Rivas Santos se maravilla cambios de Barahona
Por: Mayobanex De Jesús Laurens (Diario Digital Barahona)
BARAHONA. Las reseñas periodísticas de Emma Pérez, Juan Francisco Matos y Teuddy Sánchez, dan cuenta de las opiniones vertidas por Monseñor Fabio Mamerto Rivas, otrora obispo de la Diócesis de de Barahona, destacando la gran transformación que ha sufrido esta ciudad desde su salida de la misma hace ya varios años.
El acucioso eclesiástico ha quedado maravillado de una Barahona con sus calles asfaltadas, con bellos residenciales, extraordinarias edificaciones, la proliferación cada vez mayor de la actividad comercial y las entidades mercantiles que se han creado.
Lo expresado por Monseñor Rivas lo vemos a diario, lo notamos, lo sentimos y lo apreciamos, pero siempre está de por medio la politiquería barata y desfazada, que conlleva a no reconocer logros tangibles que por mediocridad puebleril nos sumergen en el enanismo mental.
Si el inquieto obispo hubiera realizado su paseo por Barahona adentro observaría lo que percibimos a diario los que aquí residimos. Hubiera observado los barrios de las zonas periféricas con sus calles asfaltadas, cientos de casas de block y plato.
Su opinión fuera más sorprendente si acudiera a las áreas residenciales de Barahona, tales como las urbanizaciones de Blanquizales, Punta Palma, Naco, Los Maestros, Jaime Mota, Villa Central, El Laurel y Teleantillas.
Mayor fuera su sorpresa si se hubiera dedicado a contar los vehículos que transitan a diario por la ciudad y los estacionados en las marquesinas de cada casa. Impresionado quedara si fuera al malecón los fines de semanas en las tardes y viera la cantidad de gente que consume lo que allí se vende.
Los que aquí pernoctamos buscamos siempre las excusas mal intencionadas para justificar el avance de Barahona. Unos dicen que se debe al tráfico de drogas en la zona. Algunos manifiestan que son las remesas que llegan de Europa y Estados Unidos. Otros expresan que son las botellas de empleos del Gobierno.
Alegue usted también, amigo lector, su consideración, pero vaya al oculista y revise su miopía, pues sus lentes de contacto deben permitirle observar mejor lo que está frente a su vista y aprecia todos los días.
Tenía que venir Fabio Mamerto Rivas desde Jarabacoa a decirle a los barahoneros que hemos avanzado de forma sorprendente.
BARAHONA. Las reseñas periodísticas de Emma Pérez, Juan Francisco Matos y Teuddy Sánchez, dan cuenta de las opiniones vertidas por Monseñor Fabio Mamerto Rivas, otrora obispo de la Diócesis de de Barahona, destacando la gran transformación que ha sufrido esta ciudad desde su salida de la misma hace ya varios años.
El acucioso eclesiástico ha quedado maravillado de una Barahona con sus calles asfaltadas, con bellos residenciales, extraordinarias edificaciones, la proliferación cada vez mayor de la actividad comercial y las entidades mercantiles que se han creado.
Lo expresado por Monseñor Rivas lo vemos a diario, lo notamos, lo sentimos y lo apreciamos, pero siempre está de por medio la politiquería barata y desfazada, que conlleva a no reconocer logros tangibles que por mediocridad puebleril nos sumergen en el enanismo mental.
Si el inquieto obispo hubiera realizado su paseo por Barahona adentro observaría lo que percibimos a diario los que aquí residimos. Hubiera observado los barrios de las zonas periféricas con sus calles asfaltadas, cientos de casas de block y plato.
Su opinión fuera más sorprendente si acudiera a las áreas residenciales de Barahona, tales como las urbanizaciones de Blanquizales, Punta Palma, Naco, Los Maestros, Jaime Mota, Villa Central, El Laurel y Teleantillas.
Mayor fuera su sorpresa si se hubiera dedicado a contar los vehículos que transitan a diario por la ciudad y los estacionados en las marquesinas de cada casa. Impresionado quedara si fuera al malecón los fines de semanas en las tardes y viera la cantidad de gente que consume lo que allí se vende.
Los que aquí pernoctamos buscamos siempre las excusas mal intencionadas para justificar el avance de Barahona. Unos dicen que se debe al tráfico de drogas en la zona. Algunos manifiestan que son las remesas que llegan de Europa y Estados Unidos. Otros expresan que son las botellas de empleos del Gobierno.
Alegue usted también, amigo lector, su consideración, pero vaya al oculista y revise su miopía, pues sus lentes de contacto deben permitirle observar mejor lo que está frente a su vista y aprecia todos los días.
Tenía que venir Fabio Mamerto Rivas desde Jarabacoa a decirle a los barahoneros que hemos avanzado de forma sorprendente.