José Contreras, en la zona universitaria, en 8 mil pesos, pero luego fue revendido y el nuevo dueño le pedía 30 mil, y como no podía pagarlo debió abandonarlo.

La desamparada anciana extranjera dijo, en El Gobierno de la Tarde, que se desempeña en el país como profesora del idioma inglés..

Expresó acongojada que está cansada de tanto luchar en República Dominicana. “Me arrepiento mucho de haber jurado por esta bandera, he sufrido mucho desde que me echaron a la calle... estoy decepcionada de la justicia dominicana”.
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