Se cumplen 50 años del vuelo espacial de las perras rusas, Belka y Strelka

MOSCÚ, RUSIA (EFE).- Rusia conmemora hoy 50 años del lanzamiento a bordo del cohete Sputnik-5 de las perras Belka y Strelka, los primeros seres vivos en viajar al espacio y regresar sanos y salvos a la Tierra.

"Aún hoy en día, no sé si yo soy el 'primer hombre' o 'el 'último perro' en volar al espacio", dijo Yuri Gagarin, el primer cosmonauta de la historia, poco después de dar la vuelta a la Tierra el 12 de abril de 1961.

La pareja de perros ataviados con trajes espaciales fue lanzada el 19 de agosto de 1960 y, tras dar 17 vueltas alrededor de nuestro planeta, retornó al día siguiente a la Tierra.

Las imágenes de la televisión soviética mostraron cómo Belka (blanquita) y Strelka (flechita) flotaban felices de la vida e incluso ladraban en el interior de la pequeña nave espacial.

Las perras, que viajaron acompañados por 40 ratones, dos ratas y plantas, ofrecieron a su regreso una rueda de prensa en la agencia oficial TASS.

Desde ese momento, Belka y Strelka se convirtieron en celebridades en la antigua Unión Soviética y en el resto del mundo, como demuestra hoy Google que les rinde tributo con su imagen inmortalizada en la página inicial del buscador.

Como premio, las perras no volvieron a tomar parte en más experimentos y disfrutaron de un tranquilo retiro, sólo interrumpido por ocasionales visitas a escuelas.

Una de las crías de Strelka incluso fue regalada a Jackie Kennedy, esposa del presidente norteamericano, por orden expresa del dirigente soviético Nikita Jruschev.

El vuelo de las perras, que recientemente fueron protagonistas de una película de dibujos animados en 3D, sirvió para probar el funcionamiento de los equipos con vistas al vuelo de Gagarin, que tendría lugar menos de un año después.

De hecho, la nave de 4,6 toneladas utilizada para el vuelo de las perras fue un prototipo del Vostok-1 en el que viajaría más tarde el primer astronauta de la historia y estaba equipada con baterías solares y sistemas de refrigeración.

Tres años antes, la perra callejera Laika fue el primer ser vivo en volar al espacio el 3 de noviembre de 1957, aunque murió horas después a bordo del Sputnik-2.

Laika, que murió a los 10 años de edad, fue el último perro en ser enviado al espacio en una nave sin sistema de retorno.

Al igual que sus antecesores, Belka y Strelka fueron seleccionados entre centenares de canes porque cumplía con los requisitos físicos -menos de 6 kilos y 35 centímetros de altura-, pero también por su resistencia y sociabilidad.

Los científicos soviéticos consideraban que un perro callejero acostumbrado a luchar diariamente por la supervivencia soportaría mejor los entrenamientos que un perro de raza.

Las perras superaron con nota los mismos exámenes y pruebas de resistencia física a los que luego se someterían los cosmonautas.

Los animales, que debieron acostumbrarse a vivir en un espacio cerrado durante largo tiempo, se alimentaron a través de dispensadores.

Los científicos eligieron hembras tanto por su mejor sistema inmunológico, como por el hecho de que se sentían más cómodas dentro del traje espacial y también porque eran más fotogénicas.

Belka y Strelka fueron portada de numerosas revistas y publicaciones, aunque nunca superaron la fama de Laika, cuyo nombre ha sido citado desde entonces en numerosas novelas y canciones.

En total, la URSS realizó 29 vuelos espaciales con perros entre julio de 1951 y septiembre de 1962, de los que 8 acabaron trágicamente, mientras los 21 restantes regresaron en paracaídas con máscaras de respiración y trajes espaciales.

Recientemente, los científicos rusos descartaron el uso de perros y otros animales de gran tamaño, como los monos, para experimentos científicos en el espacio exterior.
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