El primer día de clases

Por: Ivelisse Santos
Aunque parezcan tan pequeños, nuestros hijos ya deben ir al colegio.
Llegará el primer día de clases, y estrenando sus menudos uniformes, abandonarán el seguro y conocido ambiente familiar para enfrentarse a un mundo completamente nuevo y lleno de desafíos.
Puede que sea inevitable que se sientan un poco ansiosos y quizás una que otra lágrima les brotará mientras se aferran a la mano de mamá o papá.
La primera experiencia en el colegio es un tanto impredecible. Unos llegan entusiastas y osados, mientras que otros, tímidos y reticentes.
Es normal que los padres se sientan preocupados cuando llega este momento.
¿Lo recibirán bien?, ¿Nos echará de menos?, ¿Y qué pasa si no se adapta?; son algunas de las preguntas que se hacen con frecuencia.
Tranquilidad es la clave. Son los padres el principal apoyo del menor, por eso deben mantener la calma y la confianza en las habilidades de su hijo.
De acuerdo con la sicóloga Ondina Lara, de la Escuela República de Chile, siempre es bueno contarles a los niños cuando y por qué comenzarán a ir al colegio, ya que los padres son los encargados de familiarizarlos con lo que esto significa.
Lo mejor es introducir el tema naturalmente y aprovechar las instancias cotidianas para darle información y confianza: contarle que está creciendo y que al igual que todos los niños de su edad, debe ir al colegio, usar uniforme y aprender cosas nuevas.
Hay que explicarle que va a jugar y hacer actividades parecidas a las que hacía en el jardín infantil, como pintar y recortar.
” Cada vez que se converse sobre el tema, los adultos deben mantener una actitud positiva y alegre, que también se traspasa al niño”, expresa Lara.
“Si el primer día de colegio el niño se queda llorando, lo conveniente es dejarlo allí, porque con el tiempo él se irá acoplando y comprenderá que esa es su misión.
Además, es una respuesta a la ansiedad que está manejando y entre más temprano se acostumbre, menos traumático será el cambio”, dice la experta.
Dice que no es conveniente que los padres se queden con sus hijos en colegio, ni que los chiquitos se vayan a estudiar con objetos como cobijas o muñecos, porque se habitúan y será perjudicial el día que no los tengan.
Sólo se debe admitir el si existe un comportamiento negativo por parte de ellos.
El miedo a sentirse abandonado “A la edad en que los niños inician la vida escolar están demasiado pequeños para comprender que aunque los padres los dejen en el colegio, volverán a buscarlos más tarde.
El miedo a sentirse abandonados es lo más duro para ellos, por eso rompen en llanto a la hora de despedirse”, explica Lara.
Es por tal motivo que hay que entregarle el máximo de certezas posibles.
Probablemente dirá que no quiere quedarse, y los días siguientes argumentará que prefiere permanecer en casa, porque tiene que dibujar o ver sus dibujos animados favoritos.
También pueden manifestar que les duele la cabeza o el estómago, lo que no siempre debe menospreciarse, ya que puede que en realidad sea así, producto de la tensión.
Frente a estos síntomas, los padres deben ser comprensivos, pero siempre mantener la calma y no ceder ni mostrarse complacientes, ya que ello dificultaría su proceso de adaptación.
Cómo padres, hay que mantenerse firmes, motivando siempre a los niños a superar sus miedos.
“Aunque desearíamos que nuestro hijo o hija, atravesara esta etapa sin "sufrir", debemos tener presente que ellos crecieron, y el adaptarse a nuevos lugares, personas y situaciones, es algo que tendrán que hacer repetidas veces durante su vida.
Quizás esta es la más difícil, por ser la primera, pero pronto veremos cómo los temores y angustias van quedando atrás y nuestros pequeños se transforman en entusiastas alumnos”, finaliza Lara.
Medidas útiles para preparar al pequeñoBuenos consejos
1 Días antes, visita con tu hijo las instalaciones donde comenzará a estudiar.
2 Es conveniente que el menor conozca a la que va a ser su profesora. Esto le generará confianza y seguridad.
3 Prepare a su hijo realizando la rutina que hará desde el primer día de clases: levántelo temprano, báñelo, acompáñelo a desayunar y realize con él varias actividades.
4 Tenga todo preparado para el día definitivo: la lonchera, el uniforme y los útiles escolares.
No permita que se le haga tarde, ponga el despertador. Los niños se angustian cuando sus padres gritan o tienen que correr porque están pasados de tiempo.
5 Comprenda que todos los niños reaccionan distinto a cada emoción. Su hijo puede estar feliz o triste sin razón aparente.
En cualquiera de los dos casos entiéndalo, no lo regañe.
6 Tenga siempre presente que su hijo es un ser independiente.
No debe ser sobre protectora y trate de permitir que el infante desarrolle sus procesos de formación.
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